Cuanto mayor es el reto, más gigante se hace Oblak
El portero, brillante ante Madrid, Barça y PSG y al quite para lo que viene. Tiene el mejor promedio de goles y de paradas de la Liga


En los momentos de mayor agobio del derbi, Oblak sostuvo al Atleti con sus ocho paradas. Las mismas que hizo en París. En la visita al Barça realizó seis. En las tres salidas más difíciles de lo que va de temporada ha aparecido el esloveno (32 años), que encajó un gol en cada uno de esos encuentros, pero a la vez dejó sus mejores cifras de intervenciones. El portero está enchufado y es una de las mayores garantías del Atlético para lo que viene en las cuatro competiciones.
Ver a Oblak repeler remates de Mbappé, Rodrygo, Bellingham y Vinicius fue una demostración de su gran momento. Lo dicen las sensaciones, porque en las últimas temporadas hubo tramos de ciertas dudas, y los números, que han mejorado de un año a otro. El esloveno es el portero con mejor promedio de paradas de Primera, un 78,3%. En realidad es el segundo, solo superado por su compañero Musso, que tiene un 100% porque detuvo el único disparo que ha recibido, en San Mamés. En la pasada Liga, Oblak terminó con un 70,1%.
El ilusionante reto del sexto Zamora
Con el nivel de acierto actual, el balcánico ha logrado dejar la portería a cero en diez jornadas de 22. En la anterior cerró la cuenta en 13. En este aspecto, su mejoría se une a la de la zaga: la pasada temporada Oblak recibía 3,8 remates por partido y en esta, 3,1.
Todo este buen rendimiento, tanto colectivo como individual, tiene a Oblak encaminado hacia el trofeo Zamora. Ha encajado 15 goles en 22 partidos, lo que supone un promedio de 0,68, el mejor de Primera entre los titulares habituales. Sus rivales son David Soria (0,74), Remiro (0,87) y Courtois (0,90). Si el rojiblanco conquista el premio, será el sexto para él (tras los de 2016, 2017, 2018, 2019 y 2021), algo que no ha conseguido nadie en la historia. Por ahora iguala en el palmarés a Víctor Valdés, que los logró a principios de este siglo, y Ramallets, en los años 50, ambos con el Barça.
El estímulo de Musso
Llegados a este punto, en el Atlético se valora más positivamente aún la presencia de Musso en la plantilla. El argentino (30 años), cedido por el Atalanta, es el primer portero suplente en quien Simeone y su cuerpo técnico confían de verdad desde Moyá, que se fue en 2018. El Cholo lo conocía ya de Argentina, de Racing, y celebró su llegada al equipo y el esfuerzo que había hecho para dejar el Atalanta aun sabiendo que en el Atleti sería suplente. El míster lo consideró un buen estímulo para Oblak.
En la presentación, Musso avisó de que no venía para hacer bulto, sino que se lo tomaba como un reto. Tuvo la oportunidad en Bilbao, por indisposición del titular, y las sensaciones fueron notables. Simeone le ha dado la Copa, algo que no hizo ni con Lecomte, ni con Moldovan ni últimamente con Grbic. El premio por, entre otras cosas, haber espoleado a un Oblak que, de nuevo, siente la competencia interna. El esloveno está listo para las grandes noches que vienen...
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