Marruecos aprieta en plena crisis y no renuncia a la final del Mundial
En el peor momento para España, despliega toda su capacidad diplomática en la FIFA y avanza un nuevo estadio en Casablanca con capacidad para 110.000 espectadores.
Una delegación de la RFEF ha trabajado esta semana en Lisboa junto con la Federación de Portugal en la Candidatura conjunta junto a Marruecos para organizar el Mundial 2030 en la Península Ibérica y el norte de África. La preocupación entre los socios mundialistas de la RFEF es máxima, pero además existe la fundada sospecha de que esta situación termine afectando a nuestro país, que podría perder el favor de la FIFA.
Marruecos, que entró como invitada en el proyecto tras sacar la propia FIFA a Ucrania por un escándalo de corrupción que afectó al presidente de la esa federación, aspira ahora a ganar protagonismo y despliega en la FIFA todo su poder diplomático para conseguir a lo que secretamente nunca renunció: organizar es su territorio la final de la Copa del Mundo del año 2030, que con toda probabilidad será otorgada a la Candidatura euroafricana. Para empezar, a los líos judiciales que sacuden la RFEF, Marruecos responde con el anuncio de la construcción de un monumental estadio en Casablanca con capacidad para 110.000 espectadores con el que aspiran a organizar la final de la Copa del Mundo el 21 de julio del año 2030.
De momento, España es el país que está en ventaja para organizar el partido final del torneo, al que aspira el estadio Santiago Bernabéu. Pero los últimos acontecimientos en la RFEF han despertado recelos en la FIFA que no ve con malos ojos atender a las aspiraciones de Marruecos en este sentido ya que el otro socio, Portugal, no puede organizar un partido así. António Laranjo, coordinador de la Candidatura conjunta de los tres países indicó que el país luso no acogerá la final del torneo, por lo que deberá disputarse en España o Marruecos. “Portugal no tiene ese estadio (con capacidad para, al menos, 80.000 localidades), no va a hacer inversiones para ampliar la capacidad de los estadios, lo que significa que Portugal no va a tener la final del Mundial-2030″, dijo Laranjo.
La influencia que Marruecos está desplegando choca con los escándalos en España. Y hay que recordar que la FIFA ya sacó a Ucrania (para meter a Marruecos precisamente) por mucho menos. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, mantiene buena relación con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y fuentes conocedoras del proceso no descartan que se ponga en contacto con él para manifestarle su preocupación por la situación en la RFEF.
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