Cocca, la segunda víctima de esta plantilla
Tiene toda la pinta. O cambian las cosas o no tardará Diego Cocca en correr la misma suerte que su antecesor en el cargo Paulo Pezzolano como entrenador blanquivioleta. El argentino lleva solo dos partidos, es verdad, pero a cual peor. Si pensábamos que en Girona el equipo había tocado fondo, la realidad es que estos jugadores no paran de sorprendernos y son capaces de superarse semana tras semana, evidentemente en el sentido más negativo posible de la situación. El Real Valladolid está fuera de la Copa del Rey. Un año más sin ser capaces de avanzar a las rondas finales ni de poder ilusionar mínimamente a la afición en la segunda competición que disputa el club. Nada nuevo. Tampoco quiero hacer un drama por haber caído en la Copa. Hay situaciones más urgentes como la Liga en las que serán necesarios volcar todos los esfuerzos.
Pero, ojo. Una cosa es quedar eliminado en Copa, como ya lo han hecho varios equipos de Primera División y otra ofrecer el espectáculo lamentable de Ourense. Una cosa es perder un partido de forma inesperada y otra arrastrar el escudo y la imagen de la entidad. Y eso sí que no se puede consentir. El domingo vimos a un equipo desganado, desbordado y que parece entregado a su suerte. Los fallos defensivos fueron incomprensibles. Las falta de tensión, de acierto, permitió al Ourense bailar a un equipo que de Primera División tiene solo el sello oficial porque por rendimiento, salvo Moro, el resto no están para competir al máximo nivel del fútbol español. Son jugadores cuyas carreras futbolísticas van en claro declive y el problema es que arrastran con su nefasto rendimiento a una institución histórica que nunca vivió un momento deportivo tan nefasto como el actual.
Se puede jugar en Primera, en Segunda o en Tercera, se puede ganar, perder, subir o bajar, pero nunca se puede hacer el ridículo permanente que esta plantilla lleva haciendo desde que comenzó la temporada. Los autores de esta genial obra son conocidos: Paulo André, Fenaert, Catoira y Mazziotti. Cuatro fenómenos a los que Ronaldo ha dejado los mandos de un avión que está a punto de estrellarse. La confección de la plantilla ha sido tan deficiente que se llevaron por delante a Pezzolano y ahora lo harán con Cocca, entrenador que no parece del gusto de los señores futbolistas por lo que se aprecia y por todo lo que se comenta. Por cierto, lo de Cocca dejando al equipo sin cambios el minuto 60 también es como para hacérselo mirar. Su aportación en los partidos y sus explicaciones en las ruedas de prensa son extremadamente preocupantes. De momento, muy flojo el argentino. La genialidad de traer a un entrenador que no conoce ni la Liga ni a la plantilla se puede pagar muy caro. Y deberían pagarlo los responsables, que no paran de errar una y otra vez en cada una de las decisiones que van tomando.
Esto es lo que hay, una situación desesperada que no parece tener solución. Y el sábado el Betis, casi nada, ante una afición que está pasando ya del desencanto a la indignación. Y con toda la razón.
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