Arambarri es la solución milagrosa en el medio azulón
El medio regresa cuatro meses después al Getafe y vuelve directamente al once de Quique.
Cuatro meses han pasado desde que Mauro Arambarri salió del terreno de juego del Coliseum sin poder apoyar el pie. Se lesionó el 1 de octubre de 2022 jugando frente al Valladolid y reaparecerá hoy en el Cívitas Metropolitano. No ha pasado por el banquillo, directamente reaparecerá en el once, prueba de la importancia que el centrocampista tiene en el juego del equipo. Capitán sin brazalete, el uruguayo llegó en 2017, sin apenas experiencia en Europa, a un equipo recién ascendido a Primera División. Bordalás confió en él desde el primer día y Arambarri se convirtió en pieza clave de uno de los mejores equipos de la historia del Getafe.
Los grandes clubes italianos le siguen desde su irrupción y en España se le asoció, precisamente, con el Atlético de Madrid, por ser un jugador a la medida del Cholo. Intenso, ganador de duelos, seguro con el balón. Medio centro con poderío físico y un golpeo tremendo con la derecha, que le llevó a que le apodaran el Bomba, Arambarri vuelve en la situación más crítica que los azulones han vivido en bastantes años. Quique espera de él que sea el salvador, que su espíritu contagie y el optimismo regrese al césped.
Sólo dos victorias sin él
Desde su lesión, el Getafe sólo ha ganado dos partidos de Liga. Con Maksimovic más fuera que dentro por sus deseos de marcharse, Quique no ha encontrado la manera de suplirle. Luis Milla, Aleñá y el joven Algobia han jugado las últimas semanas. En el Cívitas Metropolitano, el de Salto arrebatará el puesto a Algobia y formará en el doble pivote con Luis Milla. La pareja que más ilusionaba a la afición antes de empezar el campeonato y que sólo ha podido coincidir 22 minutos juntos sobre el césped. Hoy serán más.