MIGRANTES DEL BALÓN | JEFTÉ BETANCOR
De sopesar el retiro a convertirse en una estrella del fútbol griego: “Esto es una locura”
Jefté Betancor encadena ocho partidos consecutivos marcando con el Panserraikos. El ex de UD Las Palmas o Tenerife repasa su trayectoria y su actual momento de forma en AS.
En 2017, Jefté Betancor (Las Palmas de Gran Canaria, 1993) pasó de jugar en la cantera de la UD Las Palmas y rozar el sueño de debutar con el primer equipo en LaLiga a competir en Preferente con la camiseta del Unión Viera. Un cambio que le hizo estudiar la posibilidad de colgar las botas con 24 años. “No hay día que no recuerde que hace ocho años estuve a punto de tirar la toalla. Por suerte no lo hice. Para alguien que ama este deporte, dejarlo es muy difícil”, reconoce el ahora futbolista del Panserraikos, de la Superliga griega. Jefté estuvo a punto de dar por finalizada su carrera como futbolista, aunque, por suerte, no lo hizo y ahora presume de triunfar en una Primera División europea: “Llevo ocho partidos consecutivos marcando, que es una locura. Es complicado hasta para los mejores jugadores del mundo, pero está saliendo todo a pedir de boca. Me siento fuerte mental y físicamente, así que puede que esto sea solo el principio”.
15 de septiembre. Es la fecha del último partido del Panserraikos en el que Jefté Betancor no anotó al menos un gol. El delantero canario encadena ocho encuentros consecutivos viendo portería, lo que ha llevado a su modesto club a abandonar el farolillo rojo de la Superliga griega y soñar con hacer un gran papel en Copa: “En Liga el objetivo es salvarnos y en Copa no nos enfrentaríamos a ninguno de los cinco grandes hasta una hipotética final, lo que nos permite soñar”. Casualidad o no, la racha goleadora de Jefté comenzó tras la llegada de Juan Ferrando al banquillo del Panserraikos. “Coincidir en el extranjero con un entrenador español es una bendición. La confianza que me da es fundamental. Yo también confío en él y eso se aprecia en los resultados”, analiza el delantero canario, que antes de iniciar la temporada se marcó el reto de anotar 15 goles. “Ya solo quedan cinco, ¿no?”, añade con chispa.
La venda de la suerte
Jefté Betancor está aprovechando todas sus oportunidades. De lo contrario, sería complicado liderar la tabla de goleadores en la Superliga griega junto a futbolistas como Loren Morón o El Kaabi, que militan en clubes, Aris de Salónica y Olympiacos respectivamente, llamados a dominar todos sus encuentros. El canario ya ha anotado 10 tantos este curso (ocho en Liga y dos en Copa), lo que le invita a pensar que “algo grande está por venir”. “Lo que estoy haciendo no es poca broma, pero queda mucha temporada por delante. Hay que seguir luchando”, añade Jefté, que ha marcado frente a tres de los cuatro grandes a los que se ha enfrentado este curso: “Contra el Aris no marqué, pero sí lo hice frente a PAOK, Panathinaikos y AEK”.
Fue precisamente el gol ante el Panathinaikos el que inició la racha de ocho partidos consecutivos marcando. Un gol por el que Jefté Betancor se jugó la cara. Literalmente. “Al rematar de cabeza choqué con un rival y me tuvieron que dar puntos. Me pusieron una venda que no me he quietado todavía”, descubre entre risas. Porque dos meses después, con la herida ya curada, Jefté sigue vendándose la cabeza para jugar al fútbol: “Solo la necesité tres partidos, pero como no paro de marcar goles prefiero no quitármela”, confiesa. “La coña con esto es impresionante. Todos se parten de risa, ¿pero cómo me la voy a quitar? Encima mi madre dice que no me la quite, que con ella me identifica mejor por la tele. Hasta que no esté dos partidos sin marcar no me la quito. Esperemos que no pase”, añade con regocijo. Los goles, eso sí, los celebra formando unas gafas con sus dedos: “Es para mi hijo. No lleva gafas, pero un día intentando hacer un corazón le salieron unas gafas y nos quedamos con la broma”.
Aunque sus goles le están otorgando notoriedad en el panorama futbolístico griego, no es la primera vez que Jefté Betancor compite por el título de máximo goleador de una temporada. El delantero canario, que debutó en el fútbol internacional en 2018 con el Stadl-Paura de Austria, destacó con 16 goles en el Farul Constanța, de la Primera División rumana, una hazaña que le valió los premios a máximo goleador y mejor jugador extranjero de la temporada. “Fui allí porque me llamó personalmente Hagi, que era el entrenador del equipo. Tenía ofertas de otros países como Polonia, pero hablar con él fue clave. Quitando a Juan (Ferrando), con el que estoy muy bien, ‘Gica’ (Hagi) es el mejor entrenador que he tenido. Recuerdo una semana previa a un partido importante en la que estuvo machacándome en todas las sesiones de vídeo. Acabamos ganando 2-0 y marqué. Sabe dónde darte para que saques el orgullo”, rememora Jefté, que recuerda con cariño su temporada junto al ‘Maradona de los Cárpatos’: “Fuera del campo era como un padre, pero en los entrenos se transforma. Está zumbado, no para de gritar, pero luego te paras a pensar y todo lo que dice acaba pasando en el partido”.
Jefté Betancor se define como un delantero “muy extraño”. “Me ves físicamente y dirías que soy un cañón por arriba, pero lo mío es por debajo. Creo que soy un jugador más de calidad, de tener la pelota en el pie. Si tengo que ir por arriba voy, pero no me gustar estar en el área esperando a ver si centran”, añade el canario, que acaba contrato en 2025 y todavía sueña con triunfar en casa: “Para un canario, triunfar en casa siempre es un sueño. Siempre quise jugar en la UD Las Palmas, pero no se dio porque, entre otras cosas, en esa época mi cabeza no andaba bien. También lo hice bastante bien cuando estuve en el Tenerife, aunque tampoco se dio. Lo importante es que ahora estoy bien en Grecia. Ahora solo pienso en no quitarme ni la venda ni las gafas”.