Nico se cuela en la fiesta de Selton
Golazo de fantasía del extremo internacional y destellos de clase del joven centrocampista en su primera titularidad. El Oviedo, un colista sin remedio.

Si alguien con el pubis lanzando punzadas de dolor se permite hacer algo así, ¿qué no será capaz de facturar cuando lo tenga en condiciones? Nico Williams llevaba sin marcar desde el 17 de agosto, aquel lejano penalti que abrió el 3-2 ante el Sevilla en Bilbao. Se ha perdido unas cuantas citas y se ha caído de las dos últimas convocatorias en España, en donde se ha roto esa dupla Nico-Lamine que enamoró a Europa no hace mucho.
El caso es que en un partido de esos de las dos del mediodía que provocan el debate interno de comer antes o después del fútbol, y tras unos minutos de escasa participación, agarró la pelota en el 25′ y ya no la soltó hasta elaborar un prodigio, un 1-0 de absoluta estrella mundial. Arrancó por la izquierda, se fue de su par, un Vidal que solo escuchó el turbo del extremo, y la ayuda de Colombatto, que le agarró tímidamente pero sólo acertó a verle el dorsal. No lograron arrojarlo al verde, se rehízo y prosiguió su carrera. Se internó en el área y aún tenía más defensores que burlar. Parecía Indiana Jones zafándose de malhechores. Hizo una bicicleta para el quiebro a Costas y pegó un leñazo con la zurda ante un Carmo que se lanzó al suelo intentando taponar el disparo. El balón colisionó con el larguero y el palo y se coló en la red de Aarón. ¡Menudo chicharro! Antológico. El expected goal ese que los nuevos catedráticos del fútbol han inventado para definir las probabilidades de marcar, algo que deben barruntar esas máquinas que ahora lo gobiernan todo, lanzaban un escuálido 4,4 por ciento de opción de éxito. Se sentó en una de las vallas publicitarias y se cruzó de brazos entre risas, en una escena que le reconcilia con la felicidad que parecía extraviada. Lo volvió a intentar en la segunda parte en el otro área, pero el radar carbayón esta vez le dio el alto. Más adelante pidió el cambio porque el pubis le mandó acabar con la algarabía. Faena completada. Volvió y resolvió.
Ese fue el fogonazo a un partido muy chato, sin una pasión precisamente desbordante, de servicios mínimos. El Oviedo comparecía como colista tras bajarle a ese subterráneo el Girona y se le nota que va con botas de plomo. Su juego es entre débil y confuso, en la segunda parte entró dentro de lo inexplicable, es el rival ideal para abandonar el dolor de cabeza y buscar ese punto de inflexión que ansiaba el Txingurri. El protagonismo fue para Nico y para otro chaval aún por recorrer el camino que lleva este, y la verdad es que pinta de maravilla. Tras el estreno en Newcastle, Selton esta vez tuvo su primera aparición en casa también en el once titular. Y mostró su rabioso descaro. Una rabona (un gesto técnico que provocó el asombro y las risas de Iñaki y Sancet en el palco de lesionados), taconcitos, filigranas, pases de fantasía... artes que escasean esta temporada, este chico ve el fútbol como los elegidos. Se marchó aclamado. Lo primero que hizo fue un cambio de sentido hacia Nico en el origen de la mejor jugada colectiva de los leones en los minutos iniciales. Le llegó la pelota a Berenguer, pero se la atajó Aarón en el uno contra uno. Los locales partieron con esa decisión que llevan grapada en la nómina en casa. Hasta tres saques de esquina seguidos dispusieron. Hubo 21 reates totales contra 4, abrumador.
Pero al contrario de lo que cabía esperar, el gol no serenó la cabeza de los de Valverde, incapaz de cerrar el partido ante un cortés contrincante. Empezaron a hacer cosas amorfas, a despistarse ante un equipo muy endeble en defensa y con pocas ideas en ataque. Simón volvió a ralentizar un saque del juego y casi le roba la cartera Rondón. Minutos después del golazo de Nico, lanzaron un balón en falta y peinó Colombatto, estiró la pierna Chaira, pero aparentemente sin rozarla. La bola se coló entre las piernas de Simón. Pero se detectó un fuera de juego del extremo, por el talón, algo que dejó perplejos a todos. Eso qué son ¿dos centímetros? ¿Estamos ante el fuera de juego más milímetro de la era VAR? El tanto de Nico y el no gol azul no acabaron de despertar al personal de la siesta. Los leones están teniendo bastantes lagunas en balones parados y las segundas jugadas a partir de ellos. Dendoncker tuvo la suya, un balón cruzado que permitió a Simón sacarse la espina de un mal día lanzándose al suelo como un gato. El juego era muy discontinuo. La cosa era que el Athletic en apariencia era muy superior, pero ganaba tras una genialidad del genio de la lámpara y el colista había tenido un tanto, anulado, y una acción muy clara para abrir su marcador.
Noticias relacionadas
Selton lo volvió a intentar tras el descaso, una vaselina que se le marchó por poco. Berenguer dispuso de las oportunidades para sentenciar, pero no acaba de andar inspirado ante la meta enemiga. Los leones metieron más madera a la caldera, encendieron el ritmo algo y la gente lo agradeció. Llegaron mucho al área, generaron un ramillete de acciones con mucha mecha, pero ahí se daban contra el muro de su falta de efectividad. Los cambios aportaron frescura a la tropa local. Selton y Nico, los que habían contado la fiesta, desfilaron con la grada a sus pies. El Oviedo se quedó sin el recurso de Rondón en el juego directo y se extinguieron sus noticias. Acabó a la desesperada, con presión más alta, y dejó latifundios para la maniobra de los rojiblancos. Eso sí, Simón se jugó el físico fuera del área por arriba en un balón dividido ante Viñas, con despiste de los centrales rojiblancos. El meta se sacó la espina de sus dos errores previos. La alegría vuelve a Bilbao, que se quitó una buena losa de encima. Daba igual el cómo, lo importante era el qué. Ese qué eran tres puntos. En Oviedo todo pesa mucho, la clasificación les oprime con 19 equipos, todos, por encima. Carrión no es pariente de la victoria, 13 partidos después con Las Palmas y Oviedo, la sigue esperando. Se dedicaron a mover el balón sin sentido al final, sin atacar, y se ganaron la pitada de la grada, algo pocas veces visto, una afición contraria asistiendo a un triunfo momentáneo de los suyos (1-0) y protestando porque el enemigo no ataca. El peor conjunto azul de la historia a estas alturas junto con los de 1941-42 y 1975-76. La Ertzaintza retuvo y escoltó a 40 ultras del Oviedo antes del pitido inicial. Podía haber dado el alto también a este equipo que no deja de desangrarse.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
- 1 Unai Simón
- 2 Gorosabel
- 3 Daniel Vivian
- 17 Yuri
- 14 Laporte
- 18 Mikel Jauregizar
- 44 Selton Sánchez (63')
- 16 Ruiz de Galarreta (71')
- 7 Berenguer (83')
- 10 Nico Williams (71')
- 11 Guruzeta (83')
- Banquillo
- 6 Vesga (83')
- 27 Álex Padilla
- 20 Unai Gómez (63')
- 19 Adama Boiro
- 30 Alejandro Rego (71')
- 12 Jesús Areso
- 31 Asier Hierro
- 4 Aitor Paredes
- 23 Robert Navarro (71')
- 25 Urko Izeta
- 22 Nico Serrano (83')
- 13 Escandell
- 16 David Carmo
- 4 Costas
- 22 Nacho Vidal
- 25 Javi López
- 5 Alberto Reina (71') -
- 11 Santiago Colombatto (84') -
- 20 Leander Dendoncker (84') -
- 7 Ilyas Chaira (52')
- 9 Federico Viñas
- 23 Rondón (71') -
- Banquillo
- 24 Lucas Ahijado
- 1 Horatiu Moldovan
- 3 Rahim Alhassane
- 6 Kwasi Sibo (84')
- 19 Alex Fores (84')
- 12 Dani Calvo
- 2 Eric Bailly
- 27 Pablo Agudín (71')
- 17 Brandon Domingues
- 10 Hassan (52')
- 15 Oier Luengo
- 21 Luka Ilic (71')
Cambios
Haissem Hassan (52', Ilyas Chaira), Unai Gómez (63', Selton Sánchez), Luka Ilic (71', Alberto Reina), Robert Navarro (71', Nico Williams), Alejandro Rego (71', Íñigo Ruíz de Galarreta), Pablo Agudín (71', Salomón Rondón), Mikel Vesga (83', Gorka Guruzeta), Nico Serrano (83', Alex Berenguer), Álex Forés (84', Santiago Colombatto), Kwasi Sibo (84', Leander Dendoncker)
Goles
1-0, 24': Nico Williams
Tarjetas
Arbitro: César Soto Grado
Arbitro VAR: Carlos del Cerro Grande, Pablo González Fuertes
Ruiz de Galarreta (46',Amarilla), Escandell (56',Amarilla)






Rellene su nombre y apellidos para comentar