Primera decepción para el Nápoles

La Copa italiana regala otra sorpresa y la primera decepción de este gran curso para el Nápoles. Los de Spalletti cayeron eliminados en los octavos de final ante la Cremonese, que conquistó un resultado inolvidable en el estreno de su nuevo entrenador, Ballardini, y disputará los cuartos ante la Roma.

El enfrentamiento tuvo un dato histórico antes de empezar. Por primera vez, dos conjuntos de la Serie A se enfrentaron oficialmente con árbitra y liniers todas mujeres: Maria Sole Ferrieri Caputi, Tiziana Trasciatti y Francesca Di Monte.

Spalletti quiso darle espacio a los jugadores que tuvieron poco, cambiando hasta 10 respecto al triunfo con la Juve, del que confirmó solo al portero Meret. Los cambios pasaron factura en un arranque de partido muy desorganizado para los sureños, que en el 18′ encajaron el 0-1. En un rápido contragolpe, Okereke se deshizo de Ostigard y centró bien para Pickel, que empujó el esférico entre palos en el segundo poste. Tras otra ocasión para Okereke a falta de un cuarto de hora para el descanso, el Nápoles se despertó.

El empate llegó tras un córner y un potente disparo de un Ndombele en gran forma, neutralizado por Carnesecchi. Simeone golpeó el larguero en el rechace y allí apareció Juan Jesus para acabar la melé con el 1-1.

El Cholito fue decisivo también para el 2-1, que anotó con un impresionante testarazo a pase de Zanoli. Hasta el momento del tanto, el argentino solo había jugado 426 minutos en este curso, que le fueron suficientes para anotar siete goles, uno cada 60′. Un rendimiento impresionante a pesar del poco espacio que le concede Spalletti debido a un intocable como Osimhen.

En la reanudación el Nápoles controló el partido, pero tuvo un enorme defecto: no sentenciarlo. Los azzurri no solo dejaron con vida a la Cremonese, sino también empezaron a bajar el ritmo, pensando que los deberes ya estaban hechos. No era así. En el 87′, en una de sus raras iniciativas ofensivas, la Cremonese puso las tablas con un cabezazo de Afena Gyan, olvidado por la zaga local, a pase de Zanimacchia. Tocó así disputar la prórroga, a la que los azzurri llegaron utilizando varios de los titulares a los que Spalletti quería darle descanso (Kim, Anguissa, Lobotka, Zielinski, Osimhen, Politano). Los partenopei, que ya dominaban el encuentro, a partir del 100′ también tuvieron la ventaja de jugar en superioridad numérica debido a la segunda amarilla que vio Sernicola, pero siguieron sin puntería. Simeone remató al poste tras un cabezazo de Osimhen, que lo intentó, sin éxito, hasta el pitido final. En la tanda de penaltis todos lanzaron perfectamente menos uno, Lobotka, que condenó a los suyos. Afena Gyan anotó el decisivo, desatando la fiesta de los grigiorossi bajo la lluvia del Maradona.