Marruecos y la filosofía cholista
Regragui y Bono han refrendado la inspiración en el Atlético tras eliminar a España y Portugal. El meta, que pasó por el Atleti B, solo ha recibido en gol... y fue en propia.
“Hemos jugado un partido parecido al de España... y también a los del Cholo”, explicaba Walid Regragui tras la épica victoria de Marruecos contra Portugal. Su selección se convierte en el primer combinado africano en clasificarse para unas semifinales de un Mundial y lo hace con una inspiración clara en el juego de las mejores noches europeas del Atlético. No es casual que el técnico hiciese referencia a Simeone sin pregunta mediante. Tras derrotar a España, fue Bono quién sacó a la palestra la comparativa con el conjunto rojiblanco (”ganamos el partido a lo Simeone”).
El guardameta lo hizo con conocimiento de causa. Bono llegó a la cantera del Atlético en 2012 ya como mayor de edad. Militó durante dos temporadas en el Atleti B, compartió portería con Courtois y posteriormente también con Oblak y, pese a no debutar con el primer equipo en partido oficial, sí fue un habitual en pretemporadas y entrenamientos bajo el mando del técnico argentino. Y es que varias de las principales características de esta Marruecos recuerdan al Atlético que alcanzó dos finales de Champions entre los años 2014 y 2016. Esas noches de epopeya ante Barcelona, Bayern, Chelsea o años después Liverpool de las que ha tomado buenos apuntes Regragui.
Si tu rival es superior en talento, hay que igualarlo a base de inteligencia, conseguir que se juegue a lo que tú quieras. Y Marruecos tiene esas cualidades del mejor Atleti: defensa fuerte, agresividad en la recuperación, salida al contragolpe por velocidad y, sobre todo, una creencia máxima en su idea. Todos confían en el plan y en sus compañeros. Ni las bajas en defensa abrieron el cerrojo de un impresionante Bono. Sin Mazraoui (Bayern), Aguerd (West Ham) y tras la lesión de Romain Saïss (Besiktas), tres de los cuatro defensas titulares, Marruecos acabó con El Yamiq (Valladolid), Achraf Dari (Brest) y Attiyat Allah (Wydad Casablanca) formando una línea defensiva infranqueable junto a Achraf.
En total, Marruecos ha encajado un único gol en los nueve partidos que ha dirigido el técnico desde su estreno en septiembre. Y llegó en el Mundial, contra Canadá y en propia portería. En Qatar, ni Croacia (0-0), Bélgica (2-0), España (0-0) o Portugal (1-0) han conseguido ese imposible pese a partir como favoritas. Marruecos es un bloque, donde destaca más por el colectivo que por el talento individual. Eso sí, los Achraf (PSG), Ziyech (Chelsea), Bono (Sevilla) o grandes reivindicados como Ounahi, Boufal (ambos del Angers) o Amrabat (Fiorentina), pivote de lo más interesante y que a buen seguro habrá apuntado Andrea Berta, están concentrando los focos.
Si en el 2018 la Francia de Griezmann, Lucas o Lemar tuvo un sabor rojiblanco, ahora es Marruecos la que continúa la tendencia, además de la propia selección de Deschamps. Todos a una, como los mejores años cholistas. Marruecos se ha convertido en la gran sorpresa y sensación del Mundial. Y lo ha hecho fijándose en la libreta de Simeone. Si los africanos se han inspirado en el equipo rojiblanco, también el Atlético ha tomado buena nota de un estilo que ha ido perdiendo. El cholismo sigue vivo, aunque en este caso no sea el Atlético quien lo represente.