Cuesta abajo y sin frenos

Aquello que va mal siempre puede ir a peor. Y más en la UD Las Palmas de Diego Martínez. Los amarillos llegaban al Sánchez Pizjuán con la imperiosa necesidad de sumar los tres puntos para acercarse a la utopía de la salvación y meter más en el ajo al Sevilla. Ni una ni otra.

Tras los triunfos de Girona y Sevilla, una victoria del Alavés ante el Valencia abocaría matemáticamente a Las Palmas a LaLiga Hypermotion tras un año plagado de errores de planificación, despropósitos defensivos y la pérdida de identidad en el juego, entre otros muchos males.

La cuarta derrota consecutiva en el tramo clave de la temporada, con los dos espejismos en forma de triunfo ante Getafe y Atlético de Madrid, han desnudado a un equipo sin alma y superado mentalmente por la situación, que tampoco ha encontrado un aliado en la pizarra ni en el banquillo.

Ya lo dijo Kirian Rodríguez a DAZN allá por noviembre de 2023, precisamente en la época boyante de la etapa de Pimienta en Primera División: “Si nos ponemos a pegar pelotazos probablemente en enero o en febrero estemos descendidos”. Y así apunta a ser, una vez sea matemático.

El centro del campo sigue siendo un agujero negro en los esquemas de un Martínez que probó la carta de Campaña en su Sevilla natal , pero con más intención que criterio o idea para desplegar. Y claro, otra vez la UD Las Palmas dependió en ataque de los destellos de Januzaj y Moleiro. Dos botellas de agua en el desierto grancanario.

Las Palmas fue el extintor perfecto del club de Nervión para apaciguar de cierta manera el caliente ambiente que se vive en la capital andaluza entre afición y equipo tras sellar la permanencia virtual. Eso sí, los cánticos a Del Nido Carrasco no cesan. Y no parece que vayan a concluir.

Las aguas también bajan turbias por Gran Canaria. La afición, decepcionada, sigue buscando culpables en el palco, en el banquillo y en el césped. Las imágenes de ‘Ramírez Go Home’ en fondo amarillo (como los carteles de críticas a Lim en Valencia o Ronaldo en Valladolid) han corrido como la pólvora por las redes sociales y en cada una de las publicaciones del club.

Si no es oficial tras el partido de los babazorros ante el Valencia, será cuestión de tiempo que se certifique el descenso de Las Palmas a Segunda División. Resulta que con solo creer y decirlo no da para seguir en una categoría que siempre te pone en tu lugar, y el de Las Palmas es seguir cuesta abajo y sin frenos al segundo escalón del fútbol nacional tras dos temporadas en la élite.

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