Aprobados y suspensos del Celta: Milagro interruptus de Aspas
El capitán resucitó a su equipo saliendo desde el banquillo, pero la mala suerte y dos pérdidas de balón, una de Tapia y otra de Unai Núñez, fueron demasiado lastre. Allende confirma su instinto.
Guaita: Regreso para olvidar. Volvió por primera vez al Coliseum desde que se marchó del Getafe y encajó tres goles, dos de ellos de lo más rocambolesco. En el único tanto que pudo impedir su despeje le quedó a placer a Mata para empujar al fondo de la portería. Impreciso con los pies.
Manquillo: Confirmación. Las buenas sensaciones que dejó en su debut las ratificó pese al tremendo golpe que se llevó en la cabeza y que lo dejó noqueado en la primera parte. Intensidad, despliegue y fenomenal asistencia a Larsen. Le faltó puntería en una ocasión de gol más que interesante. Se marchó tocado muscularmente al banquillo nada más marcar el Celta el 2-2.
Tapia: Pagó caro un exceso de confianza. Estaba tan firme de central como últimamente hasta que se vino demasiado arriba. Le tiró un sombrero a Milla en la medular y el posterior pase a Ristic fue un despropósito que el Getafe aprovechó para armar el contragolpe del 2-0. Con el cambio de sistema se colocó como mediocentro. Al estar amonestado y no andar demasiado fino, Benítez prescindió del peruano para lanzar el arreón final a falta de diez minutos.
Unai Núñez: Otro error inexplicable. Abrió la caja de los truenos en el tanto definitivo del Getafe al querer iniciar desde atrás con un pase interior a Sotelo, un apartado del juego que precisamente no es el punto fuerte del central vizcaíno. Seguro en los despejes. Estuvo a punto de asistir a Larsen de cabeza en una estrategia a balón parado ejecutada casi a la perfección por los celestes.
Carlos Domínguez: Fuera de cobertura en los últimos minutos de la primera parte. Después de desviar de manera inverosímil con la cabeza un trallazo de Greenwood, jugada en la que el árbitro llegó a pitar un penalti que el VAR le invitó a rectificar, el central canterano pecó de contemplativo en el 1-0 al no buscar el rechace como sí hizo Mayoral. A continuación, en el segundo gol local, se ve impotente ante Greenwood. Se volvió a conectar al partido en la reanudación.
Ristic: El más destacado del once inicial del Celta. Dispuso de la primera ocasión del partido al ejecutar con un potente disparo una falta desde la frontal. El balón iba dentro de no ser porque tocó en la rodilla de Diego Rico. Desarboló al Getafe con sus incursiones en el segundo tiempo.
Jailson: Cumplidor. Se fajó con solvencia en la medular hasta que sus compañeros empezaron a encadenar errores en el tramo final de la primera parte. Probó suerte con un disparo lejano antes de que Benítez lo sentara para modificar el sistema.
Beltrán: Mejor si se ciñe a su rol defensivo. Una pérdida suya, en la acción del ‘no penalti’ de Carlos Domínguez, metió al conjunto local en el partido. Como pareja de Jailson no consiguió conectar con los atacantes. Se encargó de dar equilibrio y continuidad en la reacción céltica.
Mingueza: Desactivado. Su visión de juego la anuló la agresividad de los azulones. Llegó tarde a tapar a Diego Rico en el centro del 1-0. Sustituido en la primera ventana de cambios.
Luca de la Torre: No le salió nada. Perdido en la primera parte y desacertado una vez que su equipo tomó el mando del encuentro. Un par de resbalones tampoco le ayudaron a serenarse. Mandó a Bordalás a la lona fruto de un empujón que le dio Greenwood.
Larsen: En racha. Perdonó la primera que tuvo, pero en la segunda le ganó por alto con facilidad a Djené para firmar su novena diana de esta campaña. Totalmente desasistido en ataque hasta la aparición de Aspas. Se marchó contrariado por el cambio.
Iago Aspas (por Jailson): No ha perdido la magia para hacer milagros. Se situó como enganche y resucitó a un equipo que había sido incapaz de generar una jugada combinativa. Se inventó los dos goles con sendos pases de genio. Sólo le faltó estar más rápido en un remate a servicio de Ristic.
Tadeo Allende (por Mingueza): Sólo ha necesitado salir dos veces desde el banquillo para exhibir su instinto. Su primer tanto en la Liga confirma las virtudes que llevaron al Celta a apostar fuerte por su fichaje a finales de enero. Desmarque de manual al espacio y excelente definición.
Douvikas (por Larsen): No llevaba ni cinco minutos en el terreno de juego cuando, con todo a favor para hacer el 2-2, se topó con una gran intervención de Soria.
Sotelo (por Tapia): Sin margen de reacción para enmendar el pase que le intentó dar Unai Núñez y que acabó suponiendo la derrota olívica. Se ofreció en todo momento.
Kevin (por Manquillo): Cambio imprevisto. De hecho, Miguel Rodríguez estaba preparado para entrar antes de que empatara Allende y al mismo tiempo Manquillo notara molestias musculares. Benítez prefirió entonces una opción más defensiva, un plan que de inmediato le salió cruz por el gol de Mata con el hombro.