Un problema para Francia

Si analizamos, línea por línea, a las selecciones del Mundial, hay algunas como Brasil que cuentan con un fondo de armario imponente en el banquillo capaz de solventar partidos que se le ponen cuesta arriba, como ante Serbia y Suiza en las dos primeras jornadas del torneo. Otras, como Francia, tendrán que sudar en los partidos de las rondas finales cuando el resultado no le sea favorable.

La campeona del mundo cayó ante Túnez este miércoles en la última jornada de la fase de grupos. Deschamps introdujo a nueve suplentes en el once y el resultado, esperado por otra parte en vistas de lo poco que han jugado juntos, no fue el deseado. El centro del campo hizo aguas, los delanteros no produjeron ni una quinta parte respecto a Griezmann y Mbappé y la defensa no tuvo su mejor día. El delantero del Atlético de Madrid empató al final, pero el VAR, injustamente, en una decisión que ya ha reclamado la Federación Francesa de Fútbol, lo anuló.

Deschamps tiene una encrucijada a partir de los octavos de final. El seleccionador vio frente a Túnez cómo alguno de los jugadores que integran este enorme elenco de estrellas no están preparados para ser titulares. El centro del campo, formado por Guendouzi, Fofana y Veretout, apenas tocó balones durante todo el primer tiempo y se vio muy superado por el mediocampo rival. Los tres, muy lejos de su mejor versión, tienen muy pocas opciones de tener minutos en las rondas del K.O.

El único del elenco de centrocampistas con capacidad para cambiar partidos, Camavinga, jugó en una posición inédita para él. Deschamps colocó al franco-angoleño de lateral izquierdo y, aunque comenzó muy nervioso el partido, perdiendo muchos balones y dejando libre su espalda, acabó como el jugador con más duelos ganados (18), récord en un Mundial para un francés desde 1986, y supo esconder sus debilidades en la banda. El exjugador del Rennes es, posiblemente, el único futbolista del mediocampo que podría darle la vuelta a un partido en caso de que Francia se meta en problemas.

En ataque, con las lesiones de Nkunku y Benzema, la selección francesa está huérfana de calidad. El once titular, por supuesto, tiene un talento sobrenatural (sobre todo Griezmann y Mbappé), pero cuando juegan los menos habituales, la película es bien distinta. Contra Túnez, Kolo Muani y Coman no terminaron de encontrarse y sucumbieron ante la férrera defensa tunecina.

El domingo, contra Polonia, se espera que Deschamps utilice la misma alineación que doblegó a Dinamarca en la jornada 2 del Mundial. Griezman, Giroud, Mbappé y Dembélé volverían a juntarse en ataque, Tchouaméni, titular contra Túnez, y Rabiot repetirían doble pivote y, en defensa, Koundé, Varane, Upamecano y Theo Hernandez completarían, junto a Lloris en portería, el equipo. Si el partido se le pone cuesta arriba a la campeona del mundo, las opciones de que algún jugador del banquillo tenga un impacto real en el segundo tiempo son ínfimas, de momento.