De Fantásticos a zombis
Desastre del tridente en el Villamarín. Mbappé fue el más transparente: ni un tiro. Rodrygo sólo ganó el 50% de los duelos y Vinicius, el 36%.
Ni Mbappé, ni Vinicius, ni Rodrygo. Ninguno acudió a la llamada. No hubo héroes, para chasco de Bonnie Tyler. Y eso es noticia, porque venían siendo la noticia. Reluciendo un poderío ofensivo espectacular y registrando una dinámica intimidante. Pero bajo la lluvia de Sevilla, ninguno fue una maravilla. Sino más bien protagonistas de una noche para olvidar de la que se libra Bellingham, sancionado. Su “lección aprendida”, ese punto de tomarse con humor el asunto, es lo único que aligera una radiografía preocupante. Porque sus compañeros anduvieron desaparecidos. Como pocas veces. Como nunca.
Del tridente sólo salió un disparo a portería. Uno, en 90 minutos. Y fue de Vinicius, manso a los guantes de Adrián. Porque Rodrygo hizo otro, pero se marchó lejos de los tres palos. Y nada más. La cuestión es que siendo tan poco, ya fue más de lo que firmó Mbappé: ni un solo tiro, ni a puerta ni fuera. Se marchó del Villamarín sin disparar. En 75′, tan sólo intervino en 36 ocasiones, que son menos que las que protagonizó Camavinga, pese a salir desde el banquillo (38) y casi que Güler, en la misma situación (33). Kylian no estuvo.
El 64% de Kylian
“Ha tenido el problema de la muela, no había entrenado mucho y no estaba a su mejor nivel. Era evidente. Así que para evitar problemas preferí quitarlo y meter a Endrick. Mbappé ha entrenado poco y no estaba a su 100%”, analizó Ancelotti en rueda de prensa. Explicando por qué, perdiendo y volcado, quitó a su máximo goleador. Lo hizo porque ese Mbappé no estaba siendo su Mbappé. Protagonizó un paupérrimo 68% de acierto en pases (por ponerlo en perspectiva, Rodrygo, en otra mala noche, al menos hizo un 82%) y se quedó en un 64% en el último tercio. Además de perder el 50% de los regates (3 de 6) y tan sólo poner un centro.
Irreconocibles
Dinámica generalizada en el tridente de ataque. Rodrygo también perdió el 50% de sus duelos (4 regates acertados, de 8 en total) y Vinicius, aún peor, quedándose en un 36% de regates completados (4 de 11). No estuvieron acertados. Pero tampoco entonados. Porque una de las principales críticas de Carletto fue la actitud. “La línea de arriba sirve para que cuando no puedas presionar... cortes pases entre líneas. Hoy, en los primeros 20′ lo hicimos bien, pero en los otros 70′, mal”, zanjó. Al margen de su nula contribución, ahí quedó el tirón de orejas por el compromiso. Y un mensaje: “Así no vamos a ganar el martes”. Si algo tienen en común el madridismo y Bonnie Tyler, es la insistencia. Y siguen esperando a sus héroes. La duda es si aparecerán el martes.
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