‘Ave Fénix’ Carvajal
En el Clásico recuperó crédito y reforzó la confianza que Ancelotti le ha tenido. Indiscutible: desde su lesión en enero sólo ha ‘parado’ en dos partidos. Tiene contrato hasta 2025.
En días de fe, es obligatorio hablar de la que Ancelotti ha demostrado tener por Carvajal. Casi ciega. Incondicional, pese a que su rendimiento abriese un serio debate en torno al lateral derecho. El punto crítico llegó en el Camp Nou, la gran noche de la temporada (con permiso de lo que acontezca la Champions), cuando era matar o morir ante el eterno rival. Un partido que podía cambiar, incluso, el futuro de Ancelotti: ganar era dar un golpe sobre la mesa y caer, asomarse al abismo. En un todo o nada de estas dimensiones es la mayor prueba del algodón: juegan los que tengan más confianza. Los hombres del entrenador. Porque en un escenario así, desaparecen experimentos y tirones de orejas. Carvajal jugó... y recuperó crédito.
Fue uno de sus mejores partidos esta temporada, con cuatro lances ganados y un 100% de éxito en duelos aéreos. Con balón, firmó un 86% de acierto en pases totales y completó dos de los tres centros. Certero, notable en defensa y poco a poco, mejor en ataque. Porque en sus primeros minutos, cuando el Barcelona más miedo insufló, continuó transmitiendo cierta sensación de fragilidad; pero con el paso de los minutos fue recomponiéndose, llenado el depósito de confianza y cosiendo las heridas de una temporada muy criticada. Probablemente con razón, porque el nivel que Carvajal ha mostrado hasta la fecha ha estado por debajo de lo que puede dar. Eso es justo eso lo que ensalza la fe de Ancelotti. Que pese a todo, le ha mantenido. Hasta que ha vuelto.
Incombustible
En enero sufrió una lesión que le tuvo casi todo el mes en el dique seco. “Lleva semanas sin encontrarse al 100%”, aseguraban fuentes del club a este periódico poco antes de que se confirmase la noticia: lesión en el aductor. Nada especialmente grave, pero requería parar. Se perdió dos eliminatorias de Copa (Villarreal y Atlético) y dos jornadas de Liga (Real Sociedad y Athletic), para reaparecer de manera forzada frente al Valencia: la lesión de Militao precipitó su regreso, que se produjo a la media hora de partido. Y desde entonces, imparable: sólo se ha quedado sin jugar en dos de los siguientes 17 partidos. Ha sido fijo para Ancelotti, que le ha dado algún descanso, pero casi siempre ha acabado tirando de él para los tramos finales.
Hasta 2025
Le ha mantenido, mantenido y mantenido pese a las críticas. Y en el Camp Nou, el leganense devolvió toda esa fe con una actuación notable. Encontró un buen cubo de agua para apagar el incendio del runrún: muchos pidieron un sorpasso de Lucas... y el nombre de Vinicius Tobias retumbó con fuerza en las ruedas de prensa. “¿Le ve preparado para ser el lateral derecho titular la temporada que viene?”, se preguntaba a Carletto, que siempre fue cauteloso con el asunto. Tal vez porque quiere ser prudente con la progresión del brasileño (con una opción de compra de 18 millones), o tal vez porque para sus adentros, seguía creyendo que la mejor versión de Carvajal debía volver. Que era cuestión de tiempo. Ha tenido fe en su lateral derecho. Y este, en el partido más caliente de la temporada, respondió.