Arnáiz y sus cinco minutos con Messi

Es difícil encontrar en la hemeroteca muchas entrevistas a Jose Arnáiz (15-4-1995, Talavera de la Reina). En una entrevista a El Norte de Castilla cuando empezaba en el Valladolid admitió en su momento que tenía pánico a los medios. Este jueves, en Riad, Arnáiz se reencuentrará con un trocito de su carrera deportiva. El manchego, ahora en su segunda etapa como jugador de Osasuna (“la primera me cogió en pandemia y no pude disfrutar de la afición”, lamentó en su presentación el verano pasado) fue una temporada jugador del Barça B, ahora Barça Atlètic de nuevo. Para ser un fichaje del filial, la inversión fue elevada. El club azulgrana pagó 3,4 millones de euros más variables por un jugador que, para más morbo, estaba representado por René Ramos, hermano de Sergio.

Arnáiz no terminó de cuajar. Sólo marcó seis goles en 20 partidos con el Barça Atlètic, pero Valverde tiró de él en el primer mes de la Copa para dar descanso a las vacas sagradas. Y el futbolistas respondió. En cinco ratos con el Barça marcó tres goles (ida y vuelta contra el Murcia e ida ante el Celta en Balaídos). Un buen trabajo que le permitió hacer su debut en la Liga contra el Levante un 7 de enero de 2018. El Barça ganó aquel partido 3-0 y Arnáiz pudo coincidir y compartir delantera con Messi aunque fuesen cinco minutos. Seguramente, un recuerdo para toda la vida. Arnáiz fue uno más en los entrenamientos del primer equipo, que acabó conquistando el doblete, prima incluida para el manchego. La apuesta del Barça, especialmente de Pep Segura, Amor y Gerard, que fueron sus valedores, duró poco. Arnáiz no jugó toda la segunda parte de la temporada por problemas de pubis y el club azulgrana decidió desprenderse de él. Lo vendió por cinco millones de euros al Leganés, que lo cedió justo antes de la pandemia a Osasuna. Después de tres temporadas con los pepineros ha regresado a Pamplona con 28 años, en plena madurez futbolística. Y empieza a hacerse hueco. El domingo, su gol sirvió para allanar el pase de Osasuna a dieciseisavos de la Copa en Castellón. Arnáiz siempre ha respondido a las adversidades. También a las rarezas de los técnicos, Rubén de la Barrera, su entrenador en el Valladolid Promesas, llegó a utilizarlo de lateral y de central en la mayoría de los partidos. Su puesto, sin embargo, era delantero y lo sigue demostrando. Siempre podrá decir que, aunque fuera cinco minutos, un día compartió el tridente con Messi.

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