Con Correa pasan cosas en el Benito Villamarín
El argentino ha vivido episodios importantes en casa del Betis: en la 19-20 entró para decidir, en la 20-21 acabó desconsolado y en la 21-22 salió lesionado. Esta vez se le espera en el once.
Ángel Correa apunta al once del Atlético en el Villamarín, un estadio que no resulta uno más para el argentino. Allí ha vivido episodios relevantes en su carrera, buenos y no tan buenos y que, de alguna manera, condicionaron su papel en los siguientes encuentros. Este domingo, 16:15, el 10 pretende seguir con su reconquista para asentarse en el equipo inicial rojiblanco. Será en la banda derecha, como en los viejos tiempos.
El último Betis-Atlético fue el 6 de marzo. Correa fue titular en punta junto a João Félix, pero apenas duró media hora en el partido. El internacional sufrió un golpazo en el empeine y, a pesar de que lo intentó, tuvo que pedir el cambio. El argentino trabajó después horas y horas para no perderse ningún partido y lo consiguió, pero ya no era igual. Ángel perdió su sitio en el once y la expulsión en Vallecas tampoco ayudó. De los 14 encuentros posteriores al Villamarín, se perdió dos por sanción, fue titular en tres y suplente en nueve y no marcó un gol hasta la última jornada.
Simeone y Correa, abrazo de gol
La anterior visita al Villamarín dejó una de las imágenes más icónicas de la Liga 20-21, el paternal abrazo de Simeone a Correa. El partido había terminado 1-1 y el delantero había fallado un par de ocasiones que podían haberle dado el triunfo al Atlético, cada vez más apurado en su defensa del liderato. El técnico le dio consuelo y confianza. En el próximo partido, el argentino se desquitó con un doblete al Eibar y terminó siendo decisivo para la conquista del título, con el histórico gol de puntín como colofón.
En la 19-20, justo antes del parón navideño, Correa le regaló al Atleti el triunfo en casa del Betis. Entró desde el banquillo en el minuto 56 y la primera vez que salió en la tele fue para robarle el balón a Álex Moreno, driblar a Joel y hacer el 0-1. En la recta final abrochó su actuación con la asistencia del segundo gol a Morata, a quien podrá volver a lanzar pases decisivos.