Un incómodo Deportivo se queda seco en O Vao

Después de dos goleadas en su estadio, el Deportivo afrontaba su primer amistoso lejos de Riazor con el reto de saber lidiar en escenarios menos alfombrados. El campo era O Vao y el rival, un Coruxo de Segunda Federación. Si en los dos primeros partidos los blanquiazules anotaron diez goles, de Vigo regresan en blanco. Las previsibles dificultades de adaptación a domicilio, que fueron su condena el año pasado, se repetieron en su primer partido fuera de casa y el peligro real, que no el gol, no llegó hasta que Lucas Pérez estuvo sobre el campo. Más allá del de Monelos, poco a rescatar para llenar el zurrón de sensaciones positivas. Una fueron los galones que mostró José Ángel, tan preciso como presente en el partido. La otra, que el equipo no sufrió ni un remate a balón parado, la principal arma de un Coruxo que sufrió menos de lo que esperaba y se que se mostró como un bloque ordenado y con las ideas claras.

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Tal y como era de esperar, el once inicial de Idiakez fue casi el polo opuesto al que presentó en el Teresa Herrera. Tanto, que Barbero y Jaime eran los únicos titulares que repetían acompañados además de cuatro canteranos: Barcia, Retu, Santamaría y Tim. El técnico coruñés siguió fiel a su 4-2-3-1 con algún matiz, como situar a Narro por la izquierda a pierna natural, o el aliciente de ver a Kuki Zalazar por detrás de Barbero con la misma libertad que tiene siempre Lucas. Matices para un Depor incómodo e incapaz de encontrar la forma de hacer daño a un ordenado y serio Coruxo, con un suave disparo desde la frontal en el 27′ de Isi Gómez como primer ‘sobresalto’ del partido. Muy poquita cosa que rescatar en un primer tiempo en el que solo destacó la jerarquía, colocación y precisión de José Ángel junto a las ganas e insistencia de Retu y Tim pero que no lograron hacer sufrir a un conjunto vigués que buscaba sus opciones desde el balón parado.

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De igual modo que hizo en el Teresa Herrera, Idiakez dio continuidad al once titular en el segundo tiempo para comenzar las rotaciones a partir del minuto 60. Los movimientos agitaron un poco a los coruñeses, aunque sin exagerar lo más mínimo. El juego fue algo más incisivo con Davo y Yeremay, jugando además cambiados de banda, y algo más fluido en el último tramo con la combinación de Lucas Pérez. Precisamente un saque de pillo del de Monelos en la media acabó con una buena jugada con un remate franco suyo, pero la defensa logró desviar a córner su disparo. Poco a poco el peligro fue creciendo y Ochoa remató alto en el 80′ una perfecta asistencia de Lucas que lo dejó solo. El siguiente regalo del ‘7′ al canterano acabó con otro remate franco, pero que salió rozando el larguero. Poca puntería que pudo acabar en disgusto, pero Mackay tapó un remate casi en la línea de gol en la penúltima jugada del partido. Justo empate, que no es decir mucho a favor de los coruñeses, que siguen en la búsqueda de la llave que les permita hacerse fiables como visitantes.