Riazor como rampa de despegue
El Deportivo recibe en casa a tres de sus próximos cuatro rivales, dos de ellos recién ascendidos. Hasta octubre sólo hará los 300 kilómetros de ida y vuelta a Vigo para medirse al Celta B.
El Deportivo ha superado con éxito las trampas iniciales de la temporada, saliendo con pleno de puntos, aunque no de sensaciones, de las tres primeras semanas de Primera Federación. Dejada atrás la distracción del caso DUX, o los nervios y el óxido de un nuevo curso tras el fiasco de Albacete, el equipo blanquiazul busca ahora coger vuelo. Y qué mejor rampa de despegue que el estadio de Riazor.
Los de Borja Jiménez tendrán en las semanas venideras una buena oportunidad para ponerse a la altura de Córdoba y Racing de Ferrol marcando el ritmo de cabeza en la competición. Tres de los próximos cuatro partidos serán en casa, donde el Depor cimentó su gran primera vuelta el curso pasado. Con más de 21.000 abonados y tras el estreno superando los 15.000 espectadores, el equipo herculino busca hacerse fuerte delante de su gente y despejar las primeras dudas del inicio de liga.
Mientras encuentra su mejor versión, además, en el camino no aparece ninguno de los favoritos con lo que a priori se jugará el ascenso. Pasarán por Riazor en las próximas semanas Pontevedra, Talavera y San Fernando. Los dos primeros, equipos recién ascendidos. Etiqueta especialmente literal en el caso de los manchegos, que han ocupado la plaza del DUX.
El único desplazamiento será cómodo... en kilómetros
Este tramo de calendario posiblemente sea uno de los más cómodos de la temporada para el Deportivo hablando de horas de autobús. Porque en un grupo con numerosos desplazamientos a Andalucía, o como el de hace unos días a Extremdura, la única salida que le queda al equipo blanquiazul hasta octubre es la del Celta B. Hacer sólo los 300 kilómetros de ida y vuelta entre A Coruña y Vigo - todavía por confirmar si en Barreiro o Balaídos - será bien recibido por una plantilla que, a cambio, afrontará la presión que siempre supone jugar ante el filial del eterno rival.