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ESPANYOL

¿Cómo ha vuelto el Espanyol?

El equipo de Diego Martínez jugó un mes después con idéntico resultado ante el Torino que ante el Villarreal, con una versión más agresiva en la presión pero con los mismos defectos.

Espanyol-Torino.

El Espanyol despidió la Liga antes del parón con un 0-1 ante el Villarreal y ha regresado con idéntico resultado ante el Torino. Un partido de preparación en el que han participado hasta 20 jugadores, han debutado dos canteranos (Abde y Roger Martínez) y ha servido para seguir el curso de la segunda pretemporada antes del reestreno del campeonato el 31 de diciembre en el Camp Nou. Un partido, también, para calibrar con pies de plomo las intenciones del equipo de Diego Martínez y para seguir analizando el rendimiento de sus jugadores. ¿Cómo ha vuelto el Espanyol en su primera puesta en escena?

UN PASO MÁS EN UNA PRESIÓN CON LUCES Y SOMBRAS

El equipo blanquiazul recuperó su versión más agresiva, la del comienzo de la pretemporada en julio y de los primeros encuentros de Liga. Aprovechando que el Torino es un equipo que quiere jugar siempre desde atrás, y en eso destaca en la Serie A, Keidi Bare, Expósito, Vinicius, Lazo y Melamed se asentaron en campo contrario para recuperar balones y poder aprovechar los espacios para finalizar jugadas. Aunque los blanquiazules consiguieron por momentos su propósito, les faltó claridad en el último pase. Sin Darder, no hubo asistencias filtradas a los delanteros y solo Melamed y Joselu, en dos acciones puntuales, pusieron en problemas la meta italiana en esos primeros 45 minutos.

Por contra, y como ya le ocurrió al Espanyol en partidos como ante Sevilla o Celta, cuando los jugadores no lograron recuperar esos balones el equipo tuvo problemas. No fue en esta ocasión a la espalda de los centrales, sino en la desorganización principalmente del mediocampo. Así llegó por ejemplo el tanto de Miranchuk. Los centrales se hundieron y nadie protegió la zona central, desplazados los tres mediocentros a zonas alejadas de presión o sin tener claras las prioridades. El zurdo remató sin oposición. Una acción que se repitió en varias ocasiones. A la presión del Espanyol para ser efectiva, en resumen, le faltó claridad al recuperar el balón y más seguridad cuando el rival la supera y cambia rápidamente la orientación del juego.

Braithwaite.
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Braithwaite.

MÁS ARREONES QUE ATAQUES POSICIONALES

Salvo en la última media hora de partido, cuando el técnico del Torino hizo muchos cambios en el equipo titular y salieron jugadores de su academia (también ocurrió algo parecido en el Espanyol), el equipo perico no logró posicionarse demasiado tiempo en el campo rival. Al igual que en la competición doméstica, a los blanquiazules les costó organizar el juego. Pérdidas en salida, falta de desborde por los costados y ausencia de juego interior, carencias que se fueron alternando durante el primer tiempo.

Por ocasiones, el Espanyol pudo empatar ante el Torino, que también pilló desorganizado a los blanquiazules en los contraataques, pero que sufrió el arreón perico final con ataques más desordenados y con un juego más directo. Aleix Vidal especialmete aportó más que Lazo por la derecha y por allí llegó la mayor parte del peligro. La entrada de Roger le dio algo más de control a un equipo al que también le empujó el aspecto emocional de ir a buscar el empate.

JOSELU Y LAS DUDAS EN DEFENSA

El delantero perico fue nuevamente el jugador más destacado. No solo se impuso en los duelos aéreos en los 79 minutos que jugó, sino que tuvo dos claras ocasiones de gol. Un tiro al larguero y un lanzamiento de falta que se fue por arriba por poco. Si al mediocampo le faltó creatividad, salvo algún destello de Expósito que aprovechó la baja de Darder para ser más protagonista con el balón, la defensa generó dudas como de costumbre.

Óscar Gil no logró ser tan profundo como en otros encuentros y tuvo alguna pérdida comprometida en defensa, mientras que Leandro Cabrera alternó grandes coberturas que salvaron remates claros con otros errores puntuales. Sergi Gómez y Calero, que acabó de lateral, pasaron más desapercibidos para lo bueno y lo malo. Keidi Bare y Vinicius Souza fueron los jugadores que más faltas cometieron del encuentro, pero no consiguieron generar demasiado juego, mientras que Lazo y Dani Gómez siguen sin poder mostrar un ápice de su calidad. Roger Martínez mostró su buen trato de balón y su dinamismo como interior, mientras que Simo tuvo en el área rival un cabezazo que pudo ser gol. Rubén Sánchez sigue sin poder reestrenarse y la vida sigue igual para el Espanyol, que espera seguir mejorando.