“Al Espanyol lo quieren relegar los amiguetes culés del Girona”
Se crio en la cantera perica, fue campeón de Copa y finalista de la UEFA. Puso “la primera piedra” de un Girona ganador. Volvió al Espanyol a entrenar. Y, a su vuelta de China, charla con AS.
Hila fino Moisés Hurtado (Badia del Vallès, 20-02-1981) como solo puede hacerlo un exfutbolista, entrenador y periodista. Tres en uno. A su vuelta de China, donde ha dirigido en categorías inferiores, tiene clara la deriva de su Espanyol -donde fue canterano, campeón de Copa del Rey y finalista de la Copa UEFA- y todo lo que ha hecho bien el Girona -donde militó año y medio entre 2013 y 2014- para tomarle la delantera.
También conoce las entretelas actuales del club perico, ya que entrenó a los juveniles entre 2018 y 2021, hasta su dimisión, ‘rara avis’ en estos tiempos, por lo que tuvo a sus órdenes a talentos del primer equipo como Omar El Hilali, Jofre Carreras, Antoniu Roca y Joan García, “súper Joan”, a quien ve listo para la Selección y “para cualquier cosa” que se proponga.
Por mucho que pese la historia, llega otro Espanyol-Girona en el que las casas de apuestas dan como favorito a los rojiblancos.
Sí. Son los tiempos que tocan, si bien es cierto que el Espanyol lleva una racha buena, que ha ganado en confianza. Pero la espinita del Girona la tenemos clavada, no sé si es porque hay una sobreestimulación o un miedo a perder, pero la realidad hay que aceptarla. El Girona está haciendo las cosas bien, con un presupuesto grande y ayudas externas, y el Espanyol ha perdido esa inversión de los primeros años de Chen, ha desaprovechado ese impulso y necesita estabilidad después de dos descensos.
¿Cómo se ha llegado a este punto?
El Girona tiene algo que puede ser bueno o malo, y yo creo que en su caso es positivo: la tranquilidad. Su afición son 3.000 ó 4.000, el resto se han subido al barco después. En el Espanyol, mucho aficionado cree que no hay presión, pero quienes lo hemos vivido sí conocemos esa exigencia. El perico es emocional: le gusta estar luchando por algo, ya sea por Europa o por no bajar, le quema estar en mitad de la tabla porque el fútbol es vivir cosas.
Y, ciñéndome a la pregunta, el punto de inflexión estuvo en el verano que vendimos a Hermoso y Borja Iglesias. Creo que eso fue un gran error, igual que no renovar a Rubi, porque quería quedarse. Aquel equipo que entró en Europa sin que nadie se lo esperara debió haber sido la base de una plantilla más competitiva. Pero ahí se desequilibró todo, y desde entonces hemos ido poniendo parches.
“La espinita del Girona la tenemos clavada, no sé si por sobreestimulación o por miedo a perder”
El Espanyol-Girona
Hablando de la exigencia, que no discuto en su época de jugador, ahora el objetivo del Espanyol es acabar decimoséptimo en la última jornada.
Cuando yo jugaba, llevábamos un montón de tiempo sin bajar, y ahora los dos descensos marcan mucho, ese miedo a que bajes por tercera vez y no vuelvas a subir en un año. En el fondo, la gente en Segunda también disfruta a su manera, pero luego está el ejemplo del Zaragoza y otros, que se han quedado en ese pozo.
¿Usted tiene ese miedo a bajar este año?
En los primeros partidos veía a un equipo muy metido y solidario, y vi claro que no íbamos a bajar. Luego llegó un tramo en que arriba nos costaba mucho, que incluso hubo algún partido anticompetitivo, algo raro en un entrenador como Manolo. Y ahora veo la luz, porque el equipo da fiabilidad, cuesta ganarle, y los fichajes de invierno han mejorado el global. Está claro que, si se relaja un mínimo, lo vamos a pasar mal. Pero hay más equipos involucrados. Y tenemos a súper Joan…
Al que usted entrenó en juveniles. ¿Le veía esa madera de porterazo?
Sí. Algo fundamental en su caso es la figura de Tommy N’Kono. Joan pudo ser criticado al principio, porque cometió sus fallos en algunas salidas, pero tenía detrás a esa persona que le insistía en que confiara en sí mismo. Uno, dos o tres años. Le daba igual que se equivocara, porque sabía que iba a ser su hombre. Y Fortuño, al que también entrené, era igualmente espectacular. Tuve una suerte increíble.
¿Ve a Joan con nivel y estatus para ir a la Selección?
Lo veo para cualquier cosa. La portería es algo muy psicológico, y Joan es una persona muy tranquila, a diferencia de un Fortuño más echado ‘p’alante’, y tiene un crédito ganado, mucha confianza. No sé si nos durará mucho, pero está siendo fundamental y la gente que lo criticó estaba equivocada.
“¿Si veo a Joan para la Selección? Lo veo para cualquier cosa”
Joan García
Otro al que dirigió fue a Omar El Hilali.
Sí, y es curioso, porque ves cosas que habías trabajado a nivel individual. Con Omar trabajaba mucho el aspecto defensivo, porque en el fútbol base era todo lo contrario a lo que es ahora: era muy ofensivo. Le decía que lo que valora un entrenador de Primera en un lateral es que defienda bien, y él era muy receptivo y autoexigente. No tenía ninguna duda sobre él, porque no le quema el balón, tiene desparpajo y una cierta veteranía innata. Y está claro que todavía podemos ver al mejor Omar en la faceta ofensiva.
¿Y a Jofre Carreras?
De juvenil, igual que Omar, tenía registros de Primera División a nivel físico. En su caso, le faltaba tomar la decisión buena en los últimos metros, pero ha mejorado. Recorre una cantidad increíble de metros en alta intensidad. A veces se iba de los partidos por ir demasiado revolucionado, y tuvo algunas lesiones, pero todo eso está superado. Su inicio de esta Liga fue impresionante, puede repetirlo en cualquier momento.
Cerremos el póquer de canteranos a los que dirigió: Antoniu Roca.
Es también un orgullo. En su primer año en el club tuvo el proceso de hormonarse con los factores de crecimiento, y lo pasó mal, pero era asombrosa su exigencia, hacia él, a sus compañeros, a mí me decía que si no estábamos entrenando bien… Eso, en una etapa juvenil, es impensable. Y te das cuenta de que la mentalidad es, junto a las lesiones, lo que marca las diferencias para llegar a esas edades.
Todo indica que alguno de ellos se irá traspasado este verano, ¿no?
Si se va alguien, como sería el caso de Joan, tienes que fichar a otro que sea competitivo. Porque estás viendo que los porteros dan Champions, dan puntos, dan salvaciones. Debes saber vender en su momento óptimo. Yo entiendo las ventas y estoy de acuerdo: somos un club que debe generar talento y traspasarlo, porque es difícil retener ciertos perfiles, incluso líderes.
“Si se va alguien como Joan, tienes que fichar a otro competitivo: los porteros dan Champions, puntos, salvaciones”
Una venta premonitoria
La pena es cuando esos canteranos, como ocurrió con Nico Melamed y ahora puede pasar con Javi Puado, se marchan gratis.
Sí, es una pena. A Nico lo veía como un líder para nosotros. Es un chico excelente, con una calidad sublime y sé que tanto él como su familia se querían quedar, aunque un futbolista también tiene que mirar por su vida. Si se hubiera hecho un esfuerzo, se habría quedado. Se fue con una espinita clavada porque es un perico más. La lástima es que se vayan sin dejar dinero, claro.
¿Qué tiene el Espanyol que engancha tanto?
Es que uno se da cuenta de que hay mucha gente del Espanyol. Cuando mis hijos se ponen la camiseta del Espanyol y salimos a la calle, nos para mucha gente. Es como esa Galia que lucha siempre contra monstruos, lo que te genera ese sentimiento de resistencia. A veces estresa un poco ser aficionado del Espanyol, porque es como estar continuamente en guerra, pero a la vez te genera una identidad muy fuerte. Y eso se traslada a los jugadores, porque ese sentimiento llega.
Es algo compartido con el Athletic, que lo lleva hasta el extremo, en el buen sentido. Y creo de hecho que el Espanyol podría ser un Athletic, con gente únicamente de la cantera, y estoy seguro de que sobreviviría. O, si me apuras, poder fichar a dos jugadores que te dan ese salto de calidad. El Espanyol va a sacar jugadores siempre de su cantera.
“A veces estresa ser aficionado del Espanyol, pero a la vez genera una identidad muy fuerte”
La idiosincrasia perica
Habla del Athletic, pero usted, como ex del Eibar, ¿no teme que el Espanyol más bien se esté ‘eibarizando’?
Entiendo que será por Garagarza, claro. Cuando yo estuve allí, en el Eibar, más que un club era una familia. Lógicamente, se ha profesionalizado mucho. El Espanyol está fichando perfiles de Segunda A porque la economía te lo dicta, pero también ha traído a Kumbulla o Král, y en enero también vino Roberto. El hándicap es que estén cedidos, sí.
Y luego vuelvo a lo mismo, a perfiles de la cantera que se han ido, como Iván Gil, Dani Villahermosa, Alejandro Pérez, Gori… Eché de menos que en la época de Vicente Moreno, en que hubo un mínimo de estabilidad, no se abriera una ventana para que se fogueara más gente de la cantera, que tuvieran minutos y confianza. Luego no todo el mundo vale, pero en el fútbol base hay mucha calidad.
Lo que también remite a su época es que algunos canteranos, como Javi Hernández, Ian Forns o Rubén Sánchez, sí se están fogueando con cesiones a otros clubes.
Yo siempre he sido muy partidario de las cesiones. No todos los clubes son buenos, debe ser un destino con esa mentalidad, como la tiene por ejemplo el Mirandés. Luego, que el jugador lo entienda: pasas de la burbuja del Espanyol B a un equipo donde los jugadores se juegan el pan de su familia. Y tiene que haber un seguimiento, una persona del club que viaje, que le pregunte.
A mí me dijeron que no iba a volver al Espanyol, me afectó mucho, suerte tuve de que Mendi (José Luis Mendilibar) era amigo de Lotina y le habló bien de mí. Alguna cesión te puede salir mal, pero lo normal es que aprendas más un año fuera, en Segunda A, que en diez años en el filial. Javi Hernández, por ejemplo, lo tiene todo para ser importante en el primer equipo: gol, condiciones físicas, mentalidad ganadora… Ojalá.
“A mí me dijeron que no iba a volver al Espanyol... Suerte tuve de que Mendi era amigo de Lotina”
Su cesión en el Eibar
Como le está ocurriendo a Pol Lozano, que estuvo cedido entre otros en el Girona.
Pol Lozano fue profeta en su tierra. Él es tan perico que se sentía más cómodo fuera. A mí me pasaba, que cuando estaba en Olympiacos me daba un poco igual si me criticaban los griegos, pero las críticas en casa duelen, porque salen de los tuyos. Y ahora Pol está rompiendo esa inercia. Es un chico magnífico y un jugador de calidad que viene de fábula.
El Espanyol-Girona, ¿es un derbi?
Es un partido importante, porque el Girona convive con nosotros en unos medios catalanes que quieren relegar al Espanyol a un segundo plano, concretamente los amiguetes del Girona que son del Barça. Pero yo no soy partidario de entrar en peleas: que cada cual siga su camino, el Espanyol que se lleve bien con todo el mundo sin ser amiguete de nadie. Además, yo creo que el Espanyol se ha portado muchas veces bien con el Girona, y el aficionado de verdad de allí te lo reconoce perfectamente.
¿Se hubiera imaginado, cuando fue jugador del Girona, que el equipo llegaría tan lejos?
Hay que decir que nosotros pusimos la primera piedra (ríe), igual que cuando estuve en el Eibar. Hicimos el playoff contra el Almería, y luego ya lo superaron con creces. Ya antes del City Group se hacían las cosas bien, luego Machín hizo muy buenos años. El Girona es como el Villarreal, sin un entorno muy viciado y con dinero. Me alegro mucho por ellos, porque hay gente magnífica, desde el delegado al utillero. Luego también es verdad que hay mucho culé que se ha subido al barco, y que ha distorsionado un poco lo que es el Girona de toda la vida, el que ha tenido una excelente relación con el Espanyol.
“Mucho culé se ha subido al barco y ha distorsionado lo que es el Girona”
Elogio al Girona
¿Cree que en Girona no se ha valorado lo suficiente el hito de jugar la Champions?
¿Pero eso quién? ¿La prensa?
Bueno, esta temporada se han llegado a escuchar silbidos al equipo en Montilivi.
Estarán acostumbrados al Barça (ríe). Es irracional, y ni lo sabía, porque la temporada que el Girona está haciendo en Liga es buena, incluso aunque no hubiera jugado la Champions. Es descomunal el trabajo que están haciendo Míchel y jugadores de calidad. Pero fíjense: ellos tienen a Yangel (Herrera), que no funcionó en el Espanyol, y a David López, que despotricábamos de él, cuando es inconmensurable. Aquí se han tomado malas decisiones.
Quienes las toman en última instancia es Chen Yansheng, presidente, y Mao Ye Wu, CEO. Por su experiencia en China, ¿cree que ese hermetismo del Espanyol actual es por la manera de ser de su propietario o una actitud cultural?
Es propia de la cultura china, totalmente. La capacidad de China para sacar futbolistas buenísimos es enorme, pero todo es cortoplacista. No quieren formar, prefieren centrarse en ganar tal torneo por razones raras, turbias. Se desperdicia muchísimo talento. Yo tenía a jugadores de 15 y 16 años con una calidad tremenda, pero si no ganaban un torneo ya no iban a la universidad y decían que se iban a echar a perder para el fútbol. Tampoco había reuniones estratégicas, con presidentes, mánagers, para establecer un objetivo. Es todo muy opaco. Es una lástima, porque hay calidad y chicos encantadores.
“En China se desperdicia muchísimo talento (...) Es todo muy opaco”
Su experiencia en el fútbol chino
¿A qué jugador del Girona ficharía para el Espanyol?
Yo me traería a David López, ya solo por la experiencia, la veteranía, aún haría faena.
¿Qué sucederá hoy?
Pasará lo que tenga que pasar, pero yo quiero que el Espanyol sea un equipo competitivo, que dé la cara y que salga sin miedo por ser un partido especial. Debemos estar ajenos a guerras mediáticas y de ningún tipo, porque la misión es sumar puntos, sin que haya un bloqueo mental que pudo producirse en el partido de la primera vuelta.
¿Qué planes tiene en mente Moisés Hurtado?
Regresé de China por un asunto familiar, allí estaba encantado y volvería. Yo siempre digo que iré a un sitio donde me quieran y donde las relaciones humanas sean buenas, que es lo más importante. He estado en muchas categorías, en fútbol base, ‘amateur’, y cuando no he estado bien, he cogido y me he ido.
De hecho, usted hizo algo muy en desuso como entrenador en la cantera del Espanyol: dimitir.
Las dimisiones quedan muy bien, pero luego las cosas cambian dentro de la organización y tú estás fuera. Yo dimití precisamente porque las relaciones humanas eran malas. Tú puedes aguantar muchas cosas, pero cuando el día a día a nivel personal no es bueno, cuando no estás cómodo trabajando con según qué gente, no lo soporto. Y eso que considero que me adapto muy bien a todo, incluso a China, donde mucha gente que ha ido se sorprende de que me haya gustado.
Además, a mí cuando estoy mal me brota la psoriasis, y en ese momento en el Espanyol me empezó a brotar. Era un síntoma, y ya está. El club ha ido cambiando, pero no estoy descontento de aquella decisión. Claro que me gustaría estar a gusto en mi casa, pero es lo que hay.
“Cuando estoy mal me brota la psoriasis, y en ese momento en el Espanyol me empezó a brotar”
Su dimisión como entrenador perico
Quizá algún día.
Quién sabe.
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