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ATLÉTICO | PARA ALCANZAR A ARAGONÉS

A Griezmann solo le quedan 15 goles

El francés termina la temporada con 157 goles en 344 partidos con el Atlético. Si marca los mismos en la 23-24 que esta 22-23 igualará a Luis como máximo goleador en la historia del club con 172.

El jugador rojiblanco Griezmann celebra con Rodrigo de Paul el 1-0 a la Real Sociedad. A 15 de Luis.
DANI SANCHEZDIARIO AS

Si no hubieran estado entre medias esos dos años en el Barcelona..., Griezmann estaría a la altura de Luis, en los goles al menos”, ese lamento se escucha a menudo entre esa grada del Metropolitano cuando habla de ese jugador al que han perdonado, con cierta tristeza. Un futbolista de apellido Griezmann que, aún así, podría alcanzar la próxima temporada la cima de goles en la historia del club.

El francés termina la 22-23 con 157 en su carrera con el Atlético, esa que comenzó en el verano de 2014 y cuya octava temporada comenzará en septiembre, ya lejos de los devaneos y los síes pero noes, de Las Decisiones, consciente de que el Atleti es aquí y ahora, el único sitio en el mundo en el que quiere estar, porque en el Atlético es feliz. Y lo traslada al campo, donde vuelve a ser un futbolista totémico, el más decisivo, el MVP de LaLiga esta temporada aunque el Atlético no compitiera de verdad por nada. Pero no fue por él, que fue el mejor casi cada día, es que en algunas ocasiones se encontró demasiado solo.

Luis encabeza esa lista de máximos goleadores de la historia rojiblanca, con 172. Si Griezmann logra hacer los mismos que ha marcado esta 22-23, habrá alcanzado a Luis, desmenuzando ese lamento de la grada: su marcha al Barcelona solo lo habría retrasado un poco. El francés es ya una de las máximas leyendas rojiblancas en su historia e iguala a Luis en otro récord que pertenecía a El Sabio de Hortaleza: si aquel fue el primer goleador de la historia del Vicente Calderón, cuando hacía el gol del Altético ante el Valencia (1-1). El primer goleador de la historia del Metropolitano, el día que el nuevo campo rojiblanco subió el telón, un 17 de septiembre de 2017, fue Antoine. Durante mucho tiempo, esa primera vez provocaba cierta hiel, porque Griezmann se había ido al Barcelona a pesar de haber dicho un año antes, en 2018, ese “tío, que me quiero quedar”, en el Atleti, pero nada más pisar Barcelona, Griezmann solo quiso volver.

La felicidad hecha grandeza

”Siempre estuve cerca de él, sé lo que sufrió, lo que le costó estar fuera del Atleti y lo que le costó y sufrió al volver. Es un chico que, si está feliz, demuestra la felicidad en el campo. Y eso es lo que se ve hoy. Un chico feliz, divirtiéndose, haciendo absolutamente todo bien y asumiendo un rol que en nuestra época asumíamos otros. Porque hoy, además de todo lo que hace en el campo, es un líder”, decía Diego Godín en una entrevista en Diario AS hace unas semanas, refiriéndose a Antoine y la temporada que estaba completando. Y esa palabra, felicidad, es la que lo explica todo. El mismo francés lo escribía en su libro biográfico, Detrás de una sonrisa, donde reconocía que lo más importante para él era la cabeza, el sentirse feliz.

Y la felicidad completa la ha vuelto a alcanzar esta temporada en el Atlético donde ha marcado esos 15 goles que si los hace el año que viene le igualan a Luis en lo más alto de goleadores históricos del club. Y esa es una cifra, 15 goles por temporada, que solo una vez en los últimos diez años, no alcanzó: fue la temporada 21-22, cuando marcó ocho, atravesada su cabeza por un tapón gigantesco tras recaer en enero de una lesión que se produjo en diciembre en el Bernabéu, tras una entrada de Carvajal. Era la primera vez que en su carrera se lesionada y fueron meses oscuros que sirvieron como catarsis. De ellos emergió el Griezmann de esta temporada, el mejor Griezmann. Que perseguirá ese récord, como los títulos, por supuesto, como uno de los pocos que le faltan para seguir escribiendo en piedra su apellido en el Atlético. Lo más difícil ya lo logró: cambiar los pitos por aplausos. Y a volar en su capa.