Catena: “Me ha costado llegar a Primera, por eso lo valoro muchísimo cada día”
El central ha dejado su querido Rayo Vallecano para iniciar una aventura en Osasuna, donde podrá participar en la Conference. Se lo ha tenido que currar desde muy joven pero no quiere ponerse como ejemplo de nada.
Alejandro Catena (Móstoles, 28 años) no es un futbolista al uso. Uno de tantos jugadores de élite que se centran en su profesión y apenas reparan en lo que hay alrededor. En su caso, ha forjado unos valores que hacen de él una persona especial y con la que da gusto hablar. Su faceta solidaria emociona y una conversación con él durante unos minutos minutos enriquecen a cualquiera. El central ha dejado su querido Rayo Vallecano para iniciar una aventura en Osasuna, donde podrá participar en la Conference League. Se lo ha tenido que currar desde muy joven y ha pasado malos momentos, pero rebosa humildad, no quiere ponerse como ejemplo de nada.
La pretemporada, aunque ya queda atrás, le fue de cine- ¡Se desató con tres goles a la Real Sociedad!
Se ha dado bien, sí. A nivel personal me he ido sintiendo cada vez más cómodo Y de equipo, hemos ido creciendo, teniendo mejores sensaciones. Muy contento con ese día de la Real Sociedad, no había logrado nunca tres goles, ojalá pueda meter alguno más durante el año, para ayudar al equipo.
¿Se ha encontrado en Pamplona lo que esperaba?
Si. Las expectativas que me había creado a raíz de conversaciones previas eran muy buenas y altas, en cuanto al equipo en el campo y también el ambiente con los compañeros y los trabajadores del club. Se están cumpliendo porque desde el primer momento me están acogiendo muy bien. Me siento muy cómodo. He venido a un sitio que te ayuda a trabajar a gusto, a crecer... y eso me anima aún más a aportar todo lo que tengo y aumentar las ganas para colaborar con lo que tienen aquí.
“He ‘sufrido’ El Sadar como rival y tengo muchas ganas de sentir ese ambiente como local”
Tendrá ganas de conocer El Sadar como local. ¡Y lo va a saborear con un pulso ante el Athletic! La rivalidad es enorme.
He ‘sufrido’ El Sadar como rival y tengo muchas ganas de sentir ese ambiente como local. El otro día en Vigo todos los aficionados que se desplazaron se hicieron notar. Fue increíble el ambiente que crearon, así que no me quiero ni imaginar lo que vamos a vivir el sábado. Más aún contra el Athletic. Son partidos vibrantes. Será bonito, especial y difícil.
Aridane ha hecho el camino inverso: Pamplona-Vallecas. Curioso...
No he hablado con él. Nos conocemos de jugar en contra, pero no tenemos una relación más allá de eso. Me consta que está bien en Vallecas, el otro día también empezó con buen pie. Desde la distancia, excepto en dos partidos, al Rayo le deseo lo mejor. Y eso espero para él, porque será bueno para el club.
Iba a Vallecas de niño a ver los partidos del Rayo. Estaba muy arraigado allí. ¿Le costó salir o percibía que era una etapa acabada?
Fácil no fue, para nada. Me costó tomar la decisión. Llevaba allí cuatro temporadas y media y me sentía muy a gusto, era mi casa. Estaba identificado con el club, la afición y el ambiente que se genera en el campo. Eso provoca un sentimiento de identificación muy grande. Pero en nuestra vida los jugadores, en general las personas, sentimos la necesidad de abrir un nuevo camino, de probar una nueva experiencia, y creo que me había llegado el momento. Hice las cosas de la mejor manera posible. Acabé mi contrato, respeté al club hasta el último instante. Y ahora le seguiré desde la distancia, porque allí he dejado muchos compañeros y amigos que han marcado en mi vida.
¿Todos los problemas que ha tenido el Rayo a nivel estructural y económico le entristecen?
Allí en Vallecas los jugadores estábamos muy involucrados en el día a día del club, no solo en los entrenamientos o lo que nos repercutía más directamente: cuestiones que no eran las idóneas y que se podían mejorar, con la afición u otros sectores dentro del club. Queríamos que el Rayo avanzase y duele si las cosas no salen bien, por el hecho de que te involucres tanto y lo sientas como parte tuya. Pero el club va haciendo poco a poco las cosas mejor. Reflejo de ello es que se está asentando en Primera sin ser el equipo ascensor de otras etapas. Antes siempre estaba cerca de bajar a Segunda y estos últimos años hemos conseguido mantenernos con solvencia. Y eso también en parte es porque se está remando en el club para hacer las cosas mejor.
“Las personas sentimos a veces la necesidad de abrir un nuevo camino, de probar una nueva experiencia, y creo que me había llegado el momento en el Rayo”
¿Cree que el paso adelante que da se debe a que llega a un finalista de Copa y un participante en la Conference, aunque casi se queda fuera de ella?
Consideraba que venir aquí era dar un salto en mi carrera. Más allá de los resultados que logró el equipo la temporada pasada, por la trayectoria ascendente que viene teniendo últimamente el club, el estilo de juego, el vestuario... pensaba que me iba a venir bien y que me serviría para seguir creciendo. El tiempo dirá si de verdad es así, aunque estoy convencido de que aprovecharé la oportunidad y me vendrá bien tomar esta decisión.
Llega a Pamplona un jugador ya consolidado en Primera, incluso que sueña con la Selección.
Estas cosas no dependen del todo de uno mismo... No me las tomo nunca como un objetivo marcado al cien por cien, aunque siempre tienes esa ilusión. Si tu rendimiento es bueno, el equipo marcha bien, que acompaña mucho, y se juntan todos esos factores necesarios, es algo que ilusiona pensarlo. Si un día llega, ojalá, lo disfrutaría mucho y estaría orgullosísimo. Si llega será producto del buen trabajo mío y de los compañeros del equipo.
¿Lo más duro que le ha tocado fue aquella desaparición del histórico Reus por las deudas y el descenso del Rayo poco después de llegar?
Lo del Reus fue un mazazo, pero dentro de nuestro mundo, del fútbol profesional, porque en la vida hay otros problemas mucho más graves. Hay que pasar página, pero no olvidarlo ni restar importancia. Allí no sólo salimos perjudicados los jugadores o el cuerpo técnico, sino muchos trabajadores del club que se quedaron en la calle. Unos aficionados de un club con muchos años de historia se quedaron sin el equipo al que animar cada fin de semana. Todo por problemas económicos, mala gestión o lo que sea. Fuimos muchos los damnificados. Me hizo más fuerte, porque una situación así, te ayuda a poner el foco en lo verdaderamente importante. Fue difícil para todos.
Empezó de muy joven de delantero. Ha pasado por todas las categorías del futbol español y saltó muy rápido de Segunda B a Primera. Podría dar una charla a muchos que están empezando de lo que es currárselo en el fútbol.
Me ha costado llegar a Primera, por eso lo valoro muchísimo cada día. No termino de dar por hecho que soy un jugador asentado en Primera, porque vengo de muchos años atrás jugando en categorías muy modestas y sabiendo lo difícil que es estar en el fútbol humilde. No soy nadie para dar charlas o consejos, pero sí es verdad que he vivido todas las fases del futbol, no solo lo bonito en estadios grandes con el público animando y las cámaras y focos por la noche apuntándote, sino el otro futbol que te enseña muchas cosas.
“¿La Selección? Si un día llega, ojalá, lo disfrutaría mucho y estaría orgullosísimo”
¿En qué espejo se mira? Hace poco dijo que se fijaba en Van Dijk. ¿espera hace buena pareja con David García?
Veo mucho fútbol y me fijo en los comportamientos de los centrales en los partidos, pero no tengo un referente. Vengo a un sitio en el que voy a aprender mucho, porque tiene muy buenos defensores. Unai y David (García) son increíbles, Jorge (Herrando), que viene del filial, nos va a apretar mucho. Me va a servir estar cerca de ellos.
No ha descuidado su formación. Tiene la carrera de...
...Economía, en inglés.
Y fomenta su faceta solidaria, alentando la idea de que muchos futbolistas son viven encerrados en una burbuja.
Somos personas, tenemos nuestras convicciones, nos afectan y duelen las cosas. A veces empatizamos con cosas que, aunque no sean problemas que nos tocan en primera persona, tenemos gente alrededor que pueden estar viviendo una situación diferente, de sufrimiento. Los jugadores no somos máquinas, lo que se ve por la tele, gente corriendo y golpeando a una pelota. Hay sentimientos detrás y es una parte importante del jugador.