QATAR 2022 (C) | ARABIA SAUDÍ - MÉXICO
La revelación o el ábaco
La inesperada Arabia Saudí acaricia la gesta de emular su mejor papel en un Mundial. México, incapaz aún de marcar, apela a una goleada, o una carambola. Ochoa frente Al-Dawsari.
Serán los halcones verdes, el águila mexicana o directamente las espinas del cactus que adorna el escudo azteca (sigue el partido en directo en As.com). La Arabia Saudí que protagonizó la mayor sorpresa del Mundial al derrotar a Argentina, un Tri que ni siquiera ha sido capaz de marcar un gol o ninguno de los dos, en favor de la albiceleste de Messi y la Polonia de Lewandowski. La final de los ‘outsiders’ del Grupo C la definió mejor que nadie el seleccionador saudita, Hervé Renard: “No estamos muertos” (“on n’est pas mort”).
De cara lo tiene contra todo pronóstico Arabia, que con una victoria alcanzará los octavos de final y emulará su mejor papel en una Copa del Mundo. Incluso le bastaría con un empate, si Polonia se impone a Argentina. Deberán mostrarse los de Renard, el técnico de moda, capaces de sobreponerse a toda suerte de adversidades: las lesiones de Al Shahrani (sometido ya a varias operaciones) y El Faraj, capitán, en el estreno, y de Al Burayk en segunda instancia en un lateral zurdo maldito; y la sanción de Almalki, con dos amarillas ya. También a la rémora del penalti fallado ante Szczesny, que pudo significar la clasificación, por un Salem Al-Dawsari de pasado español, por su papel testimonial en un Villarreal-Real Madrid que cerraba la Liga 2017-18.
Y precisamente otro penalti, el que Ochoa le detuvo a Lewandowski en la primera jornada, es lo que mantiene con vida a un combinado mexicano negado con el gol. Ninguno ha marcado en 180 minutos (más los interminables añadidos de este Mundial) y unos cuantos necesitaría hoy para pasar ronda, cuatro de diferencia para estar tranquilo, salvo que Polonia derrote a Argentina. Criticado por su disposición defensiva frente a la selección de su país natal, se encamina Martino a recuperar su habitual 4-3-3, con jugadores de corte más ofensivo y las duda del sempiterno Guardado en la medular y en ataque entre Henry Martín y Funes Mori.
Se sitúa la espada de Damocles sobre el Tri, que encadena ya la peor racha mundialista de su historia sin goles, 384 minutos que acumula desde sus dos últimos encuentros en Rusia-2018, y que puede igualar en caso de derrota su peor participación en una Copa del Mundo, que data de 1978 en Argentina. No es de extrañar que, entre sesiones de entrenamiento, los jugadores mexicanos también recibieran una charla de la psicóloga del combinado para afrontar este decisivo enfrentamiento contra Arabia. Aunque, en función de los resultados que se vayan dando en Lusail y en el estadio 974, lo que se necesitará esta noche será un matemático.