Un punto agridulce

Ocho partidos le ha costado al Talavera sumar su primer punto en Primera Federación tras ser repescado, pero el equipo blanquiazul dejó la sensación de que aún le quedan varios pasos, más bien algún salto, para estar a la altura de la competitividad que exige la categoría. Álvaro Juan, el mejor de los cerámicos, abrió el marcador y Carlos Cinta empató para el Mérida apenas siete minutos después de saltar al campo.

El Talavera mostró por momentos la solidez defensiva que necesita adquirir para que el resto del trabajo no se le escurra. Los primeros minutos fueron del Mérida, que encontró sendas autopistas por ambos flancos de la zaga local. Los de Rubén Gala se hicieron con el dominio del partido a raíz del gol de Álvaro Juan, que llegó al filo del cuarto de hora en una jugada ensayada producto de un córner en el que hizo una pared con Edu Gallardo. El mayor peligro del Talavera lo llevó el propio Álvaro Juan, que creo hasta otras tres ocasiones de gol malogradas por sus compañeros y ya en la segunda mitad estuvo a punto de sorprender a Javi Montoya para hacer el segundo. El portero romano, dificultado en la visibilidad por sus compañeros, se quitó el balón de encima como pudo.

Biel Arribas, que tuvo una primera parte bastante plácida, tuvo que intervenir a los cinco minutos de la reanudación para evitar el empate de Larrubia, que poco después envió otro remate por encima del larguero. Carlos Cinta remató con toda tranquilidad una dejada de Nando Copete para igualar la contienda. Le dio tiempo a pensárselo al goleador emeritense, demostrando que los males del Talavera siguen latentes, pese a que los tapen algunas jugadas individuales. Carlos Parra se cruzó providencialmente ante Nando Copete para evitar que el atacante encarase mano a mano con el portero blanquiazul.

Antes de esa ocasión, el esférico temió por su integridad en un chut que Javi Bueno estrelló en la mismísima cruceta. La jugada, en cualquier caso, quedó invalidada por fuera de juego. Fue la mejor oportunidad que los cerámicos tuvieron hasta el final para intentar que sus primeros puntos, llegaran en un ramillete de tres de una tacada. En el ida y vuelta de los minutos finales, con un árbitro al que se le hizo muy largo el partido en sus dos mitades, ninguno de los dos equipos tuvo la puntería necesaria para llevarse el encuentro.