Aire para Nabil Fekir
El francés podría descansar ante el Athletic tras sumar tres duelos como titular en siete días. Pellegrini le busca un reemplazo a la espera de Isco.
Nabil Fekir fue titular en los dos choques de la Conference League contra el Dinamo de Zagreb y en el duelo liguero ante el Alavés. Tres partidos de máxima exigencia física en sólo una semana. Un reto en lo físico que quizás no estaba en el plan inicial de Manuel Pellegrini. Sin Isco, Fekir tomó su posición, aquella en la que dejó sus mejores destellos como verdiblanco antes de su lesión. “Es un riesgo”, aseveró el técnico antes del último de los choques a sabiendas que la mejor puesta a punto de su capitán no pasa por multiplicar sus minutos sin apenas descanso. Ante el Athletic, es un claro candidato al descanso tras denotar además ciertas pinceladas de cansancio durante su última comparecencia en Zagreb.
No hay dudas sobre que el Betis necesita el mejor fútbol de Fekir para elevar sus prestaciones. Pero Pellegrini mira al futuro con la sensación de tener que repartir esfuerzos en un plantel que está a la espera del retorno de muchas de sus piezas. Una de ellas es Isco, al que le quedan pocos días para tratar de volver a tener minutos sobre el césped. Una de las metas del técnico es conseguir que tanto el malagueño como Fekir puedan compartir sitio en su once sin que la merma física sea protagonista. En Zagreb, el nivel del francés volvió a alejarse de las expectativas, sobre todo en lo referente a su ritmo de juego.
Pellegrini mira a su plantel para encontrar soluciones a esa falta de aire. En Liga, tiene más recursos. Chimy Ávila y Pablo Fornals, no inscritos en Europa, tienen la oportunidad de ir justificando esa fuerte apuesta del club en el mercado de invierno. Ambos puede ocupar un sitio en esa zona de tres cuartos, aunque ninguno dispone de la creatividad de Fekir o Isco. Otro de los candidatos a tomar un rol en el equipo ante el Athletic es Rodri Sánchez. El de Talayuela sabe lo que es jugar por detrás de nueve, aunque en Zagreb fue usado como revulsivo en el tramo final sin que pudiera exponer demasiados argumentos en escena.