Oyarzabal y Zubimendi son de otra pasta

Imanol quiere otro nueve, pero de momento va tirando con un valor seguro, Oyarzabal, uno de los héroes de la Eurocopa ganada por España. Salió el técnico en el amistoso ante el Unión Berlín con una de esas extrañas maniobras suyas que pueden entrañar un mensaje: puso a Becker de ariete y dejó en el banquillo a Sadiq, Carlos Fernández y el propio Oyarzabal. Sheraldo anduvo perdido en esa punta de lanza. Los internacionales saltaron al campo para algo más de media hora y se notó. Tuvieron más el control del juego y lograron empatar tras una jugada de fe de Kubo, que apuró hasta la línea de fondo y metió un centró que encontró a Oyarzabal completamente solo en el área pequeña. No tuvo más que cabecear de forma mansa para anotar el empate a uno. Entre él y Zubimendi, que impuso su jerarquía en un partido que la Real tenía descontrolado, resolvieron la papeleta. Anoeta puede seguir gritando: ¡Zubi, quédate, no te vayas al Liverpool!

Imanol no puso de inicio a Zubimendi ni Susic en la medular como contención, sino al canterano González de Zárate. El Unión creó muchos problemas en la salida de balón donostiarra con su presión. El amistoso arrancó con un gran homenaje a Becker, exjugador del equipo de Berlín. Pero luego éste se perdió como delantero centro. Las llegadas a las áreas eran frecuentes, pero sin ocasiones claras. Javi López trataba de realizar internadas peligrosas por la izquierda, y en el otro flanco, Traoré sufría lo indecible para atar en corto a los germanos.

Kubo era el más participativo en un choque sin concesiones, con más de un encontronazo. El Unión estaba más cerca de marcar. De hecho, en u8n córner, Dokhi envió un balón al larguero y en el rechace Gosens obligó a Marrero a lucirse. El meta txuri-urdin retenía mucho la pelota y pedía a las líneas ir hacia él para trenzar juego, pero les costaba mucho salir con el balón tutelado. Gosens no falló en la siguiente que tuvo, tras una internada por la banda de Traoré y pase claro al centro.

Las cosas siguieron por los mismos derroteros en la segunda parte. Barrenetxea estaba desesperado, y casi logra el empate antes de desfilar. Los berlineses robaban con facilidad y sus centros eran claros sin mucha presión defensiva. Gosens rozó el doblete en el 57′, pero su disparo pegó en un defensa. En otra acción, Remiro, que entró tras el descanso, tuvo vierta fortuna con un esférico que le fue al cuerpo n una acción clara. Becker pasó al carril izquierdo, donde mejor se desenvuelve, cuando entró Oyarzabal y tuvo una acción brillantísima en el minuto 75 que acabó en el poste. Zubimendi impuso su batuta y la Real era la dueña del amistoso. Las ocasiones se sucedían y Tousart tuvo el 2-0. Pero el que movió el marcador fue Oyarzabal en el 83′.

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