Ancelotti busca hueco a Mbappé
El técnico ya readaptó al equipo el curso pasado, con esquemas con doble delantera móvil, que ayudarán a la coexistencia de Kylian y Vinicius. Aunque el 4-3-3 tiene peso.
La era Mbappé, en marcha. Un huracán con el ojo en el Santiago Bernabéu. Con más de 80.000 personas presentes en la puesta de largo. El termómetro de ilusión disparado tras los primeros entrenamientos. Pero el súmmum llegará cuando el francés se vista de corto. Aterriza Kylian en un plantel campeón. De Supercopa de España, de Liga y de Europa. Con mucha pieza para diseñar un puzle que ya cabila Ancelotti. Aunque el 4-3-3 recuperará peso en la 2024-25, el resto de variantes ya comenzó a trabajarlas hace un año. El adiós de Benzema fue la mecha. Bellingham ejercía de bisagra en el amanecer del curso y la campaña terminó con un 4-4-2 donde el inglés defendía en la izquierda y atacaba desde el centro. Mbappé refuerza esa doble alternativa que le hace no colisionar con Vinicius. Una doble punta con mucha movilidad. Luis Enrique le echó un capote a Ancelotti, potenciando el rol del bondynois como delantero y no como jugador de banda. El resultado grita gol. De los 44 tantos y diez asistencias de Kylian con su último PSG, 27 y seis llegaron en los 27 encuentros donde ha aparecido en la vanguardia parisina. Los hechos entierran cualquier debate.
Son esquemas que penalizarían, sobre el papel, a Rodrygo. Los nombres, Valverde, Tchouameni, Camavinga, Bellingham, Mbappé y Vinicius. Su colocación sobre el verde, el quid. Ancelotti, al detectar su potencial ofensivo, diseñó un rombo con un clarísimo protagonista: Bellingham. Como mediapunta, el inglés Cristianizó su arranque de temporada, coqueteando con el gol por partido. Jude como canalizador de todo, escoltado por Valverde y Camavinga como interiores y Tchouameni de ancla. Un sostén sólido, con Vinicius y Mbappé como aniquiladores arriba. ¿El problema? El sobreesfuerzo defensivo al que la dupla francobrasileña debería someterse...
Y ahí es donde aparece el dibujo que terminó el año como plan A. El esquema con mayor blindaje por la colocación de las piezas. Un 4-4-2 que ganó peso a medida que avanzó la temporada pasada. Aunque, eso sí, fue con Kroos y Valverde en el doble pivote donde mayores réditos le dio a Ancelotti. La dupla Camavinga-Tchouameni en paralelo aún debe demostrar su solvencia, pero en el club no se duda que son el músculo de la sala de máquinas durante muchos años. De inicio, serían los elegidos por el técnico italiano y ello llevaría al Halcón a la banda derecha y a Jude a la izquierda. Una liberación para Vinicius y Mbappé, con menores deberes defensivos. Tampoco penaliza en demasía a un Bellingham que se acomoda perfectamente al costado para percutir hacia dentro, al tiempo que su físico imponente le permite cubrirle las espaldas a Vini.
Para terminar, rock and roll. El boceto que se perfila ganador para el grueso de la campaña. Vértigo, músculo y olfato. El esquema prototipo hasta que aterrizó Bellingham. El 4-3-3 de la BBC. También el de la 14 con Valverde de falso extremo. Las siglas no encajan con la misma sencillez que Benzema, Bale y Cristiano, pero Rodrygo, Mbappé y Vinicius no necesitan trabalenguas. Tres atacantes con colmillo, desborde y una capacidad para permutar posiciones indudable.Eso sí, es un dibujo que aleja a Bellingham, a priori, del área y deja a Camavinga o a Tchouameni como damnificado. Porque Valverde, su llegada y sus pulmones son innegociables para Ancelotti. También es la opción más atrevida, aunque el de Stourbridge eclosionó como interior, así se granjeó su fichaje por el Madrid, y su esfuerzo defensivo es indiscutible.
Fondo de armario dorado
Son tres alternativas que contarían con un fondo de armario estupendo. Brahim tiene cabida en todos los esquemas, ya sea como delantero, mediapunta o perfilado a cualquiera de las bandas. Rodrygo sería un titular indiscutible en pujanza constante por recuperar la posición de penalizarle el dibujo. Güler ha reforzado su candidatura y su Eurocopa ha hecho sonreír aún más a la zona noble y al cuerpo técnico del Madrid. Endrick aterriza como el 9 de Brasil y con un bagaje impropio de sus 18 años y Ceballos, a quien si los problemas físicos no le trastabillan el rodaje, tiene la confianza de Ancelotti. Todo ello con un Modric de pretemporada juvenil y el potencial sacrificado entre Camavinga y Tchouameni según el dibujo que gane la subasta táctica. Una baraja con muchos titulares, pero sólo caben seis. Bendito problema para Carletto.
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