Arnu, el delantero del futuro que viene en Los Anexos
El punta se convirtió el pasado fin de semana en el primer integrante de la generación de 2007 que debuta en División de Honor con el Real Valladolid.
La estimulante generación de canteranos del Real Valladolid nacidos en 2007 vivió el pasado sábado un nuevo hito de cuantos se espera de ella: el primer debut de uno de sus jugadores en la División de Honor Juvenil, el delantero Adrián Arnuncio, ‘Arnu’. Coincidiendo con su decimosexto cumpleaños, el ariete salió de inicio en el partido contra el Diocesano y tuvo una buena actuación, provocando un penalti en el tramo inicial, en una jugada en la que demostró alguna de sus cualidades.
Arnu es un delantero fuerte, con un físico desarrollado a pesar de su edad, que supera los 180 centímetros y con un tren de inferior potente, lo que le permite ser dañino y veloz al espacio, además de referenciar con su buen juego de espaldas. Ganador de duelos aéreos, por su envergadura, es, además, trabajador en el plano defensivo y tiene aquello por lo que más se le mide a los jugadores de su posición: el gol, puesto el año pasado superó la veintena entre los dos equipos cadetes y lleva ocho tantos con el Juvenil B en lo que va de curso.
Es, de hecho, el máximo goleador de hasta hace poco equipo de Manu Olivas, técnico que le dio la alternativa coincidiendo con su estreno en el banquillo del ‘Divi’ en Los Anexos, igualado con Mariano Villafáfila y por delante de otro cadete como Víctor Fernández, otro de los talentos que vienen en la camada de 2007, autor de cinco goles desde el pasado mes de noviembre, cuando cumplió los 15 años que la normativa marca como edad mínima para poder actuar en la Liga Nacional Juvenil.
El avance del proceso madurativo de ambos no se queda ahí, puesto que Arnu, Víctor y Pascu, como el hijo del mítico ‘21′, internacional por España en categoría sub’16 y su pareja de baile habitual, han comenzado a entrenar con el Promesas una vez por semana, dejando, además, una sensación muy grata en el cuerpo técnico de Julio Baptista y en su vestuario. Con todo, a estos pasos se suman las internacionalidades de otros dos jugadores de 2007, Santi González y David Sanz, así como a las convocatorias con el División de Honor de los porteros Samu Fernández y Unai, muestra del potencial que la generación empieza a mostrar.