“Rubiales nos utilizó y engañó”

La Federación Española de Fútbol está en uno de sus momentos más complicados. La sociedad clama contra la institución y contra su presidente, Luis Rubiales, suspendido por FIFA. Ahora, el rumbo que tome la RFEF depende de las decisiones que salgan de las reuniones entre los barones territoriales. Uno de ellos es Paco Díez (Lugo, 1953), quien ostenta la presidencia de la Federación Madrileña desde 2016. Ayer atendió a AS y habló de los retos que deben asumir por el bien del fútbol español.

¿Cuál es la postura de la Federación Madrileña respecto a Rubiales?

El mismo viernes sacamos un comunicado donde reiteramos que la Asamblea fue vergonzosa, al igual que los hechos acontecidos durante la final del Mundial. Es una pena que una gran fiesta se vea empeñada por esto. El martes realizamos un comunicado claro y contundente, pidiendo la dimisión de Rubiales.

Empecemos por la Asamblea. ¿Cómo vivió el día previo cuando se filtró que Rubiales dimitiría y la posterior reunión del viernes?

Yo no sabía nada, pero sí nos llegó que desde la RFEF filtraban que al día siguiente Rubiales iba a dimitir. Algún presidente territorial también lo dijo. Rubiales nos había citado el viernes a las 10:30 y lo primero que nos dijo es que había cesado a los vicepresidentes, salvo a Pedro Rocha, que iba a ser el presidente de la gestora. Todos se quedaron a cuadros. Entonces nos preguntó: ‘¿Confiáis en lo que voy a decir abajo? Serán unos tres minutos...’ Si te dice eso y que Rocha va a ser presidente adjunto, piensas que va a dimitir y casi todos respondimos que sí. Pero ni dimitió ni presentó a Rocha, lo que hizo fue atacar a las instituciones y a las mujeres... La Federación las colocó de manera estratégica. En las primeras filas suelen estar los asambleístas, pero colocaron a los cuerpos técnicos y a los empleados. A ellos sí que les hizo una encerrona. Cuando terminó, hubo gente que se levantó y aplaudió. Yo no lo hice, agaché la cabeza de la vergüenza. Me fui desencajado. Para mí, nos utilizó y nos engañó. Se quiso ir matando.

¿Cree que filtró que dimitía para que hubiera quórum?

Nunca se dijo el número de asambleístas. Solo que había gente suficiente... Cuando salimos de la reunión previa, unos cuantos presidentes nos queríamos marchar, pero otros nos dijeron que no pasaba nada, que iban a ser tres minutos para despedirse. Pero cambió lo programado.

¿Cree que Rubiales podría volver?

Ni puede ni debe.

El TAD sigue estudiando la denuncia. Si dice que es solo falta grave y el CSD no le puede suspender...

Moralmente no debería volver. Hay que ser coherentes con el clamor que hay en la sociedad. Cuando uno se equivoca tiene que asumirlo. No podemos consentir que un presidente de la RFEF devalúe la marca España.

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¿Los barones van a plantear una moción de censura para echarle de presidente?

Hay tres vías: que dimita, que el TAD dé respuesta al revuelo mediático o, si no, que los presidentes tengamos que tomar una solución. Esto no puede quedar así. Y la solución será la marque la Ley. Si es una moción, será esa.

¿Qué vía prefiere?

Que sea coherente y dimita. Y, si no, que el TAD se moje de una vez por todas.

Si no se dan, solo queda la moción. Y hay varios barones todavía fieles a Rubiales.

Puede haber una parte recelosa, pero hay otra que no.

¿Y cuál es mayoría?

La que pide que Rubiales se marche.

¿Debe quedarse Rocha, puesto por Rubiales, como presidente hasta 2024 u otro de consenso?

Rocha es un hombre afable. Pero haya elecciones o haya que esperar, hay que coger a una persona de consenso, de concordia, respeto y capaz de unir a todos a los actores del fútbol. Lo que tenemos que hacer es trabajar y no dejar pasar el tiempo. Es la hora de tomar decisiones.

Quiere que otra persona dé un paso al frente. ¿Tiene algún favorito?

Si hay elecciones, tendría que salir de la terna de presidentes de territoriales. Son los conocedores del fútbol. No he pensado quién, pero tendría que ser de renovación.

En el comunicado de los presidentes de territoriales del lunes se habló de cambios en puestos estratégicos. Y después se pudo saber que Jorge Vilda está sentenciado. ¿Lo comparte?

A Jorge Vilda hay que reconocerle, porque es un hecho que ha sido partícipe en el éxito de las campeonas del mundo. Eso no se lo quita nadie. Ahora bien, las relaciones con las jugadoras y el cuerpo técnico no son todo lo que queremos. Debemos de tenerlo en cuenta. Tenemos que ser valientes. Lo primero es el fútbol español y las jugadoras. El seleccionador ha cumplido su camino.

¿Y De la Fuente? También está cuestionado.

Luis es un hombre trabajador y que ha pasado por todas las categorías de la Federación. Cuando le vi en la Asamblea sabía que le habían metido en una encerrona al ponerle en primera fila. Conociéndole un poco, tiene que estar muy dolido y arrepentido. Se merece una oportunidad. Hasta los mejores escribanos tienen algún borrón.

Dos nombres más: Andreu Camps y González Cueto. Algunos consideran que mientras ellos sigan, Rubiales seguirá teniendo el control.

En este momento, después de la situación generada, hay un punto de inflexión. Hay un cambio en los procedimientos y en la forma de operar en la Federación Española. A las cabezas visibles les corresponde el cambio. Algunos creen que pueden ser grandes profesionales, pero hay otros que creen que se les debe responsabilizar. Yo creo que, ante una situación como esta, hay que tomar determinaciones. Cosa que a lo mejor se tenía que haber tomado ya.

¿Algunos presidentes tienen miedo a Camps y Cueto?

Sí, puede ser que lo tengan.

La próxima semana se volverán a reunir los barones. ¿Estos días pueden ser claves?

Puede ser, pero veo que hay dos facciones. Nosotros tenemos que tomar soluciones y no dejar pasar el tiempo. Si la semana que viene no hay una reunión como es debido, no me voy a callar.

Del Amo ha dicho que se sintió pisoteado por Rubiales y Maté dijo que es una persona a la que le gusta moverse en la crispación.

Marcelino Maté, curtido en mil batallas, lo conoce bien y lo ha definido bien. Hay algunos a los que no nos gustan las batallas del fango, pero hay otros que se encuentran muy cómodos. Ese es su caso.

¿Cómo ha sido su relación con Rubiales? Al principio no hubo buenas relaciones…

No me gusta mirar hacia atrás, pero yo pasé dos años y medio muy duros. Me afectaron a mi familia y a mí. Mi Junta Directiva me pidió que volviera para defenderlos desde dentro. Es lo que he hecho. Mi pensamiento sigue siendo el mismo que el de antes.