Las lágrimas de Achraf y una cena de conjura
Los jugadores marroquíes festejaron una clasificación histórica con una cena. El exlateral blanco se había emocionado sobre el césped.
“Es un grupo sólido, una familia fuerte donde el entrenador se ha ocupado de que desde el que juega 90 minutos hasta el que no participa se sienta implicado”, explican desde el entorno de una Marruecos que se medirá con España el próximo martes por un sitio en los cuartos de final, lo que sería un hito en su historia. El equipo se siente fuerte y capaz de todo. Pero ha vivido muchas emociones. “Regragui ha unido a este grupo, ha conseguido que todos los jugadores volvieran y ha propiciado que haya un ambiente propicio”, insisten.
El papel del técnico ha sido fundamental. Lo ha sido también lidiar con muchas emociones. Marruecos debutó aguantándole a la subcampeona del mundo, Croacia, en el primer partido y después dio el bombazo frente a Bélgica. En ese partido Achraf fue sustituido en el minuto 68, había llegado con molestias físicas, pero pudo aportar hasta entonces. Marruecos sufrió, pero pero Saïsss, primero, y Aboukhlal, después ya en la prolongación aseguraron el triunfo. La imagen de Achraf corriendo a la grada para dar un beso a su madre se hizo viral en todo el país.
Repitió el lateral después del triunfo sobre Canadá, cuando rompió a llorar sobre el césped abrumado por la emoción. “Achraf es un jugador de clase mundial, además jugó lesionado. Desde mi banquillo vi a un jugador humilde, un guerrero. Él puede llevar a este equipo aún más lejos”, explicaba Herdman, seleccionador canadiense tras el partido. Marruecos quiere aprovechar esa atmósfera. Después del partido, el grupo se marchó a cenar. Todos juntos para mantener esa inercia, allí fue cuando se enteraron de que su rival sería España.