Ancelotti echa el cierre
El Madrid acumula cuatro porterías a cero consecutivas y seis en sus últimos siete partidos. Carletto sacó pecho en sala de prensa: “Significa compromiso”.
El Real Madrid ha anunciado que se baja el telón. En los últimos cuatro encuentros, los blancos no ha encajado gol alguno. Chelsea, tanto en el Bernabéu (2-0) como en Stamford Bridge (0-2), Cádiz (0-2) y Celta (2-0) no han conseguido resquebrajar el muro levantado por Thibaut Courtois. Es más, si miramos aún más atrás, sólo el Villarreal (2-3) ha perforado la meta blanca en los últimos siete duelos: Valladolid (6-0) y Barcelona (0-4) también se quedaron secos. Por algo sacaba pecho Carlo Ancelotti en sala de prensa tras superar a los vigueses: “Estoy muy contento de que los últimos cuatro partidos hayamos mantenido la portería a cero. Eso significa salud y compromiso”.
Courtois ha tenido buena parte de culpa, con intervenciones milagrosas como la de Marc Cucurella en Londres o la estirada ante Iago Aspas este sábado. Tibu se hizo enorme y apagó la luz, pero no es todo mérito del de Bree. La defensa blanca está enchufada. Militao sigue alzando la voz en la carrera por ser el mejor central del mundo; Rüdiger está mostrando su versión más solvente; Alaba, cuando ha estado disponible, está recordando al del curso pasado y no al titubeante de esta temporada; Nacho se multiplica, se gana el “Nacho, quédate” del Bernabéu y hasta se disfraza de goleador como en Cádiz; Carvajal recuperó el vuelo en la eliminatoria contra el Chelsea donde se doctoró ante un Reece James que aparece como potencial amenaza; y, de paso, Ancelotti se ha inventado a un lateral zurdo incombustible como Camavinga.
El “compromiso” tras los “regalos”
El Madrid ha pasado de encajar más de un gol por partido en sus primeros 46 partidos (47, una media de 1,02 por duelo) al rosco en los cuatro últimos que deja el promedio en 0,94. Una mejora sustancial que llega con el club blanco jugándose la temporada. Con la final de Copa del Rey ante Osasuna (6 de mayo) y las semifinales de Champions contra el Manchester City (9 y 17 de mayo) a la vuelta de la esquina. Ancelotti ha conseguido, tras haber abogado por ello en repetidas ocasiones durante la temporada, que sus chicos echen el cierre.
“Estamos mejorando, pero hay que considerar que hubo errores atrás”, apuntó el de Reggiolo tras ganar el Mundial de Clubes al Al Hilal con un 5-3 de los que gustan a aficionados pero no a entrenadores. También lo enfatizaba después de ver cómo el Barça les arrebata la Supercopa de España: “Hicimos regalos en los dos primeros goles. (...) Volvimos a cometer errores. Tenemos que trabajar esto”. Después de verbalizar esos “errores” y “regalos”, Carletto se ha encontrado con el Madrid que buscaba. “Somos más sólidos. En los momentos más importantes los jugadores están más focalizados en el aspecto defensivo. Fue la clave el año pasado y puede serlo también este año”, auguraba antes de la visita del Celta. No le faltó razón. Sus chicos volvieron a cumplir.
Si ahora aparecen las porterías a cero en consecución, en Liga hubo que esperar hasta la octava jornada para encontrar la primera. Almería, Celta, Espanyol, Betis, Mallorca, Atlético y Osasuna celebraron un tanto en las siete primeras fechas del campeonato y no fue hasta el 0-1 en Getafe cuando el cerrojo no se abrió. Y por ahí, junto a la durísima cuesta de enero y el tramo final de 2022, se fueron gran parte de las opciones ligueras. La contraposición es llamativa entre los 24 tantos encajados por el Madrid y los nueve de un Barcelona que ha tenido menos tino con la portería rival (61 goles a favor de los de Ancelotti frente a los 53 del equipo azulgrana).
Todos contra Haaland
La dinámica ha cambiado a tiempo. LaLiga parece ya casi descartada (aunque si hay pinchazo blaugrana ante el Atleti empezarán las cábalas), pero el doblete Champions-Copa ilusiona al madridismo. Gran parte de las opciones, especialmente de hacerse con la Decimoquinta, pasan por mantener la solvente dinámica defensiva y que todos den un paso más adelante. Y es que Militao no podrá estar en la ida contra el Manchester City y Haaland aparece como el enemigo final de un videojuego...