Benzema, tapón de galácticos
Desde la llegada de Rodrygo (45 millones), Jovic (63 millones) y Hazard (115 millones) en la temporada 2019-2020, el Real Madrid no ha incorporado ninguna estrella arriba.
Aunque el Real Madrid viene de conseguir un doblete histórico la pasada temporada, lo cierto es que el desembolso económico de los blancos en la zona de arriba ha sido nulo en los últimos tres años. Los motivos por los cuales no se han producido estos fichajes son varios, pero el principal es el extraordinario rendimiento de Karim Benzema. El francés, máximo candidato a ganar el Balón de Oro, ha provocado con sus actuaciones que no sean tan necesarias las incorporaciones en la delantera. Evidentemente la gran mejoría de Vinicius y el rendimiento goleador de Rodrygo en los partidos claves este año ha sido notable, pero el delantero de 34 años ha estado por encima de ellos en importancia.
Lo cierto es que han sonado muchos nombres en los últimos años, algo que siempre suele ocurrir en la órbita madridista. El nombre de Mbappé ha sido el más conocido, un viejo anhelo que no ha llegado por razones que todos conocemos. Quizá este jugador ha sido sobre el que menos influía el gran nivel de Benzema por su gran presente y futuro, pero sí que es verdad que alivia al aficionado merengue pensar que, aunque no viene Mbappé, está Benzema.
Con Haaland, la presencia de Karim sí que ha influido más. Al jugar en la misma posición, siempre se ha dudado sobre si podrían congeniar en el terreno de juego dos delanteros centros con facultades tan similares. Por Haaland hubo contactos, pero el nivel de Benzema (44 goles en la última temporada) es tal que el Madrid no aceptó las pretensiones económicas de Haaland y su entorno. Con un delantero a este nivel no tiene demasiado sentido realizar un desembolso económico importante para la misma posición.
El nivel de Benzema ha sido especialmente alto en los últimos cuatro años, precisamente desde la salida de Cristiano Ronaldo a la Juventus (desde entonces, Karim es, con 92 dianas, el sexto máximo goleador de las cinco grandes ligas europeas). Sin embargo, el francés lleva siendo un jugador imprescindible en el once inicial prácticamente desde que llegó. En el año 2014, Robert Lewandowski, en esos momentos en el Borussia Dortmund, estuvo muy cerca de fichar por el Madrid, pero ahí apareció la figura de Benzema. Las condiciones económicas que le ofrecía el Madrid eran mejores que las del Bayern de Múnich (el otro equipo que estaba en la puja), pero al saber que sería el suplente de Benzema se pensó mejor la oferta y firmó por el club alemán. Indirectamente, el ex del Lyon fue clave en la no llegada del polaco. Una vez más.
Benzema ya está considerado como una leyenda madridista. Sus actuaciones desde que llegó en el año 2009 han ido de menos a más hasta llegar a ser quizá el mejor jugador del mundo. Es cierto que ya con 34 años quizá necesite más descanso y un recambio de nivel que le de determinados respiros a lo largo de la temporada. Pero tampoco es algo prioritario, ya que ha demostrado de sobra este curso que con una buena dosificación de esfuerzos no es necesario fichar a otro galáctico.