El amuleto fue Zúñiga

Diez de diez. Los partidos del Castilla sin perder. Se dice pronto, pero se salvó tarde. En el 94′, para más señas. Ya olfateaba el playoff el Hércules. Y su primera derrota en 2025 el filial blanco. Pero no. Porque Raúl le ha tatuado su ADN a sus chicos. Donde en el amanecer del curso había drama, ahora hay fiesta. Bajo el chaparrón de Alicante, aparecieron Yusi y Zúñiga. El lateral puso la música y el ariete la letra. Con un testarazo imperial. El gol. El playoff (a un punto) más cerca, y puede que más lejos (el Atleti B juega mañana). Un jarro de agua congelada al Hércules. De un Castilla que tardó en remar, pero acabó bailando bajo la lluvia.

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Aunque el sufrimiento fue máximo. Por momentos se vieron desde La Fábrica en la lona. Porque Javi Moreno y Soldevilla arrancaron con pólvora en las botas. Torrecilla tenía clara la premia. Presionar, presionar y presionar. Para provocar errores en salida y, a partir de ahí, morder. Y lo hicieron. De hecho, Javi Moreno ya había obligado a volar a Mario de Luis en el 13′. Reaccionó bien SuperMario, el día que celebraba su primera llamada con la Sub-21. Pero nada pudo hacer en el 19′. Ahí sí hubo zarpazo. Del extremo fue el servicio, de Solde el remate. Espectacular. De cabeza, de espaldas a portería. Una parábola perfecta a la red. Y llegaron más ocasiones, aunque no tan claras. Había dominio territorial, pero con el rival en la lona, el Hércules no mordió. Así comenzó su final.

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Y eso despertó al Castilla. Muy poco a poco. Tanto que el primer remate visitante no llegó hasta el 35′. Tímido, de Víctor Muñoz y a dos metros de la portería de Abad. Un excastillista, como Sotillos, imperial en el centro de la zaga, y Retu, que se marchó con la rodilla maltrecha. Comenzaba a nadar el gigante dormido antes del descanso y tras el refrigerio salió en tromba. Con más corazón que fútbol. Pero en el fútbol, a veces, el corazón lo es todo. Lo sabe bien Raúl, que comenzó a mover el árbol. Mucho cambio para buscar la reacción. Y, a medida que el reloj se quedaba sin arena, la hazaña.

Zúñiga baila bajo la lluvia

El Castilla dominaba, contra un Hércules que miraba el reloj más que el balón. Porque, además, su rival avisaba pero no remataba. Hasta que Jeremy de León apareció en el área pequeña. El amuleto de Ancelotti casi ejerce como, pero Abad evitó el empate. Aunque fue una jugada que desfibriló a los de Raúl. Víctor Muñoz y Zúñiga, con todo a favor, no acertaba a rematar en el área pequeña. Ni Solde a matar el partido instantes después. Era el 90′, pero Mario de Luis se hizo gigante. El último halo de una ilusión que cristalizó en el 94′. Zúñiga, sobre la bocina, le hizo pagar el perdón. El amuleto fue él.

Alta tensión por el playoff

Oportunidad perdida o vida extra. Según como se mire. Según a quien pregunte. Porque el Hércules pudo matar, pero también morir. Con una falta de Fortuny que olfateó el larguero en el 96′. La realidad es que tanto los herculanos como el Castilla están un punto más cerca de la gloria, o puede que dos más lejos. Todo depende del Atleti B y su visita al Yeclano (mañana, 16:00 horas). De momento, empate a 39 puntos con el filial rojiblanco en 40 y un partido menos. Y en el horizonte, el Castilla recibe al Murcia (cuarto) y el Hércules visita al Ceuta. Alta tensión por el playoff.

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