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QATAR 2022 | BONIEK

“Maradona ganaba torneos solo, Messi necesita al equipo”

Zbigniew Boniek fue la estrella polaca en el Mundial 1982 y el mejor jugador de su país hasta la llegada de Lewandowski. Ahora, como vicepresidente de la UEFA, no se muerde la lengua.

Zbigniew Boniek.
MAXIM SHEMETOVREUTERS

Desde que se convirtió en una estrella del Calcio (en 2019 ingresó en el Salón de la Fama) y jugó en la Juventus y en la Roma, Zbigniew Boniek (Polonia, 1956) reside en Italia, desde donde atiende por teléfono a AS. El considerado mejor jugador de la historia de su país hasta la llegada de Robert Lewandowski, incluido por Pelé entre los 100 mejores del siglo XX, es ahora vicepresidente de la UEFA y no es esconde cuando le toca hablar del Mundial de Qatar, de la Superliga o de su etapa de jugador. Otra época para un delantero exquisito con fama de díscolo.

-¿Qué selecciones cree que son las favoritas para ganar el Mundial?

-Considero que en este Mundial no habrá muchas sorpresas. No se juega en junio, con el peso y el cansancio de la temporada, sino en noviembre y diciembre, con las piernas frescas. Este campeonato estará dominado por los equipos con grandes jugadores. Creo que Brasil, Alemania, Argentina y España son los más fuertes.

-¿Cuáles serán esos grandes jugadores?

-No creo que en el fútbol actual la diferencia la marque un jugador, me refiero simplemente a los grandes jugadores que todos conocemos. Puede haber alguno decisivo, claro, por sus jugadas y habilidades, pero para ganar partidos hace falta tirar del equipo. Los tiempos de Maradona ya han pasado. Diego podía ganar torneos él solo, ahora Messi necesita al equipo para hacerlo. Puede ser una buena oportunidad para Argentina, sí.

-¿Y cómo ve a España?

-España es un equipo muy fuerte formado sobre todo por jugadores que tienen una técnica básica fantástica. Yo los llamo grandes acomodadores del juego que consiguen mantener el balón mucho tiempo. Para mí gusto, les falta un delantero centro de nivel mundial para marcar más la diferencia. Muchas veces generan un alto volumen de oportunidades y de juego, pero no concretan. Aun así, es una de las candidatas.

-¿Cree que este Mundial no se debería celebrar en Qatar por el país que es y por todo lo que representa?

-Sobre ese aspecto, está todo dicho, no puedo aportar más. Veo además de todo eso, otro problema grave, que son las fechas. Ahora nos centraremos todos en el Mundial, pero espero que en el futuro no se cometan estos errores en la elección.

-¿Qué opina del grupo de Polonia con la Argentina de Messi?

-Argentina es la favorita al ser una de las aspirantes al título. México es una selección que tiene un buen nivel técnico, pero creo que todas las selecciones que están en un Mundial pueden sorprenderte en cualquier momento. El objetivo de mínimos para Polonia es pasar la fase de grupos.

Leo Messi y Diego Maradona.
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Leo Messi y Diego Maradona.ENRIQUE MARCARIANREUTERS

-¿Cuál es la salud del fútbol en Polonia?

-Estamos lejos de las ligas y de los clubes potentes. Digamos que con 30-35 millones de presupuesto no puedes construir y no puedes tener equipos muy fuertes, todas las plantillas están llenas de gente joven. Si jugadores como Lewandowski hubieran estado en Polonia, la liga sería más competitiva. Pero no ha podido ser.

-¿Cree que fue un error o un acierto que Lewandowski se fuera al Barça?

-No creo que fuera un error. Lewandowski tenía muchas ganas de ir a Barcelona, a uno de los equipos de marca más reconocidos en el mundo; sin embargo, es un equipo en el proceso de construcción que ya ha salido de la Champions, lo que sin duda es una gran decepción. El Barcelona es un equipo que construye mucho juego y eso le está ayudando a marcar tantos goles en la Liga ante equipos más flojos.

-¿Qué jugador en la actualidad sería Boniek?

-Nunca pensé en si hay un jugador que se parece a mí. En mi caso, podía jugar de defensor, en mediocampo y en ataque, creo que era un jugador muy universal. El fútbol además ha cambiado mucho en los últimos 15 años. Hay más táctica, por lo que no veo un jugador de mi estilo que te diga que me gusta.

-¿Cómo recuerda su infancia y cómo forjó ese estilo de juego?

-Mi infancia fue muy tranquila, muy bonita, absolutamente normal como la de todos los niños. Jugaba a muchos deportes todo el tiempo, no solo fútbol. También balonmano o hockey sobre hielo. A los 12 años en Polonia debías unirte a un club deportivo en función de tus habilidades. El más rápido iba a atletismo, otros compañeros se fueron a boxeo y yo a fútbol. No me faltó de nada de niño, mis padres y mi hermano eran muy buenos.

Zbigniew Boniek.
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Zbigniew Boniek.Peter Robinson - EMPICSPA Images via Getty Images

-¿Su familia sufrió la barbarie de la II Guerra Mundial?

-Gracias a Dios, mi familia no la sufrió. Digamos que no fue un desastre para mis parientes a nivel físico, pero sí psicológico evidentemente. Tanto en mis abuelos como en mis padres.

-Triunfó especialmente en Italia. ¿Aquella Juventus en la que usted jugó es uno de los mejores equipos de la historia?

-Aquella Juventus era un equipo fantástico formado por grandísimos jugadores gracias al abogado Gianni Agnelli. Fuimos muy fuertes y de 1982 a 1985 fuimos sin discusión el mejor equipo del mundo. No solo éramos buenos en el campo, sino fuera. Éramos chicos listos. Muchos están ahora en altos cargos, como estuvo Platini en la UEFA, yo mismo o el dueño del Lazio.

-Habla de Platini, ¿cree usted que pudo ganarle alguno de los tres Balones de Oro que posee?

-Él tuvo tres años extraordinarios en la Juventus. Era determinante y fue el que marcaba más goles. Su posición era clave en el equipo. Era un jugador brutal, un excelente compañero y un gran amigo. Se lo merecía absolutamente y me alegré en su momento por él.

-Usted es vicepresidente de la UEFA, ¿qué opina del proyecto de la Superliga?

-La Champions ya es una Superliga. La única diferencia es que para entrar en ella debes obtener méritos deportivos y no acceder por decreto. Algunos clubes se quieren quedar ellos todo el dinero y no compartirlo con nadie. Barcelona y Juventus ya están fuera de esta Champions; por ejemplo, hay competencia. No estamos listos en Europa para hacer un sistema estadounidense. El vicio ha presidido este movimiento. Su presentación en Londres fue hecha por amateurs, fue linda, pero no fue la mejor manera de hacerlo. Si hubieran hecho todo de otra forma, quizás todos tendríamos una percepción diferente. Desafortunadamente, al aficionado se le está dejando de lado.

-Volviendo a repasar su carrera con la Juventus, ustedes ganan la Copa de Europa en la fatídica final de Heysel ante el Liverpool. ¿Qué le queda de todo aquello?

-Me impactó. No queríamos jugar, pero nos obligaron a hacerlo. Recuerdo que tuvimos que esperar a que llegaran los refuerzos de la OTAN para que empezara el encuentro. Todos queríamos ganar de manera deportiva, sin todo lo que sucedió. Para mí iba a ser especial porque era mi último partido con la Juventus. Lo primero que hice fue darle dinero a una fundación para las familias de las víctimas.


"El Mundial de España 82 se quedó en mi corazón y hasta ahora siempre me pongo feliz al recordar los partidos"

-A usted le gustaba fumar y se decían que lo hacía en los descansos. ¿Mito o realidad?

-Eso nunca lo hice. Me gustaba de vez en cuando encender un cigarrillo, podía hacer uno después del almuerzo, pero nunca después de una actividad física. Yo era cien por cien deportivo y nunca he tenido problemas con mis pulmones. Fumaba de vez en cuando y lo hice durante muchos años. Después paré de hacerlo por todos los mensajes que decían que era muy perjudicial para la salud. Sin embargo, nunca me molestaron esas invenciones sobre lo de fumar en el vestuario. Es divertido.

-No sé si esto será mito o realidad. Esa fama de jugador díscolo, difícil para los entrenadores…

-Me encanta ganar. Siempre fui al máximo a cualquier juego y no creo que fuera tan así. Sí, tal vez algunas discrepancias, como con Erickson, pero era muy joven y debo decir que al principio sufrió el carisma de los jugadores de la Roma. Tuvimos roces. Pero nada más en particular: al final no creo que haya sido nunca un problema. Todos los entrenadores lo que quieren es tener jugadores que te ayuden a ganar partidos.

-¿Se arrepiente de algo de su carrera?

-Me arrepiento de no haber podido jugar la semifinal del Mundial de España 82 ante Italia por sanción. En el partido contra Rusia vi una tarjeta y cumplí ciclo, pero eso es algo que ahora ya no hubiera ocurrido porque llegas limpio a la segunda fase. También cambiaría el último partido de la Liga 85-86 ante el Lecce, yo jugando en la Roma. ¿Se puede perder un partido que parecía imposible? Pudimos haber ganado el Scudetto, que hubiera sido histórico. Por desgracia no ocurrió. Nunca hay carreras perfectas, siempre hay rendimientos en los que sabes que lo has podido mejor.

-Habla del Mundial de España 82. Usted fue uno de los destacados. ¿Fue el cénit de su carrera?

El Mundial de España 82 se quedó en mi corazón y hasta ahora siempre me pongo feliz al recordar los partidos, el ambiente maravilloso y verdadero donde podías salir después del partido e ir a dar un paseo con los compañeros sin que ningún paparazzi te siguiera. Le tengo tanto cariño que cuando puedo voy con mi mujer de vacaciones porque España es un país fantástico y especial.