Canales, al ralentí
El cántabro, lejos de su mejor nivel, espera elevar su juego en un mes lleno de exigencias. Pellegrini traza un plan para moderar sus esfuerzos.
La Copa del Rey, la Liga y la Supercopa de España. El Betis encara en este mes de enero un pack de desafíos para los que necesita al mejor Sergio Canales. El cántabro, clave en el esquema de Manuel Pellegrini en cualquiera de sus roles, está lejos de su mejor nivel. Lo demostró en la cita ante el Athletic y el propio técnico chileno habló de la necesidad de cierta adaptación al ritmo competitivo tras un parón en el que su futbolista atravesó algún que otro problema físico. Fue titular en el último envite de Liga, pero la idea de Pellegrini es limar sus esfuerzos para reencontrarse con su versión más diferencial, la que resulta totalmente vital para el crecimiento de su equipo y la pretensión de seguir agarrado a sus ambiciosos objetivos.
Pellegrini sabe que Canales tiende a ser más incisivo con la suma de partidos y que quizás un descanso en los próximos duelos no sea su mejor aliciente para encontrar su mejor nivel. El futbolista, además, es la pieza que más minutos jugó de esta plantilla en la presente campaña y pretende tener continuidad a las puertas del tramo decisivo del curso. El santanderino tiene un peso muy específico en el esquema de su técnico. Es uno de los líderes ofensivos en la construcción de juego y no tiene un sustituto natural en el plantel. Por ello, los mimos del técnico son justificados.
Con miras a la Copa, Pellegrini analizará en qué estado de forma llega el jugador y si conviene o no entregarle otro puñado de minutos o reservarlo para la cita de Vallecas del fin de semana. Mientras, hay varios jugadores que levantan la mano para tratar de ejecutar sus virtudes sobre el césped pese a la distancia futbolística que pueda existir. Rodri puede ser usado entre líneas y el también canterano Dani Pérez ya demostró tener fútbol para comandar esas tareas de construcción de juego. Todo está en manos de Pellegrini y del propio Canales. Entre ambos ya se busca la receta para que la magia del cántabro vuelva al césped lo antes posible.