Valde, otra joya en la recámara
El zaguero de 18 años sigue dando pasos adelante con el Madrid. En la víspera del Girona volvió a ejercitarse con los mayores. Hace poco renovó hasta 2029.
Los focos se los llevaron Vinicius y Alaba. Al primero se le esperaba para la Intercontinental y volverá ocho días antes, contra el Atalanta en Bérgamo. El segundo arrancaba la sesión con el grupo. Por primera vez en 355 días. Desde aquel fatídico 17 de diciembre contra el Villarreal cuando el cruzado de su rodilla izquierda se rompió. Pero en la víspera del duelo ante el Girona hubo más atracciones. Con el Castilla jugándose los cuartos en Murcia unas horas después, Carletto no quiso sobrecargar a las piezas principales de Raúl. Y ahí aparecieron varios talentos en la recámara. Uno de ellos, Víctor Valdepeñas, viene pisando fuerte.
La factoría de centrales del Valdebebas está a pleno rendimiento. Joan Martínez, Jacobo Ramón y el propio Asencio ya disfrutaron la gira de pretemporada este pasado verano y tanto el primero como el segundo estaban en disposición de haber exprimido la oportunidad, de no haber mediado lesiones, tal y como ha terminado haciendo el tercero. Ahora, el canario ha demostrado que ante la necesidad, la cantera responde. Un rendimiento que le ha llevado a instalarse en el primer equipo con naturalidad y a trazar las líneas principales de una extensión contractual que se cerrará a final de curso. Un plus de esperanza para el resto de joyas de La Fábrica. Dispuestos a seguir la ruta Asencio.
Es el caso de Valde, como se le conoce. Admirador de Rüdiger y Valverde, no es su primera llamada a filas con los mayores y desde su regreso al club está quemando etapas a gran velocidad. En 2020 salió de La Fábrica rumbo al Leganés y allí se ganó el billete de vuelta, en 2023. Desde entonces su caché se ha disparado. También la confianza que se le profesa en Valdebebas. Sin ir más lejos, a finales de octubre estampó su firma en un nuevo contrato. Poco después de cumplir la mayoría de edad. Renovación hasta 2029, hasta los 23 años. Muestra de la fe que hay en su progreso.
Vértebra fundamental para Arbeloa en el Juvenil A, realizó un encuentro sensacional en el triunfo blanco en Liverpool que selló la clasificación para la siguiente ronda en la Youth League. Además, ya ha paladeado el Real Madrid C y el Castilla. Un partido con cada filial donde demostró su polivalencia. Con Rául, como con Arbeloa, hizo las veces de central. Con Gómez-Rey de lateral izquierdo. Su zurda, velocidad y potencia le permiten brillar en ambas demarcaciones.
Como zaguero, ese ímpetu físico y experiencia como carrilero le permiten aparecer con relativa asiduidad en campo contrario a través de conducciones. Amén de no temer a la hora de ensayar el disparo. Como tres, sigue un molde similar al de Theo Hernández, por contextualizar y no por comparar. Con mucha llegada a campo rival auspiciado por su gran zancada. Un cóctel que poco a poco también va conociendo Ancelotti.
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