Balón de Oro, balón de oxígeno
Regresa Karim Benzema casi un mes después y Ancelotti dará descanso a los más castigados por el virus FIFA. Oroz, recuperado, en el escaparate del Santiago Bernabéu.
Karim Benzema sufrió una bursitis en su rodilla derecha a la media hora del partido que el Madrid jugó en Glasgow el 6 de septiembre. Sin él, el equipo ha metido once goles, firmados por siete jugadores diferentes, en 330 minutos. Pero una cosa es sobrevivir sin él y otra no reconocer que es el futbolista más importante de la plantilla. Regresa hoy ante Osasuna, casi un mes después y tras haber utilizado la lesión en beneficio propio: Ancelotti le preparó la pretemporada que quedó incompleta en verano por su tardía incorporación. Le habrá ayudado, porque aunque ha marcado cuatro goles en seis partidos, no ha ofrecido su habitual versión Balón de Oro. También Osasuna tiene algo que celebrar. La baja por sanción de Chimy Ávila queda compensada por el regreso de Aimar Oroz, símbolo de futuro del club que se perdió los dos últimos partidos por una lesión de tobillo (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
Ancelotti se ha manejado bien hasta ahora en las jornadas pos-FIFA. El equipo ganó los cuatro partidos posteriores a los parones de la campaña pasada y solo pinchó en el que afectó a las selecciones sudamericanas en febrero, con una derrota copera ante el Athletic. Ahora, superadas sus reticencias a las rotaciones (aún no ha repetido once) y cuando comienza ese maratón premundialista de doce partidos, probablemente medirá mucho los esfuerzos, pese a que en esta ocasión no hubo viajes transoceánicos. Aunque ha salido mejor librado que el Barça del envite, del cartel se ha caído Modric, que como Courtois o Tchouameni jugó completos los dos partidos de las fechas FIFA. Regresó lesionado, pero incluso sano hubiese descansado. También traen una paliza encima Valverde (172 minutos), Alaba (159′) y Mendy (155′). Dos partidos, aunque incompletos, jugaron también Hazard, Rodrygo y Vinicius. Este último es el único lujo del que no puede permitirse prescindir el Madrid, pero el resto tendrá un respiro de inicio o durante el partido.
La hora de Ceballos
Frescos llegan los que se quedaron aquí, entre ellos Nacho, Kroos y Ceballos. A este se le abre una puerta en los próximos dos partidos. Es lo más parecido a Modric en la plantilla y ha disputado ya ocho encuentros de nueve, aunque solo uno como titular. En el resto tuvo una participación residual.
Osasuna, lógicamente, se ha visto mucho menos atacado por el virus FIFA. Jagoba Arrasate solo perdió al croata Budimir (62′ ante Austria) y al marroquí Abde (22′ en la suma de los partidos ante Chile y Paraguay). Y, pese a la última derrota en casa ante el Getafe, el partido le llega en buen momento: comenzó la jornada quinto en la clasificación, a un punto de zona Champions.
Arrasate le ha dado una apreciable estabilidad al equipo. Lo subió en 2019 y ha sido dos veces décimo y una undécima en sus tres temporadas al frente del equipo en Primera. Solo en la 20-21 pasó un momento de apuro. Doce jornadas sin ganar le hicieron colista, pero el club supo mantener la calma. Y con pocos fichajes (Moi Gómez, Aitor, Rubén Peña y Abde) ha ofrecido un gran tono en el inicio de esta campaña con sus armas tradicionales: buena presión alta, máximo aprovechamiento de sus goles (12 puntos con siete tantos, el mejor ratio de la categoría), posesión moderada (49%), pocas pérdidas y juego en largo.
La joya de Tajonar
Hoy podría protegerse con una defensa de cinco y le faltará su principal goleador, Chimy Ávila (tres tantos), expulsado ante el Getafe, pero tendrá a Aimar Oroz, la sensación del curso. Oroz, de 20 años, llegó al club con once años. Ya entonces llamaba la atención su personalidad como mediapunta. “No es que viniera un club a por él. Vinieron seis (Madrid y Barça incluidos). Pero prefirió formarse en Tajonar”, reconoció Ángel Alcalde, director de la academia de Osasuna, en Diario de Navarra. Arrasate le hizo debutar en Segunda, con solo 17 años. Uno antes había firmado su primer contrato profesional. Al año siguiente le puso en dos partidos de Copa. Y la temporada pasada metió once goles con el Promesas. Había ganado el físico que siempre le faltó y estaba listo para dar el salto. En 2020 firmó su primera renovación, con una cláusula de 14 millones, y este junio amplió el contrato hasta 2026, con un blindaje que ya es de 28. “Ha progresado en la presión y mejora la jugada a nivel técnico”, dice Arrasate.
El Madrid siempre ha mirado a Osasuna como un peligro mayor de lo que indica su palmarés. Sus dos victorias en el Bernabéu (0-4 en 1990 y 0-3 en 2004) resultaron estruendosas, pero su última racha es muy negativa: lleva 16 partidos sin ganarle al Madrid, aunque el año pasado sacó un empate del Bernabéu. Su último triunfo data de 2011, con Camacho en el banquillo rojillo. Solo Benzema queda de aquel duelo. Eran otro Madrid, otro Osasuna y, sobre todo, otro Benzema.
