Chimy Ávila, en vilo
El argentino no tiene un sitio claro en el proyecto del Betis y espera pretendientes en el mercado. Sólo jugó 600 minutos en la pasada Liga y la cantera aprieta.


Chimy sí o Chimy no. Es una de las dudas que envuelve el plan de Manuel Pellegrini de cara a su próximo proyecto. El argentino no es un fijo en su plantel y por ello se le abrieron las puertas de salida desde hace semanas con el fin de que pudiese estudiar la posibilidad de un adiós que le entregase más minutos de juego. En este año y medio en Heliópolis, su rol se quedó en secundario, jugando algo más de 600 minutos en la pasada Liga y viendo cómo las lesiones condicionaron su puesta en liza. Ahora tanto el Betis como el jugador esperan pretendientes.
El mercado no se movió en demasía hasta el momento y el Betis sabe que su ataque tiene muchas incógnitas de futuro. La idea de la dirección deportiva es dar un giro a esa línea ofensiva y que llegue algún competidor para Cucho Hernández. Pellegrini sabe que el caso de Chimy es especial: se trata de una pieza que puede encajar en varias posiciones y que siempre da respuestas a nivel de compromiso. El chileno también sabe que no se convertirá en una opción titular a menos que las circunstancias cambien.
El futbolista no quiere un rol secundario en el Betis, pero confía en que ese escenario pueda cambiar. Mientras trata de ganarse su sitio en la antesala de la vuelta al trabajo, también mira de reojo por si surge alguna oportunidad para seguir sumando más minutos de juego y elevar su rendimiento. En Heliópolis existe hoy un elemento que dispara con más fuerza esa competencia: la cantera está respondiendo y son varios los jugadores como Pablo García que aprietan para ganarse una oportunidad con Pellegrini.
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