Cinco testimonios para recordar quién es Alen Peternac
Víctor Fernández, Fernando Redondo, Dragan Isailovic, Javi Torres y Luismi Quintana rememoran la figura del croata que será protagonista el sábado.
En una de tantas casas con abonos del Real Valladolid, Martín le pregunta a su padre, Daniel, quién es el jugador que aparece en el reverso de su carnet. “Es Alen Peternac, un delantero estupendo que jugó en el Real Valladolid en los años 90″ (1995-2000) explica el progenitor, que sigue: “Marcó cinco goles en un partido y es el máximo goleador en Primera” (55 goles e 153 partidos). Historia viva del club que llegó en la noche del miércoles a la ciudad y que va a recibir varios homenajes en estos días.
Ese mismo Alen Peternac, que fue entrevistado por AS hace tres años, será homenajeado en el encuentro ante el Rayo Vallecano, el sábado, y la mejor manera de conocerle y saber quién era es a través de aquellos que compartieron vestuario y terreno de juego con él. Uno de los que más coincidió con el croata fue compañero en la delantera, Víctor Fernández, que explica: “Sólo tengo palabras buenas para Alen, estábamos en un vestuario que era buenísimo, teníamos muy buena relación, dentro y fuera del campo, nos juntábamos mucho para cenar, para salir”, aunque reconoce: “Él y yo teníamos una relación especial, jugábamos juntos, en el mismo puesto, con un equipo muy defensivo en el que prácticamente atacábamos él y yo solos muchas veces. Nos entendíamos muy bien dentro del campo, era un futbolista que me venía perfecto, a mí me gustaba más bajar, jugar entrelíneas y él era capaz de desmarcarse en cualquier momento en el que yo levantara la cabeza”. No paran ahí los elogios hacia Peternac de Víctor: “Era potente, era bueno, definía muy bien, era un complemento perfecto para mi estilo de juego y yo lo era para él. Nos compenetrábamos muy bien” para finalizar: “Los dos nos hicimos buenos, me hubiese gustado coincidir más con él, pero el tiempo que estuvimos juntos lo disfrutamos”.
Fernando Redondo, que también recibió un bonito homenaje hace unos meses, era entonces el director deportivo del club y tuvo acceso a él, entre otros, a través de Zoran Vekic, quien ya había facilitado las llegadas de Jankovic y Asanovic, mientras que el propio Redondo había firmado en sus viajes a Croacia a Ravnic o Miljus. El histórico jugador, entrenador y director deportivo recuerda: “Él estaba libre y lo incorporamos a prueba en una pretemporada, el verano ya estaba muy avanzado, y desde el primer momento estábamos convencidos. Tenía mucho peligro, tenía gol, era fenomenal. En el segundo partido decidimos firmarle tras el visto bueno de Rafa Benítez y mío”. Redondo, además, no tiene tapujos en afirmar: “Era un 10 como persona, un goleador innato y aquí tuvo su mejor momento”, aunque reconoce que la lesión provocada por Roberto Carlos “le cortó la progresión que tenía, pero estaba a un nivel tremendo, cada vez era más conocido, las marcas eran más rígidas con él”.
Otro de sus compañeros en algunas de las temporadas de Peternac en el Real Valladolid fue Dragan Isailovic, que echó raíces en Valladolid y abrió un par de negocios en la ciudad: Ingoal, centro deportivo, y Eleven, bar. El serbio recuerda con cariño aquellos años y la figura del delantero croata: “Fue una de las primeras personas que me acogió porque teníamos el mismo idioma, íbamos concentrados siempre juntos, sólo puedo decir cosas buenas. Me introdujo en la ciudad, me presentó gente” y cuenta una anécdota: “Una de las temporadas decidieron bajarle de peso, pero era contraproducente en su forma de jugar porque perdía la fuerza que tenía. Por mucho que él se veía bien, marcando abdominales, no era bueno para su forma de jugar porque había perdido su fuerza y le costaba jugar más”. Hay que recordar que en aquellos años la guerra de Yugoslavia y sus vertientes estaban en pleno proceso. Peternac era croata e Isailovic, serbio. Sin embargo este último afirma: “Nunca hablábamos de eso por respeto del uno al otro. Compartíamos idioma y ya te digo que me ayudó muchísimo”.
Javi Torres Gómez también tuvo como compañero a Peternac y tiene una gran recuerdo de él. El exfutbolista explica: “Como persona se adaptó rápidamente a la cultura de aquí, a la vida, a la comida. Aprendió rápido el idioma, hablaba naturalmente a los dos meses, se reía con nosotros. No era esquivo, todo lo contrario. Se adaptó al vestuario, a la vida española y quedó encantado en la ciudad”, mientras que a la hora de valorarle como jugador afirma: “Era muy potente en los primeros metros, la arrancada que tenía era espectacular y conseguía mantener era potencia muchos metros, le gustaba caer a la espalda de la defensa, hacer diagonales potentes y a la hora de definir lo hacía muy bien por fuerza y por calidad. No iba mal de cabeza tampoco, chocaba mucho con los centrales y dio un rendimiento espectacular”. Y recuerda cómo fue su llegada: “Llega en pretemporada para hacer una prueba y hace unos entrenamientos de alucinar... con una fuerza... nosotros estábamos cogiendo rodaje y él venía de competir y tenía un físico muy superior al nuestro. Nos chocaba, nos tiraba a los defensas, nos reventaba en velocidad... hizo unos entrenamientos impresionantes. Llegaba para Segunda, pero fue el verano de la liga de 22 y servía para Primera como después se demostró”. Torres Gómez recuerda también los cinco goles que le hizo al Oviedo en el famoso 3-8: “Metió cuatro de penalti, que tampoco es fácil acertar tanto” en aquel duelo en el que Japón Sevilla pitó seis penas máximas.
En aquella época también estaba en el vestuario blanquivioleta Luismi Quintana, como utilero, y recuerda todos los detalles de la llegada del croata, con el que mantiene contacto gracias al grupo de Whatsapp “Europucela”: “Estábamos en Los Ángeles de San Rafael de pretemporada, después de haber descendido, con un equipo muy joven, muchos cedidos del Castilla, con Rafa Benítez, y el segundo era Cedomir Jovicevic, que fue el valedor de Alen, que vino a prueba. Recuerdo que hizo el míster hizo un partidillo por la tarde para ver al nuevo y en cuanto lo vimos todos sabíamos que se iba a quedar”, al tiempo que cuenta: “No paraba de tirar desmarques, tenía un olfato de gol, siempre estaba en el sitio idóneo, se entendía muy bien con Víctor y con Fernando” y no olvida que “se llevaba muchos palos, sobre todo, a domicilio”, mientras recuerda aquella entrada terrorífica que le hizo Roberto Carlos y que lesionó al croata: “En un partido en Zorrilla contra el Real Madrid, el brasileño le hizo una entrada que no venía a cuento porque era a la altura de los banquillos, muy fuerte y que le produjo una lesión grave que le mantuvo mucho tiempo fuera de los terrenos de juego”. Si buenas son las palabras de Quintana respecto a su calidad futbolística, no son peores las que hablan de Peternac como persona: “Era un chaval muy alegre, tenía desparpajo, no llegaba cortado. Desde el primer momento cayó muy bien en el grupo y estaba avalado por Cedo, que era como su padre deportivo”.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.