Álvaro Negredo: “Me gustaría parecerme a Emery como entrenador”
Álvaro Negredo (Madrid, 20 de agosto de 1985) ha anunciado que se retira como futbolista. 20 años de carrera que espera continuar de entrenador

El ciclo de la vida sigue su curso imparable. Era un secreto a voces y ya es oficial. No hay vuelta atrás. El Tiburón de Vallecas dejará de morder en el área. Álvaro Negredo (Madrid, 1985) ha puesto el epílogo a un emotivo libro plagado de éxitos, tropiezos, alguna lágrima, varias desilusiones y apasionantes aventuras. Veinte años, once clubs y 262 goles después del soñado debut con su querido Rayo, el equipo del barrio que vertebraba familia y amigos, la Bestia del Etihad, apodo con el que le rebautizaron en el City, ya no rugirá más sobre el césped. Ahora camina con paso firme hacia el banquillo mientras otro Álvaro sueña con recoger el testigo de su padre. El futuro entrenador se sincera con AS en su primera entrevista tras decir adiós.
Las obras quedan, los hombres se van ¿Cuál es su legado?
Algo bonito. Lo que me ha dado esta profesión, lo que he entregado y lo que he sentido con ella ha sido algo maravilloso. Cierro una etapa que jamás olvidaré.
Otros que vienen las continuarán. La dinastía sigue…
Sí. Mi hijo ya está en el prebenjamín del Sevilla. Disfruta mucho y yo más de verlo tan feliz y con ese escudo en la camiseta. También juega de punta y era diestro, pero al ver que yo era zurdo se puso a practicar y ya maneja las dos. Ha logrado lo que yo no pude en toda mi carrera (ríe).
¿Se queda a vivir en Sevilla?
Sí. A mi familia y a mí siempre nos encantó esta ciudad. Durante mi última etapa en Cádiz y ya veníamos mucho. Además, estoy como entrenador en formación con el Sevilla C y quiero seguir aprendiendo. Aquí nos hemos establecido.
¿Tiene madera de entrenador?
El futuro lo dirá. Tengo que sacarme el carnet primero y agradezco al Sevilla que me haya permitido estar con ellos en el día a día para ir preparándome. Es algo que me gusta.
¿A quién le gustaría parecerse?
Unai Emery influyó mucho en mi carrera. Estuve con él en el Almería y en el Sevilla y es un técnico que ha logrado muchos títulos y deja huella donde va. Me marcó el tiempo que pasé con él y es una referencia.
¿Cuándo decidió que era el momento de dejarlo?
No ocurre de un día para otro. Es algo progresivo. Vas dejando de ser titular, cada vez tienes menos minutos y el cuerpo te va diciendo basta. La cabeza quería seguir, pero tampoco surgió nada atractivo, lo he meditado bien y me he dado cuenta que el cuerpo no me da para seguir el ritmo de la juventud que viene pisando fuerte.
¿Le costó asimilarlo?
Sí. Son momentos duros. Levantarte por la mañana y darte cuenta de que no tienes que ir a entrenar es doloroso. El tiempo va encontrando salidas, pero el proceso de adaptación es complicado.
¿Qué titular le gustaría poner para resumir su carrera?
He sido un privilegiado. He hecho lo que más me gusta, he sacado buenos amigos y he intentado darlo todo siempre por el grupo. “Se va un jugador de equipo” también podría ser bueno.
En el video de despedida cuelga las botas y dice “Gracias fútbol” ¿Gracias por qué?
Por todo. Ha sido mi forma de vida, me ha hecho feliz, me ha dado amistades y he conocido mundo. Debo estar muy agradecido.
¿Cómo quiere que le recuerden sus excompañeros?
Como una buena persona y gran compañero que ha respetado siempre a los demás. Eso por encima de todo.
¿La Euro 2012 está en lo más alto de su pódium de éxitos?
Sí. A nivel profesional fue algo impresionante. No muchos pueden presumir de tener un título así. Jugué, participé y cumplí un sueño desde niño vistiendo los colores de mi país.
En Vallecas empezó todo…
Con mis padres, que se desvivían por mis otros dos hermanos y por mí para que pudiéramos ir a entrenar y a jugar los tres y que no nos faltase nada. Ahora que soy padre agradezco todavía más el apoyo que nos dieron durante tanto tiempo.
En estos veinte años ¿cuándo fue más feliz?
En muchos sitios. Si tuviera que destacar uno diría Sevilla por lo mucho que crecí en todos los sentidos y lo feliz que fui.
En el Madrid, Capello confió en usted y Guti y Raúl le apoyaron…
Sí. Siempre agradecí a Fabio su confianza. Raúl y Guti eran los que más se preocupaban con los canteranos. Nos trataban con cariño, nos animaban, nos empujaban y nos ofrecían ayuda en lo que necesitáramos. Fueron personas muy cercanas conmigo.
¿Qué galáctico le dejaba con la boca abierta?
Tuve la suerte de entrenar al lado de Ronaldo Nazario, que era mi ídolo. Vivir eso en primera persona fue alucinante. Era mi ídolo antes de verlo de cerca y luego más aún.
¿Le dolió salir del Madrid?
Lo tenía asumido porque es un club muy exigente y no podía jugar todo lo que yo pretendía. Necesitaba algo más que aparecer algunos ratos y no me arrepiento de haberme ido. Agradezco al Madrid su formación y sus valores, pero luego tuve que hacer mi propio camino.
¿Qué compañero le ha deslumbrado más en el campo?
Han sido muchos. Aparte de Ronaldo, podría decir Kanouté, Jesús Navas, Agüero y David Silva. Si me hace elegir tal vez me quedo con Silva. Me entendía muy bien con él en el City.
¿Ha llorado por el fútbol?
Sí. Especialmente en la última etapa. Yo siempre he querido competir y cuando no era posible y no jugaba tenía una rabia interior que la expresaba de esa manera. Eran lágrimas de impotencia. De todas formas, muy poca gente me ha visto llorar. Yo ponía buena cara en el vestuario y la frustración la guardaba para mí.
¿Le habría venido bien un psicólogo?
Seguramente, sí. Ahora, trabajando con los chavales del Sevilla C, me doy cuenta que necesitas un profesional que sepa gestionar las desilusiones y enseñarte a solucionar los problemas. Hay que pedir ayuda cuando se necesita.
¿Su momento más amargo fue no ir al Mundial 2010?
Sin duda. Estuve en la pre-lista y en la primera concentración y me hacía mucha ilusión. Me llevé un palo gordo, lo reconozco. Verlo por la tele fue doloroso, aunque supuso una gran alegría inmensa por mis compañeros y por mi país cuando ganamos.
¿Le habría gustado acabar en el Rayo para cerrar el círculo?
Ojalá. Cuando me fui de Vallecas el equipo estaba en 2ª B. Me habría gustado disfrutar del equipo de mi barrio en Primera. No se ha podido dar, pero les estaré agradecido toda la vida.
Echando la vista atrás ¿se arrepiente de algo?
Tal vez en algunas decisiones de salir de un club o llegar a otro pude haberlo hecho de otra forma. Sin embargo, no me arrepiento de las decisiones que tomé porque en todos los sitios he aprendido algo y he disfrutado como un niño pequeño con el balón en los pies allá donde he estado.
TEST PERSONAL
- ¿Tiburón de Vallecas o Bestia del Etihad?: Tiburón
- Un gol: Con el Valencia en Mónaco, previa de Champions.
- Un compañero: Javi Varas.
- Un momento: Euro 2012 y mi primer título con el Sevilla, la copa de 2010.
- Una desilusión: Las lesiones.
- Un entrenador: Emery
- Un equipo: Rayo
- Un ídolo: Ronaldo Nazario
- Un sueño incumplido: Jugar el Mundial 2010
- Una aventura: Mánchester.
- Un tatuaje: El de mis hijos.
- Un futuro: feliz disfrutando del fútbol.
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