Luis Enrique: “Mourinho era el único que se atrevía con Van Gaal”

¿Cómo ve el partidazo de mañana, ante Alemania? “Es algo maravilloso, motivante. Llegamos con ganas y en muy buena forma; por la contra, ellos, con más dificultades. Pero un partido contra Alemania siempre es algo emblemático. Tienen futbolistas que juegan en Europa al máximo nivel... pero nosotros lo afrontamos con la misma idea de siempre: ir hacia delante, defender lo más lejos posible de nuestra portería y atacar”.

Jugará a las 22:00 (hora qatarí)... ¿Cómo se gestiona un día tan largo? “Por la mañana aprovecharé para hacer deporte a baja intensidad, sin machacarme y luego, repasaremos. Daremos la charla del rival a los jugadores, enseñándoles las circunstancias de juego en las que pueden influir, con vídeos de 6-8 minutos y dos-tres claves. Es importante no agobiar con muchas variables, sino escoger las que crees que, a la postre, acabarán siendo importantes. Nosotros afrontamos el partido como si fuese de octavos: queremos ganar, no nos vale el empate. Después de comer permitimos la siesta y unas dos horas y media antes del partido, doy la charla táctica. A partir de ahí, al estadio. Y a jugar”.

¿Hace entrenar los días de partido? “Nosotros no, entendemos que ya está todo preparado. Pero si algún jugador, voluntariamente, quiere ir al gimnasio, tiene total libertad”.

¿Cuántos partidos ve al día? “Depende. No es lo mismo verlos, que observarlos. Cuando juegan posibles rivales o equipos del grupo, hacemos más ‘análisis’ que ‘visiones de primeros planos’. Para eso necesitamos acudir a las cámaras tácticas: nos descargamos el partido y podemos radiografiar a todos los jugadores en todo momento, ganando más material que lo que enseña la televisión”.

¿Por qué nunca repite alineaciones? “Porque gestionar un grupo de 26 jugadores, confiando sólo en 11... no lo veo. Evidentemente alguno no jugará en todo el Mundial, es algo que ya les he dicho, pero nunca será porque no tenga el nivel. Mi trabajo es tener a todos preparados y motivados y eso pasa por demostrarle a todos, sin excepción, que confío en ellos. También entiendo que haya entrenadores a los que no les guste rotar. Pero este es mi estilo, uno por encima de las individualidades”.

¿Hace mucho calor en los entrenos? “No, ten en cuenta que a las 17h ya es prácticamente de noche. Tenemos la temperatura ideal para jugar al fútbol. De hecho en los estadios, con lo potente que tienen el aire acondicionado, hasta se recomienda coger una chaqueta”.

¿Supersticiones? “Nada, ni una chuminada de esas. Confío en el trabajo previo y eso es todo. Yo soy de bromear, escuchar música, reírnos... en definitiva, gestionar el estrés a través de la risa. De estímulos positivos”.

¿Vio la parodia de Polònia? “¡Espectacular! ¡Son unos cachondos! Me la pasó mi hijo, creo que fue. Me gusta mucho ese humor irónico. Fue de las mejores imitaciones que he visto, enhorabuena”.

¿Por qué se está jugando con pantalón rojo? “He debido ser muy torpe explicando este tema. Nosotros queremos jugar con nuestra primera equipación normal, pero cuando hay colores similares para las televisiones, se cambia. Este año la segunda es azul, no blanca y se daba el contexto de que íbamos a jugar casi siempre de azul... por el pantalón. Es por ello que buscamos la solución de cambiar el pantalón de la primera y jugar todo de rojo, que tiene más de la bandera de España, que la segunda. No sé si me explico mal o si hay ganas de juerga”.

¿Observa también partidos de Segunda? “¡Y hasta de Segunda B! Pasó el año pasado con Pablo Torre, pero entendimos que debía dar un paso más antes de venir a la absoluta. Es un ejemplo”.

¿Le gusta el ‘freestyle’? “En el Barça, hasta que llegó Ronaldinho, nos pasábamos la pelota. En cuanto llegó, nos sentábamos y simplemente lo mirábamos. ¿Pero esto qué es? Pensábamos”.

¿Podría ser árbitro? “Pues te voy a decir una cosa... ¡Podría ser árbitro! Mis jugadores saben, por los entrenamientos, que cuanto se me protesta, menos pito a favor. Así aprenden para los partidos. Y hacemos mucho trabajo con quienes son más insistentes en las protestas. “Contrólate...“, les repetimos. Insistiendo mucho en que los árbitros se equivocan, como cualquiera y que hay que centrarse sólo en los partidos”.

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¿A favor de los cinco cambios? ¿Beneficia? “Depende. Aquel que puede entrar ahora y antes no, estará contento con la norma. Pero el que se va, no. A mí me gusta, como que hayan ampliado las listas a 26 jugadores. Da más opciones”.

¿Quiénes son los más ‘picados’ del equipo? “Pues como tenemos ‘vetadas’ las protestas, directamente es que nadie lo hace. Tenemos un grupo tan noble, que es un gusto. Se nos pasan los entrenamientos y los días, volando. En toda mi carrera como entrenador, casi 12 años, no había visto un rondo con tanta calidad como el de hoy. Ha sido una cosa de los Globetrotters. Excepcional”.

¿Cómo se gestiona que un jugador no tenga minutos? “Ellos saben que esto es la élite. Pese a entrenar de maravilla, alguno debe quedarse sin jugar. Esto se gestiona con la naturalidad de este tipo de situaciones. Los jugadores imprescindibles no son los que marcan goles, sino los que suman en cualquier situación. Quiero decir: uno que no juega ni un minuto, en realidad, puede ser tan importante como el que marca en la final. Ese es el lema del equipo. Nuestra mentalidad”.

¿Qué le emocionó más? ¿El oro olímpico o el debut con La Roja? “Ganar una medalla olímpica fue algo único, pero hacerlo en tu país... la repera. Pero no pondría eso por delante del debut con España con 24 años. Aquello fue un recuerdo imborrable. No sabría decir; no podría poner uno por encima del otro”.

¿Qué opina de Mourinho? “Tuve la suerte de tenerlo como segundo... y, sinceramente, era un tío que ninguno pensábamos que fuese a ser entrenador. Ya, ni mucho menos, convertirse en lo que se ha convertido. Es un tipo con mucha personalidad y que no se calla nada. Le guardo mucho aprecio. Cuando se marchó Bobby Robson, vino él... y fue el único que se atrevió a decirle las cosas a Van Gaal. Y Van Gaal, que era un tío muy inteligente, acabó valorando que hubiese alguien que le transmitiese, así, sus ideas. Aún tengo contacto con él, porque el interprete de la Roma es muy buen amigo mío. Me cae muy bien”.

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¿Cuántos partidos de un rival hay que ver para tenerlo estudiado? “Depende. Nosotros buscamos patrones que se repitan en un equipo. Cosas que pasen día tras día. “Este equipo descuelga gente para hacer transiciones”, por ejemplo. Así, podemos darle a los jugadores informaciones cortas y directas. En mi época las charlas duraban 40 minutos... pero hemos evolucionado. Ahora vamos al detalle, a lo que consideramos importante”.

¿Qué opina de la organización del Mundial? ”En cuanto a infraestructuras, excepcional. Aquí, en la Universidad, donde estamos, no hay lujos, es algo muy estoico. Olvidaos de que los jugadores viven rodeados de lujos, proceden de familias modestas. Pero hay mucho espacio, eso sí. En cuanto a la polémica que rodea al Mundial... intentamos abstraernos. Todos estamos a favor de los Derechos Humanos, sólo faltaría, pero también creemos que viniendo aquí, damos visibilidad a las cosas que pasan. No venimos a dar lecciones, pero con visibilidad, tal vez haya cosas que se puedan cambiar. Lo digo como un intento de buscarle la parte positiva”.

¿Y del balón (Al-Rihla)? “Los porteros siempre se quejan de que hace efectos, pero este está muy logrado. En mi época el que más adeptos tenía era el Tango”

¿Utiliza andamios en Qatar? “¡Claro! “Tenemos dos: uno para una cámara y otro para mí, que me lo ha puesto la FIFA. Es algo que encuentro muy útil”.