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QATAR 2022

La máquina de Flick chirría y los jugadores se justifican: “No importa si no jugamos una mierda”

Una pobre Alemania ganó a Omán y arrecian las críticas. La segunda unidad tampoco convenció. “No me importa si ganamos y no jugamos una mierda”, dice Hofmann.

Doha
Flick se lamenta durante el partido contra Omán.
picture allianceGetty

Alemania llega hoy a Qatar después de casi salir trasquilada de Omán. Allí ganó a la selección local de forma pírrica por 0-1 y gracias. Porque Omán, la selección 75 de la clasificación de FIFA, generó peligro y no sufrió en exceso ante una selección germana donde Flick tiene a varios de sus hombres importantes entre algodones, pero donde tampoco resultó brillante la segunda unidad. “Omán, ¡eso estuvo mal!, Füllkrug salvó de una desgracia a Alemania”, titulaba Bild.

“Si ganamos todos los partidos 1-0 en la Copa del Mundo, seremos campeones. No me molesta en absoluto si no jugamos una mierda”, sentenciaba Hofmann en la zona mixta después de la victoria sobre Alemania en Mascate sobre Omán ante el tropel de preguntas en tono crítico de los periodistas germanos después de ver a su equipo zozobrar ante un combinado de calibre bajo. El propio Flick respondió con evasivas por el ritmo cansino y sin profundidad de su equipo. Cierto es que jugadores como Musiala o Müller no fueron de la partida, pero es que la segunda unidad fue realmente pobre. Sólo Füllbrug, el ariete que hizo el gol, se salvó. “Por supuesto que imaginábamos un partido diferente y con más goles”, explicaba Hofmann, el centrocampista del Gladbach, para salir del paso. “Evidentemente no es el nivel que queremos en la Copa del Mundo”, tenía que reconocer Flick.

Bella Kotchap, Kehrer, Moukoko, Sané o Goretzka fueron penalizados con malas notas por la crítica. Flick hizo jugar media hora a Klostermann en el lateral derecho, quien lleva sin poder tener minutos desde agosto por una lesión. Pero le incluyó por toda la incertidumbre que hay en un puesto que parece, finalmente, ocupará Süle, si Rüdiger está en condiciones de disputar el primer partido en el centro de la defensa. La defensa venía siendo una de las grandes debilidades de la Alemania de Flick, pero contra Omán, además, arreció la espesura. Un equipo muy impreciso y sin nitidez en el campo contrario. Algo que deberían aclarar jugadores como Musiala, Gnabry y Müller. Y por delante, Flick explicó que con Füllbrug en el campo, el equipo “sintió que había presencia” en el área rival. Fue el único saldo positivo del último examen. Alemania llega hoy a Doha. Este viernes hará una sesión regenerativa y, en principio, el plan de Flick pasa por dar algo de descanso el sábado a sus jugadores.