Aprobados y suspensos del Almería: Ramazani, diablo en las dos áreas

Fernando. Poco más pudo hacer en los cuatro tantos locales. Protagonizó, eso sí, el penalti a Benzema, anulado por el VAR por falta previa del francés sobre Ely.

Mendes. De más a menos, al principio confirmó los malos presagios por su endeblez defensiva en el 1-0. Después fue creciendo a pesar de la dificultad que conlleva encargarse de Vinícius. Con el balón en los pies se animó a subir el carril, siendo el cuarto jugador de los 16 que participó con la camiseta indálica que más pisó posiciones adelantadas.

Chumi. Formó en el eje de la defensa por la ausencia de Babic. Tuvo que multiplicarse para hacerle las coberturas a Mendes. Fue, de largo, el jugador de su equipo con más intervenciones: hasta 54.

Ely. Sufrió para sujetar a Benzema, sobre todo cuando el esférico venía desde la banda. Con el balón en los pies completó con éxito los 23 pases que dio.

Akieme. No actuaba desde hacía un mes y medio, cuando se lesionó en el Sánchez Pizjuán. Regresó para jugar más de una hora, estando mejor en el aspecto ofensivo que en el defensivo. Participó en la acción del primer gol de su equipo al meterle un buen balón a Ramazani, pero debió encimar con más ahínco a Rodrygo en el 4-1.

De la Hoz. Erró en alguna que otra entrega, como la del arranque de partido que originó la jugada del taconazo de Vinícius dentro del área de penalti para Benzema.

Puigmal. Estaba protagonizando buenas actuaciones, pero en el Bernabéu se le vio más desaparecido, entrando con más peligro su equipo por el otro costado. Se marchó sustituido en el primer carrusel del cambios.

Samu. Adelantó su habitual posición para jugar como interior. Rodrygo le hizo un roto y un descosido en la jugada del 2-0.

Portillo. De los mejores del Almería. Apenas había jugado dos partidos como titular, pero en el Bernabéu completó el partido, algo que sólo ha hecho en cinco de los 61 que ha disputado con la camiseta indálica. Motor de su equipo, probó fortuna con algún disparo lejano. Fue el autor del centro que cabeceó Robertone para dentro de las mallas.

Ampliar

Ramazani. Ángel y diablo, el ex del Manchester United zancadilleó a Lucas Vázquez dentro del área en el 3-0, pero minutos después metió un genial pase a Lázaro Vinicius para acortar distancias. Llevó el peligro en el ataque visitante desde un primer momento. En el minuto 7 condujo un contraataque desde la línea media hasta la frontal, desde donde buscó a Courtois.

Lázaro Vinicius. Se colocó como punta, algo que no había hecho hasta entonces. Fue de menos a más y logró su segunda diana con la elástica almeriense al colarse entre Camavinga y Rudiger y empujar una buena asistencia de Ramazani. Antes cabeceó tímidamente un centro de Portillo.

Robertone entra y besa el santo

Eguaras. Entró en el primer carrusel de cambios para reforzar la medular.

Robertone. Entró con brío, disparando en el primer balón que tocó. Poco después consiguió su segundo gol de la temporada al rematar con la testa un centro de Portillo.

Luis Suárez. Rubi le reservó al tener cuatro amarillas de cara al partido ante el Elche. Salió en el segundo acto, pero apenas pudo ver cómo el Real Madrid metió una marcha más en busca del quinto.

Centelles. Rubi le dio descanso, entrando en el último cuarto de hora. Resta por ver quién se queda con el lateral izquierdo una vez recuperado Akieme.

Melero. También con cuatro amarillas, Rubi no arriesgó con él y sólo le dio la recta final.

Rubi. Agitó el once, repitiendo apenas Fernando, Chumi, Ely, De la Hoz y Puigmal de los que salieron en la foto inicial en Getafe. Su Almería hizo agua en el aspecto defensivo, pero fue atrevido, sacando el balón jugado desde atrás y veloz en el ataque. No arriesgó con Luis Suárez, medio Almería, pero apercibido.