Balde se asoma al Clásico
Xavi medita recurrir a Balde, canterano, en la derecha para frenar las subidas de Vinicius o en el carril izquierdo para aprovechar su verticalidad.
Alejandro Balde tiene todos los números de estrenarse en un Clásico este domingo y además formando parte del once de gala. Xavi cuenta totalmente con el canterano para reforzar la retaguardia, donde todo apunta que no estará Gerard Piqué, marcado y señalado tras el empate ante el Inter del miércoles. La gran incógnita es saber dónde colocará Xavi a Balde: u ocupando su posición natural en la banda izquierda o ubicándose en el carril derecho para frenar las incursiones de Vinicius junior. Y es que Balde es el jugador más rápido de la plantilla, por lo que la opción que acabe siendo el ‘stopper’ del brasileño está sobre la mesa.
Todo dependerá del estado físico en el que llegue Jules Koundé, que recibirá este sábado el alta y viajará a Madrid. Si el central francés está al cien por cien, Xavi podría alinearlo como lateral derecho y ser el secante de Vinicius, pero si el francés está aún un poco falto de ritmo -lleva tres semanas fuera de los terrenos de juego-, entonces se ubicaría en el eje central, acompañando a Eric Garcia. No hay que olvidar que Koundé llega muy justo al Clásico y hay un riesgo real de recaída si fuerza más de lo necesario, por lo que serán los técnicos quienes acaben consensuando con el jugador la mejor opción.
La última pieza en la defensa la completaría Marcos Alonso, que también podría variar su posición en la pizarra. Si Koundé es el lateral derecho, entonces el madrileño jugaría como central, mientras que si finalmente el francés es central, Marcos Alonso sería el lateral izquierdo.
Si se confirma este cuarteto defensivo, Xavi dejaría fuera del once a tres capitanes de una tacada: Sergi Roberto, Gerard Piqué y Jordi Alba. De hecho, el único que tiene opciones de seguir en el once es Sergio Busquets, pendiente en todo caso si Frenkie de Jong juega en su posición o si finalmente lo hace como interior. Sea como fuere, el mensaje de Xavi a los capitanes sería claro y meridiano: el relevo generacional es ya un hecho y no hay vuelta atrás.