Camarasa, once meses después
El medio centro del Betis tuvo minutos en el amistoso ante el Atalanta tras estar fuera por lesión desde el 21 de enero. Surgen interrogantes sobre su futuro en Heliópolis.
Víctor Camarasa fue el nombre propio del amistoso que el Betis disputó ayer ante el Atalanta. El 0-3 encajado por el equipo verdiblanco supuso un revés que sólo encontró un amago de sonrisa cuando el centrocampista ingresó al terreno de juego y se llevó la ovación del Benito Villamarín. Once meses después. Un calvario sumado a un pasado que ya truncó en múltiples ocasiones su intención de ser importante en el equipo verdiblanco. Parece que tiene una enésima oportunidad por delante. “Desde que estuvimos concentrados para este partido sentí que era algo muy especial después de tanto tiempo”, advirtió el jugador al término del amistoso. Arranca un nuevo punto de partida para él.
Y su tiempo de juego ante el Atalanta supone nuevos interrogantes para el club y el futbolista. ¿Está preparado para luchar por un dorsal a partir de enero? Las circunstancias que envuelvan el próximo mercado deben responder a esa posibilidad. También el marco de necesidades que pueda tener Manuel Pellegrini, que tiene un centro del campo con varias piezas pero también vislumbra un periodo de diferentes competiciones que exigirán un banquillo con buen fondo.
Camarasa no duda en soñar con todo lo que venga. Tiene claro que se agarrará a cualquier opción de tener protagonismo en el club verdiblanco y sino buscará otras vías para tener tiempo de juego sobre el césped. El futbolista siempre estuvo agradecido a la entidad por el esfuerzo de la misma de ampliarle un año más su contrato tras lesionarse la pasada campaña. Ahora, tiene la esperanza de que las lesiones le entreguen cierto aire en el futuro cercano. Fue la gran sonrisa verdiblanca de ese amistoso ante el Atalante previo al reinicio de la Liga.