Caso Dani Olmo: con Kike García no hubo clemencia
El hoy jugador del Alavés estuvo seis meses sin jugar en el Eibar en 2016 por llegar tarde el transfer del Middlesbrough.
Anda el Barcelona inmiscuido estos días en el propósito de conseguir lo que nadie antes logró: que le sea aprobada una moratoria para poder inscribir a Dani Olmo y a Pau Víctor, una vez que finalizó el plazo (31 de diciembre) que tenía para inscribirlos definitivamente. LaLiga desestimó la solicitud del Barça al no poder certificar que la totalidad de los ingresos de los inversores de Qatar y Dubai hayan llegado.
Intentando dar un último giro a su desesperante situación, el Barça calcula que mañana (viernes 3 de enero) tendrá ya todo el dinero ingresado por la venta ya acordada de unos asientos VIP del futuro Spotify Camp Nou.
En un principio, la postura de LaLiga y de la Federación es intransigente y no está por la labor de tragarse el sapo que le quiere colar el Barça, por más que Laporta se crea capaz de todo, incluso de generar un antecedente.
Hay precedentes de casos similares en los que LaLiga no tuvo clemencia, como fue el caso del fichaje de Kike García (hoy en el Alavés) por el Eibar en el mercado de fichajes de enero de 2016. El Eibar acordó el fichaje del delantero con el Middlesbrough, pero el club inglés envió tarde la documentación, entrando un minuto después de las 24 horas del 1 de febrero. LaLiga fue inflexible y, aunque solo fuese por un minuto de retraso, no permitió a Kike García jugar pese a que había firmado un contrato por tres temporadas.
Por consiguiente, Kike García abandonó Middlesbrough, se incorporó al Eibar y se entrenó con los eibarreses hasta el 30 de junio de 2016, pero no le permitieron jugar ni un segundo con el Eibar hasta el 1 de julio.
Si ahora al Barça se le concede la moratoria que Laporta solicita, LaLiga creará un precedente de trato a favor a un club frente a los demás.
El precedente de Pedro León con el Getafe en 2014
Un caso muy parecido al de Dani Olmo ocurrió en 2014 con Pedro León. El centrocampista murciano llegó al club azulón en 2011 en calidad de cedido por el Real Madrid. Dos años más tarde, en 2013, se formalizó su traspaso a cambio de 6 millones de euros y pasaba a pertenecer en propiedad al Getafe. El problema llegó el verano siguiente, cuando el club superó su límite salarial (de 17 millones de euros por aquel entonces) y LaLiga, ya presidida por Javier Tebas, impidió la inscripción del jugador.
Se da la circunstancia de que Pedro León había tenido ofertas ese mismo verano para abandonar el club y su ficha fue la última que tramitó el club, pues antes ya habían sido inscritos todos los demás componentes de la plantilla, a sabiendas de que se excedería el límite (era el jugador que más cobraba de aquella plantilla con un sueldo de más de dos millones de euros anuales). El jugador denunció al club y la AFE a LaLiga. La RFEF, presidida por Rubiales y enfrentada a la patronal, decidió expedir la licencia del jugador (al contrario que ha ocurrido con Olmo), pero LaLiga amenazó con que el Getafe incurriría en alineación indebida si jugaba. Finalmente la justicia ordinaria concedió la cautelar al jugador (a diferencia de lo que ha ocurrido en el caso de Olmo), que pudo volver a jugar seis meses después.
Lo que sería un dato esperanzador para el Barcelona cambió dos años después, cuando tras un largo proceso judicial a raíz del recurso de LaLiga, el Tribunal Superior de Justicia dio la razón al ente presidido por Tebas y desestimaba el anterior recurso del jugador y la AFE. Un año después el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid volvió a desestimar un nuevo recurso del jugador.
Okazaki se fue libre del Málaga en 2019
No terminan ahí los casos que recuerdan al de Dani Olmo. En 2019 el Málaga fichó a Shinji Okazaki procedente del Leicester. Tras hacer la pretemporada con el club andaluz llegó el último día de mercado y no había espacio salarial para inscribirle. LaLiga no se creyó la bajada de sueldo que el Málaga había presentado a última hora para intentar salvar la situación y finalmente el japonés dejó el club libre y terminó fichando por el Huesca.
Otro caso de denegación de inscripciones se dio mucho antes, en 2005. Antes del arranque de la temporada, al Murcia se le negó desde la Liga Nacional de Fútbol Profesional la inscripción de algunas fichas. Por entonces, el que hoy es presidente de la LFP, Javier Tebas, era el vicepresidente. El Murcia, presidido entonces por Jesús Samper, rompió su compromiso con el G-30 y la LFP aseguró que impugnaría sus partidos, pero el caso es que Pignol, Héctor, Corona, Nacho Garro, Samuel, Pablo Sierra, Kreuz, Aureliano Torres y Diego Alonso pudieron ser inscritos. Entonces, eso sí, la RFEF justificó la decisión en el vencimiento del convenio por el cual la LFP era la encargada de visar las fichas. Al estar sin renovar el convenio, pudo tramitar las fichas por su cuenta.
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