Aridany Romero: “Salvo Madrid y Barcelona, ningún sitio en España es más solvente que Gran Canaria para ser sede del Mundial 2030”
El consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria insiste: “El Estadio es nuestro, no le pedimos permiso a Las Palmas para hacer eventos”.
“Estamos condenados a entendernos”, aclara. En su coqueto y diáfano despacho reinan el orden y un silencio embriagador. Detrás de la ventana se levanta colosal el Gran Canaria Arena, ese gigante de hormigón, y el pequeño campo de césped artificial que también forma parte del Estadio de Gran Canaria. “Se llama así”, asegura ante la insistencia de Las Palmas en quitarle la preposición al nombre.
Detrás de la Grada Naciente se esconden las oficinas del Instituto Insular de Deportes, el cual preside Aridany Romero desde que hace tres meses tomara posesión como consejero del Cabildo de Gran Canaria, dueño del recinto que acoge los partidos como local de la Unión Deportiva Las Palmas. “Hemos tenido que hacer una inversión de 3,6 millones de euros”, dice en cuanto a las demandas del club y LaLiga para adecuar el recinto del barrio de Siete Palmas al “gran circo” que supone la categoría reina del fútbol español.
El convenio que rige las relaciones entre Las Palmas y el Cabildo de Gran Canaria especialmente a través del uso del Estadio acaba en 2027 y será próximamente revisado. “Nosotros le abonamos a Las Palmas 1,2 millones de euros. Y ellos, a cambio, tienen que pagarnos por el uso de la instalación deportiva en torno a 435.000 euros. Ese es nuestro acuerdo. No hay más”, dice. El balance se hace solo.
También habló sobre el GC Live Fest, macrofestival musical que le cambió la cara al césped del recinto. “Su reposición nos costaba 72.000 euros. Ahora, cero euros. De momento nadie se ha quejado de su estado”, asegura Romero. Estas, y cuantas explicaciones más, a continuación.
¿Qué balance hace de su gestión hasta el momento?
Creo que la clave es poner al día y engrasar todas las herramientas que tiene a su servicio el Instituto Insular de Deportes. El Cabildo debe volver a liderar toda la promoción de la actividad física y el deporte en Gran Canaria a través de políticas públicas. Al final, es básicamente nuestra competencia. De un tiempo a esta parte no es que se hayan obviado, pero se han centrado en otros asuntos también interesantes como son los eventos deportivos. Debemos volver a concentrar nuestros esfuerzos en promocionar la actividad física y el deporte en niños y niñas menores de 18 años. Eso es clave, esencial. Es fundamental que volvamos a prestarle la atención debida a nuestras instalaciones deportivas. El caso más evidente es el Centro Insular de Deportes: el año que viene se va a licitar toda la remodelación de ese icónico lugar de Gran Canaria; estaremos en una inversión en torno a los 15-17 millones de euros. Deben volver a manifestarse, a erigirse en actores principales de la promoción de la actividad física y el deporte a través de las políticas públicas los empleados del IID (Instituto Insular de Deportes). Y esto es clave: volver a actualizar todos sus mecanismos para que sean más eficaces y eficientes. Hay que realizar las promociones internas que tiene pendientes este organismo, hay que traer gente de fuera del mismo para que se revitalice, modernice y rejuvenezca nuestra gestión. En esa tarea, con la próxima inclusión de la gerente, Leticia López, que fue mi gerente en el IMD (Instituto Municipal de Deportes), y que ya se ha finalizado el proceso de promoción de cubrir el puesto, va a ser clave para hacer todas esas cosas. Hay una gestión que es extrapolable a los 21 municipios: la que se hizo en Las Palmas de Gran Canaria cuando fui concejal de Deportes. Por tanto, no soy un novicio, un ajeno a la gestión pública del deporte. El ecosistema completo me conoce. Cuando abro la puerta, como diría Valdano, federaciones, clubes, deportistas, saben a qué voy a jugar.
Viene usted entrenado entonces.
Creo que ese es el elemento diferencial de este consejero con otros.
¿Qué diferencias de gestión hay a nivel insular y municipal que se haya ido encontrando?
La primera es el marco territorial en el que enmarcas tu gestión. Cuando llegué en 2015 como concejal de Deportes al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el presupuesto era de 4.250.000 euros. Y lo terminé, en este último año de mandato, casi rozando los 18 millones de euros. Eso es poner claramente en el cuadro de mando la importancia de las políticas deportivas. Estamos hablando de salud, de sacar a la gente del sedentarismo, de iniciar de manera temprana a niñas y niños en la práctica de la actividad física. Después viene el deporte y después, la competición. Hay que incorporarlos primero a la actividad física. Nosotros fuimos niños, y qué mejor manera que alinear los estudios a la práctica físico-deportiva. Es como la base de la gestación de un futuro profesional en cualquier materia deportiva. Te provee de elementos saludables y conocimientos que te van a servir toda tu vida. Y sobre todo porque lo que sabemos en España es que las niñas, ahora que está en boca de todos la polémica de la selección española femenina de fútbol, por motivos de muy diversa naturaleza se alejan de deporte a partir de los 14 años. Algunas continúan compitiendo e introducen hábitos de vida saludables. Para hacer actividad física no tienes que hacer deporte. No todos tenemos una licencia federativa, competimos o practicamos una disciplina deportiva concreta. Pero sí hacemos actividad física: tenemos un entrenador personal, vamos al gimnasio, tenemos conductas saludables, corremos… Nos incorporamos a la actividad física, y ese es el elemento en el que nos tenemos que centrar. Creo que, en eso, mis 8 años en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria son un ejemplo exportable a los 21 municipios con una visión claramente de liderazgo insular. No todos los ayuntamientos tienen la capacidad económica y financiera que tiene el de Las Palmas de Gran Canaria. Siempre la tuvo, pero otros gobiernos no atendieron estas políticas, creyendo que eran menores. La pandemia nos hizo saber, no solo porque también lo dijo el Congreso de los Diputados, que la actividad física y el deporte son actividades esenciales. Esto tiene un nivel de protección superior, mayor. Es un elemento que los gobiernos han ido incorporando en todas sus políticas, y ese es un firme propósito de este nuevo mandato.
Las Palmas ascendió un sábado y las elecciones fueron un día después. Se puede decir que se estrenó con el ascenso.
Sin tener nada que ver (se ríe). Y en el 2015 también.
¿Cómo son ahora mismo las relaciones entre el Instituto Insular de Deportes y la Unión Deportiva Las Palmas?
Gozan de buena salud, como no podía ser de otra manera. Es nuestro equipo de referencia, es nuestro “equipo señero y sin par”, como dice el himno. Es el principal inquilino del Estadio de Gran Canaria. Tenemos una relación preferencial a través de un convenio que se estableció en 2007 y que marca nuestras relaciones en el ámbito de la explotación del EGC, del patrocinio de la marca Gran Canaria en los partidos de fuera. Es una buena relación entre dos actores institucionales que están condenados a entenderse. Mi intención es esa: entendernos.
En una de sus primeras reuniones con el club le llegaron una serie de demandas para adecuar el Estadio de Gran Canaria a los partidos de Primera División. ¿Cuáles fueron y cuál es su estado actual?
Una era arreglar los bajos de la grada de Tribuna, algo que ya está contratado. Cuando llegamos vimos que LaLiga, a través de su reglamento de retransmisiones televisivas, le pone a los equipos un marco de actuación, un mínimo común denominador que es un nivel de capacidad lumínica, accesos, megafonía… Estamos hablando del evento, si fuese una marca, más internacional que tiene España. LaLiga es el evento más internacional: nos conocen por nuestra comida, por nuestro turismo, pero también por el fútbol. Y la UD Las Palmas tiene la suerte, porque deportivamente se lo ha ganado, de estar en ese gran circo. Son necesidades que tiene que tener el Estadio. Que no es de su propiedad, sino del Cabildo de Gran Canaria. Queremos que la UD esté en ese gran circo, nos interesa y creemos que debe ser así. Tenemos, entonces, que tener una instalación acorde. ¿Qué es lo que hicimos al principio? Las primeras demandas que nos hicieron, que ya venían del anterior mandato, pasan por la mejora de la iluminación del terreno. Es óptima para la Primera y la Segunda División, pero no para los estándares marcados de 4K o de retransmisiones televisivas. Ya tenemos el proyecto. En las próximas semanas se va a licitar el cambio de la iluminación para incluso darle eficiencia energética, luz blanca, ampliación de todos los proyectores porque se necesita más capacidad lumínica. Antes del inicio de la liga hicimos una inversión en torno a los 500.000 euros que eran todas esas cuestiones pedidas por LaLiga: televisiones, accesos, señalética, el césped… En este último aspecto solo nos hemos gastado 72.000 euros y yo he visto muchos partidos en estas últimas jornadas y casi ninguno está como el de aquí. Son inversiones que se tienen que hacer para que Las Palmas pueda competir en ese gran circo. En España se dan muchas situaciones así. Hay clubes que son propietarios de las instalaciones deportivas y clubes que no lo son, como Las Palmas o la Real Sociedad, por ejemplo.
¿De cuánto dinero estamos hablando?
3,6 millones de euros. La iluminación estará en torno al millón de euros. Hay que arreglar cuestiones de accesos, megafonía, emergencia… Se aconseja tener también videomarcadores para las repeticiones, algo que no tiene todavía nuestro estadio. Nosotros hemos establecido actuaciones a corto, medio y largo plazo. A corto, las que he estado comentando: los bajos de Tribuna, iluminación, megafonía, palcos VIP, salidas de emergencia… A medio plazo está la redacción del proyecto del cierre de todo el Estadio. Esa obra que lleva años planteándose por todos los gobiernos y ninguno la ha hecho forma parte del acuerdo entre Nueva Canarias y PSOE (formaciones políticas que sustentan el pacto de gobierno del Cabildo Insular); hay un punto específico que habla de la finalización de las obras, también enmarcadas a ese horizonte de ser sede del Mundial 2030 con garantías. Eso nos pone en una serie de condicionantes que creo que si los miramos para el futuro pueden ser perjudiciales como tener más de 40.000 espectadores en el EGC. Eso le puede perjudicar a la UD, porque hoy está en Primera y mañana, Dios quiera que no, está en Segunda. Y un campo así en con solo 15.000 espectadores en las gradas parece que está desangelado. Todos esos mecanismos son los que tenemos que tener en cuenta. Vamos a hacer la obra de cierre del Estadio de Gran Canaria, remodelación y actualización seamos sede o no. Esto es un compromiso del Gobierno: queremos tener un buen estadio como tenemos un buen pabellón como el Gran Canaria Arena, otro como el Centro Insular de Deportes. Y también vamos a actuar en la Ciudad Deportiva Martín Freire.
Una demanda histórica de la afición de Las Palmas con este recinto es el acercamiento de la Grada Naciente. Justo debajo está la sala de prensa, vestuarios, gimnasio… ¿Es posible llevarlo a cabo?
Es posible, sí. Por lo que me cuentan los técnicos y los análisis que se han hecho, existen estructuras flotantes y soluciones más blandas que permiten cerrar el anillo sin que eso suponga un elemento de carga adicional. Pero también nos dicen, en cualquier caso, que en función del tipo de actuación que queramos hacer se hacen otros cimientos que pueden apoyarse en otros lugares. Que la instalación tenga 20-30 años y esté hecha con una visión no quiere decir que no se pueda actualizar y contextualizar con las nuevas necesidades. Ha pasado en Son Moix, en Almería, en San Sebastián… La ingeniería civil tiene soluciones para eso. Lo que decidamos es lo que se va a hacer. Eso no es un problema.
Conforme se celebraba el GC Live Fest en julio del año pasado se supo que la empresa organizadora se haría cargo del césped del Estadio de Gran Canaria. ¿Está progresando la hierba?
A veces hablamos de ingenieros agrónomos que tienen que venir de fuera… Mira el césped la calidad que tiene y cómo está ahora. Nadie se ha quejado, ni siquiera el director del partido. Mira cómo está el del Almería, como terminó el de San Mamés el otro día tras el partido contra el Betis… Ves otros césped que están en peores condiciones, y este está aguantando perfectamente. Tenemos a los profesionales dentro de nuestro territorio autonómico. Lo que hemos hecho es dar un salto adicional en la mejora de su reposición. Ahora, a los ciudadanos de Gran Canaria la reposición cuesta 72.000 euros todos los años, aproximadamente. Cuando se finaliza la temporada, me he hecho casi un máster sobre esto (se ríe), hay que dejar morir ese césped, se replanta a 8 centímetros, las primeras semillas van germinando de manera horizontal, se germina de nuevo… Como cultura general es un elemento interesante. ¿Qué hemos hecho? Vino aquí el promotor del GC Live Fest y nos dijo: “Soy consciente de que le genero un problema”. Cuando se celebró aquí este evento musical, el más importante que se ha desarrollado en Canarias en los últimos 30 años y que tiene un impacto tan positivo en la economía no solo de Las Palmas de Gran Canaria sino de Gran Canaria en su conjunto (hospedaje, restauración…), se emplearon más de 2.500 personas durante los 15 días de montaje, supervisión y desmontaje. Una administración pública no puede dar la espalda a eso porque se está generando economía, puestos de trabajo… No hay ningún lugar en Canarias con la capacidad de nuestro estadio. El promotor nos dijo que como eso nos podía generar un problema deportivo, económico y social, hacía esta propuesta: le permitimos hacer este evento durante 3-4 años, lo firmamos pagando las tasas que marca la ordenanza, sin ningún trato de favor, y él, para que no le digamos que no en el futuro, nos paga la reposición del césped. “Va a mi cuenta de resultados, no se preocupe”. El promotor nos decía que era pagar el caché de un artista más. Estamos en torno a los 280.000-300.000 euros. Sabemos quién lo hace, contratamos a la misma empresa, él lo paga y nosotros no le descontamos nada. Eso va contra su cuenta de beneficios del festival. Y lo hacen por la tecnología de tepes, que es una aspiración histórica de Las Palmas. Lo hacen Barça, Madrid y no sé si algún club más. Se replanta en Fuerteventura y hay que traerlo con casi 40 camiones. Tenemos la tecnología a la que aspira la UD.
Se podría decir que fue una jugada maestra para ustedes.
Sí… Aquí podría quedar muy bien y decir que qué listo ha sido el consejero. Pero fue una solución que entre las partes hemos sido capaces de poner sobre la mesa. Somos conscientes de la presión que tenemos encima por parte de Las Palmas. La temporada regular se termina en mayo-junio y hay que dejar morir el césped. Pero no podemos darle al EGC un uso solo deportivo. Como sociedad creo que estaríamos perdiendo. En todas las grandes ciudades del país se utilizan estas instalaciones como elementos polideportivos pero también para eventos culturales y sociales. Creo que después del éxito, casi 54.000 personas en dos días en ese vento, el GC Live Fest, el Cabildo de Gran Canaria no puede mirar para otro lado y tiene que seguir favoreciendo el ecosistema y que las partes puedan hacerlo. Y si hay un promotor que es canario y que sabe de nuestras particularidades… “Antes de que me digan que no puedo hacer aquí este festival, que creo que es bueno para todos, abono la reposición del césped”, insistió. Ya estamos haciendo el expediente. No es sencillo pero espero que esté culminado en las próximas semanas. A los ciudadanos de Gran Canaria esta reposición pasará de costarle 72.000 euros a cero euros.
“Al Estadio de Gran Canaria no se le puede dar un uso solamente deportivo. Como sociedad, estaríamos perdiendo”
Las Palmas le puede meter presión por el césped y demás, pero también saca mucho beneficio de un Estadio que suyo no es.
Nosotros no le pedimos permiso a Las Palmas para hacer eventos. Somos el propietario. Sí alineamos nuestras decisiones al entorno deportivo porque no es de deporte base sino profesional, de élite, y tiene unos condicionantes que no son los del Anexo, por ejemplo, o las instalaciones deportivas de cualquier municipio. Aquí hay unos condicionantes: el césped artificial no es el mismo que el natural, hay unas personas que te miden la humedad, la profundidad, el ancho del pelo del césped… Estamos hablando de la élite del deporte mundial. En este sentido, la relación con Las Palmas es buena, sensata. También está estipulado en un convenio firmado por las partes, que las dos lo cumplimos. A día de hoy no hemos tenido problemas, y honestamente no creo que los haya en el futuro.
Este recinto se llama Estadio de Gran Canaria pero la UD se empeña en llamarlo “Estadio Gran Canaria”. ¿Cómo le sienta?
A los que tiene acostumbrados esta nueva Liga de Fútbol Profesional en los últimos 6-7 años es que a las marcas se les protege y trata como se debe. Y tienen incluso un manual de marcas, prestigiando a todos los que son capaces de poner dinero y publicitarnos en ese entorno. Nosotros solicitamos y exigimos lo mismo: este es el Estadio de Gran Canaria. Será una cuestión nuestra analizar cómo se cuida la marca, que convenientemente está protegida en la camiseta, en todos los soportes publicitarios se nos deja un importante lugar… En ese sentido no tenemos queja.
Las Palmas siempre habla de que tiene un casero que le paga un alquiler. Pero es un casero que, por otro lado, le patrocina y paga muchas cosas. ¿La relación entre lo que entra y lo que sale es mayor de la UD hacia el Cabildo o al revés?
Creo que es una relación de éxito en la que también estamos obligados a entendernos. El convenio que tenemos es un acuerdo público, no es oculto. Las partes nos obligamos a eso. Nosotros le abonamos a Las Palmas 1,2 millones de euros. Y ellos, a cambio, tienen que pagarnos por el uso de la instalación deportiva (agua, luz…) en torno a 435.000 euros. Ese es nuestro acuerdo. No hay más. Dura 20 años: hasta 2027. Existe intención por las partes de actualizar este convenio. Primero porque esta figura convenio así, tal cual, ya no existe por ley. Nosotros vamos a iniciar un análisis y trabajo propio desde el gobierno para después hacerle una propuesta a la Unión Deportiva Las Palmas. Este convenio tiene que tener una relación concreta. No son lo mismo los costes, tampoco la repercusión en beneficio de la UD si está en Primera o en Segunda. El soporte publicitario no vale lo mismo, algo que entendemos. Las Palmas también lo tiene que entender, y así sucede, porque hay muchos más condicionantes en Primera. Y dentro de este buen marco de entendimiento con su presidente y su Consejo de Administración estamos condenados a entendernos en beneficio del club, de la protección del bien material, que es del Cabildo Insular de Gran Canaria y, por tanto, de todos los ciudadanos de la isla. Este convenio también se ha quedado obsoleto porque ni siquiera existía el campo anexo. Hay una zona de uso que tiene Las Palmas que no está conveniada sino en acuerdos posteriores. Lo que queremos hacer es un gran acuerdo en el que esté dentro todo lo que se explote y también poner los condicionantes que vea el Cabildo en todo momento. Entiendo que no es lo mismo el soporte publicitario en Primera División que en Segunda o Primera RFEF. Esperemos que no pase nunca…
“Nosotros le abonamos a Las Palmas 1,2 millones de euros. Y ellos, a cambio, tienen que pagarnos por el uso de la instalación deportiva (agua, luz…) en torno a 435.000 euros. Ese es nuestro acuerdo. No hay más”.
¿Qué opciones reales tiene Gran Canaria de acoger partidos del Mundial 2030 en caso de España sea escogida?
Hasta el jueves pasado nos seguían pidiendo información. No solo estamos trabajando para ser sede sino incluso, subsede. Queremos formar parte de esa gran candidatura. Ser subsede implicaría estar el mes antes con selecciones que necesiten una serie de requisitos de campos, instalaciones, hospedaje... Imaginemos que aquí está el Grupo H: Portugal, Alemania, Croacia y Sudáfrica, por ejemplo. Eso es ser sede, que es lo que aspiramos. Miren: no existe, obviando Madrid y Barcelona, candidatura más solvente que la de Gran Canaria. ¿Por qué? Muy pocas capitales de provincia del país, islas o territorios tienen mayor o mejor conectividad aérea que Gran Canaria. La planta hotelera la tienen Madrid, Barcelona y después, nosotros. Hay un gran acuerdo político de todas las instituciones a la hora de transformar el EGC para que cumpla con todos los requisitos que nos pide la FIFA. Contamos con todo. Las zonas de entrenamiento, pudiendo ser Piletas, Barranco Seco, Maspalomas… con cualquier hotel estaría en torno a la hora de conexión por guagua. Hay capitales de provincia en España que eso no lo pueden cumplir. La cercanía, la prontitud, la proximidad… Todo eso lo podemos cumplir. ¿Cuál es el elemento diferenciador? La distancia con el territorio peninsular. Pero si un equipo está en Málaga y pasa de fase teniendo que ir a Bilbao, tarda casi lo mismo el avión que de Gran Canaria a Sevilla. Eso hoy en día ni siquiera es un problema. Creo que una de las candidaturas más solventes en todos los sentidos (técnicos, deportivos, logísticos, económicos…) es la de Gran Canaria.
En esa candidatura también estaría Ucrania…
Se está viendo todo eso. Hay más de 1.100 indicadores que se nos han solicitado, y casi todos estaban en verde del seguimiento que nos está haciendo la Federación. La semana pasada no quedaban ni siquiera naranjas sino en amarillo. Creo que estamos ya en el 95%.
El asunto va muy en serio.
Nos estamos dejando la piel. Si no somos sede para este Mundial será por otras cuestiones que no sean deportivas, económicas, institucionales, geográficas o de conexión. No habrá otro motivo para dejar a Gran Canaria fuera de la candidatura para el Mundial 2030.