Así aniquilaron Gabri Veiga y Iago Aspas al Real Valladolid
Los dos grandes ídolos del celtismo encontraron un latifundio en tres cuartos de campo y la frontal del área que pudieron castigar aún más.
El Real Valladolid, como bloque defensivo, cuajó uno de sus peores partidos de la temporada, si no el peor, ante el Celta en Balaídos. Desde el primer minuto, el conjunto de Carlos Carvalhal abrió una herida en la estructura blanquivioleta que sangró a borbotones, una que Pacheta intentó cerrar al descanso, pero sin llegar a cauterizarla a pesar de hacer tres cambios precisamente donde más problemas estaba teniendo, para contener el caudal en tres cuartos de campo. No sirvió para frenar los correteos de Gabri Veiga y Iago Aspas por el latifundio en el que se convirtieron esa zona y la frontal del área, desde donde cargaron con vehemencia pudiendo castigar aún más al Pucela.
Minuto 1: Ocasión de Seferovic
Todo comenzó en el primer minuto. Un balón largo de Sergio Asenjo desde su área se convirtió en una disputa en la que Larin no llegó a participar, lejos del central. El balón cayó cerca de Kike Pérez, que no llegó a cortar y siguió la carrera de Gabri Veiga sin hacerle falta. Javi Sánchez saltó a por ‘O Neno de Porriño’ y provocó que El Yamiq tuviera que salir a Iago Aspas, tarde. ‘El Príncipe de las Bateas’ tocó levemente para Seferovic, quien, liberado, disparó antes de que Luis Pérez le cerrara.
Minuto 13: Palo de Iago Aspas
Las imprecisiones con el balón fueron una gota china que torturó al Pucela, que apenas en dos partidos tuvo un menor acierto en el pase (un 75%, frente al 71% del día del Rayo y el 56% del partido en casa ante la Real). Olaza falló uno de tantos, Kike Pérez encimó en la banda pero permitió la entrega de Aidoo, que se limpió también a Iván Sánchez. Carles Pérez habilitó a Iago Aspas con un pase vertical al intervalo entre los dos centrales, Aspas condujo a la vez que era perseguido por Javi Sánchez y acabó disparando a la cepa poste.
Minuto 16: Gol de Seferovic
Gabri Veiga llega a tocar el balón solo, sin que nadie le encime, en tres ocasiones en el primer tanto. Primero flota en la zona de tres cuartos, sin aparente peligro. Posteriormente, toca por dentro mientras Monchu intenta llegar a la frontal. Desde ahí, gana área, sin persecución y lejos de Javi Sánchez, el central más próximo, que no encima. Es ahí donde el canterano celeste toca de cabeza para que el ariete helvético aparezca entre El Yamiq y Luis Pérez para rematar y convertir el primer gol.
Minuto 32: Gol de Gabri Veiga
Otra cuestión que penalizó sobremanera al Real Valladolid fueron las numerosísimas pérdidas cometidas, algo de lo que alertó después Pacheta. Totalizaron 160; 90, en la primera mitad, siendo ambas cifras récord de la temporada. Una de ellas llegó en el 2-0, que vino precedido de un pase impreciso de El Yamiq a Plano, que cae al suelo intentando alcanzar el cuero y favorece la conducción interior de Galán. Hay una disputa a la que El Yamiq va con tensión y el balón queda muerto en las botas de Kike Pérez, que conduce y lo pierde. Iago Aspas, al primer toque, inicia un cambio de dirección en el que Hugo Mallo rompe hacia afuera para devolverla dentro, donde vuelve a aparecer el capitán. Kike Pérez, esta vez sí, repliega junto a la primera oleada rival, pero nadie contiene la segunda batería ofensiva: a Gabri Veiga, que llega libre de marca a posición de remate para marcar.
Minuto 64: Gol de Gabri Veiga
En apenas cuatro minutos se pasó de lo que pudo ser el 2-1, con un gol anulado a Amallah, al 3-0. Olaza sacó de banda en campo propio, Aidoo ganó a Larin y Larsen a Javi Sánchez en sus intentos de anticipación y Iago Aspas intervino dos veces en la frontal; la primera, de espaldas para que Veiga descargara hacia una zona del campo más despoblada, y la segunda, para habilitar la carrera de Galán, que generó la primera ocasión. En ambas situaciones, el de Moaña tenía a Hongla cerca pero no encima; Veiga, ni eso: tocó sin oposición en la zona de banquillos y, de esa misma manera, asomó en el punto de penalti para hacer el 3-0 en el rechazo de Asenjo.
Minuto 65: Palo de Gabri Veiga
Al Pucela le sentó tan mal el tercero que por momentos vagó como alma en pena. Todo lo contrario que Gabri Veiga, que, hasta su sustitución, fue todo pasión. Merced a esta, saltó a la presión y se anticipó primero a Roque Mesa y luego a Olaza, combinó con Iago Aspas, que esbozó su segundo taconazo del partido, y condujo perseguido por Roque Mesa, que no alcanzó a tapar el disparo abajo buscando la base del poste, con la que impactó el disparo.
Minuto 86: Ocasión de Hugo Sotelo
El ‘bonus track’ que pudo redondear la exhibición de la factoría de A Madroa en Balaídos, a la que luego alabó Carlos Carvalhal, volvió a tener a Aspas como generador. Después de un primer apoyo de Larsen, ‘El Príncipe de las Bateas’ apareció liberado a la espalda de la segunda línea de cuatro y combinó con el gigante nórdico, que la dio de tacón. Entonces, apareció Hugo Sotelo rompiendo entre los mediocentros, delante de los que había empezado la acción, para asomar en el balcón del área, donde Óscar Plano, dormido en el inicio de la jugada, no llegó a tapar. El disparo del ‘37′ lamió la escuadra y no incrementó el castigo; no en lo que a resultado se refiere, puesto que el total de las ocasiones narradas muestra a las claras que el Celta aniquiló al Pucela, aunque el marcador no terminara de indicarlo así.