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MÁS FÚTBOL | ENTREVIST A LORENA GONZÁLEZ

“Quería plasmar en una novela todo lo que en el fútbol no se cuenta”

La periodista Lorena González aborda en su primera novela, ‘Guarda Silencio’, un tema prohibido en el fútbol masculino como la homosexualidad para hablar de las personas que habitan a los jugadores. El resultado es una obra totémica, que edita Plaza y Janes, y presentará en Madrid el viernes 13 de septiembre.

11/07/24 ENTREVISTA PERIODISTA LIBRO GUARDA SILENCIO LORENA GONZALEZ
ANGELA PARAMODIARIO AS

Lorena González (Barcelona, 1984; 39 años) tiene una voz cálida, de esas que abrazan. Quizá por ello, su puerta al mundo del periodismo fue ese: el de la radio. En el verano de 2010, cuando Iniesta marcó el gol en Sudáfrica que hizo a España campeona del mundo y en el equipo de Paco González recién aterrizado en la Cadena Cope. Después llegaría Onda Cero y la televisión (colabora en Estudio Estadio desde hace 13 años). Pero también la prensa escrita. Marca entonces, ahora Relevo, lugares que llenar de reportajes y entrevistas humanas, en las que se tocan las personas que habitan los futbolistas, y que casi nunca se ven, se atreven a dejarse ver. Mítico fue aquel reportaje en el que Santi Cazorla mostró sus tatuajes en el pie desfigurados por los injertos que necesitó para recuperarse de una larguísima lesión de tobillo. Sus reportajes en Uruguay y/o Argentina, las otras tierras que habita, aunque estén a un océano. Su forma de escribir, entre la prosa y la poesía. Un cóctel que solo podía tener un final: una novela en la que conjugar todo. Se llama ‘Guarda silencio’ (Plaza y Janes) y, además de afrontar un tema que solo se puede imaginar, que pasaría si una gran estrella del fútbol sale del armario, algo que nunca ha sucedido, conjuga muchos temas más allá. La salud mental, las injusticias, los entresijos de un vestuario, el miedo... Entre los diez libros más vendidos de ‘Ficción de Fútbol’ en Amazon, la autora lo presentará el próximo viernes 13 de septiembre en el Corte Inglés de Castellana en un acto de entrada libre hasta completar aforo presentado por el periodista Juan Carlos Rivero. Antes charla con AS.

Lorena González posa con su libro 'Guarda Silencio' para AS. ANGELA PÁRAMO / DIARIO AS
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Lorena González posa con su libro 'Guarda Silencio' para AS. ANGELA PÁRAMO / DIARIO AS

Hablemos de libros. ¿Cuál es su favorito de fútbol?

Esa es fácil (sonríe, inmenso): ‘Fútbol a sol y sombra’, de Eduardo Galeano.

‘Guarda Silencio’ es su primera incursión como escritora, ¿cómo lo ha afrontado? Porque usted ha hecho muchas entrevistas, muchos reportajes, muchas historias humanas, pero una novela son palabras mayores, y un terreno desconocido. ¿Cómo ha sido ese salto a la ficción?

No me ha sido tan complicado porque tenía la idea muy clara y eso me ha ayudado. Tenía claro el principio, el desarrollo y el desenlace. Luego no han parado de salir un montón de experiencias personales, profesionales y vitales propias en la novela. Me iba acordando sobre la marcha. Iban apareciendo personajes, que tomaban más fuerza, o lugares. He estado escribiendo, por ejemplo, en Argentina y la novela se desarrolla ahí. Y en Madrid y Uruguay, que es el sitio de calma para el protagonista, como para mí.

“Si alguien el día de mañana antes de juzgar o prejuzgar se lo piensa dos veces, esta novela habrá merecido la pena”

Lorena González

¿De dónde le surge la historia? Porque lo que cuenta ‘Guarda silencio’ es algo que puede ocurrir en el fútbol masculino pero nunca nadie lo ha hecho público.

En un primer momento me propusieron escribir una novela sobre fútbol femenino. Pero yo no he tenido el suficiente contacto, sí con el masculino. Y ahí que creía que tenía muchas historias que contar. Sentía, al haber hecho muchas entrevistas con futbolistas, que había un lado que apenas se contaba. A veces te lo prohíbe el club, a veces los asesores de prensa, a veces el propio jugador o el agente... Y dejamos de conocer, cada vez más, el otro lado, el más humano del futbolista. Y yo tenía ganas de plasmar precisamente eso en un libro. Después la novela te permite imaginarte un montón de cosas y ponerte en situaciones extremas, a ver qué pasaría en ese tipo de circunstancia.

En ‘Guarda silencio’ realmente se toca al futbolista por dentro. Al futbolista persona. Más allá del tema central, una gran estrella masculina que sale del armario, que es muy valiente y algo que solo desde la ficción se ha abordado, ‘11′ de David Cano es otro ejemplo, tiene un valor humano brutal porque te permite conocer a las personas que hay detrás de los futbolistas. Eso le da mucho valor.

Yo no tenía ganas de escribir sobre fútbol o futbolistas en sí. Pero si sacaba el lado persona, y todos los estamentos: esta novela puede tocar, remover conciencias o conmover porque al final todos estamos representados. To-dos. Para bien y para mal. Los medios, las directivas, los jugadores, la sociedad, las redes sociales… Todos podemos sentirnos identificados y nos puede hacer reflexionar. Y, si alguien el día de mañana antes de juzgar o prejuzgar se lo piensa dos veces, esta novela habrá valido la pena. Este es un momento en el que cada vez tenemos menos acceso al futbolista-persona porque, si bien las redes sociales nos acercan mucho a ellos, en realidad nos están alejando. Son un escaparate. Al final todos mostramos el lado bueno. Entonces, creo, ahora estamos equivocados al pensar que tenemos más contacto con los futbolistas. Todo lo contrario. No acabamos de conocerles. Y tiene que aparecer un Morata, o un Iniesta, o un Ricky Rubio, para contar lo que realmente pasa, sucede.

¿Cuántos futbolistas homosexuales cree usted que puede haber hoy en el fútbol masculino? Y que no son capaces de salir del armario.

Muchos (resopla). Por estadística tiene que haber. Hay varias teorías al respecto. Dicen que cuando hay mucha testosterona en un deporte no hay tanta homosexualidad entre hombres, pero yo creo que todo se ciñe a que falta libertad para uno aceptarse y descubrirse, más allá de que luego lo hagan públicamente. Yo me he encontrado futbolistas que, seguramente, si estuvieran en otro espacio en el que desarrollarse, probablemente lo reconocerían. Y creo que estamos muy cerca de que eso suceda.

El libro lleva casi dos meses en la calle, ¿cuál es la felicitación que más te ha llegado de gente del fútbol?

Mira, hay varios futbolistas y entrenadores a los que, en un principio, cuando le conté la idea de lo que estaba escribiendo, algunos me decían que no era un tema que hiciera falta tocar. Como que les quedaba muy lejos. Se quedaban con que estaba escribiendo una novela de la homosexualidad en el fútbol, y en realidad se tratan un montón de temas. Todos los que tengan que ver con lo que no se cuenta. La salud mental, el desarraigo, las injusticias, la inseguridad, el duelo. Y el machismo, el racismo, los entresijos de un vestuario, el miedo… Un montón de subtemas, pero se quedaban con lo de la homosexualidad. Y una vez la han leído, lo que han visto es que al futbolista se le humaniza. Y creo que eso sí que les ha gustado. A lo mejor algunos no han empatizado con la situación de la homosexualidad, porque no lo son, pero sí con todo lo que hay detrás. Incluso me han dado las gracias, por decir: “Joe, es que es verdad, es que esto es lo que vivimos, y es muy injusto y la gente no lo sabe”.

Lorena González, junto a su perro.
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Lorena González, junto a su perro. ANGELA PARAMODIARIO AS

Es cierto que el tópico que se tiene de los futbolistas es que no leen, no van al cine, que son frívolos más bien… Nada que ver con su personaje, Gabriel.

(Ríe) Sí (silencio). Por eso aparece Gabriel.

La antítesis. Se me viene a la cabeza Forlán, que iba a los entrenamientos del Atlético con libros de Kapuscinski bajo el brazo, o Azpilicueta cuyo hobby en las concentraciones es leer, o Juan Mata, cuyo autor favorito es Murakami…

Gabriel derriba el estereotipo de futbolista frívolo, que no se interesa más allá de lo que no es el fútbol, que no tiene inquietudes, ni por el teatro, la música o el cine, que no lee, que solo escucha reggaeton… Pero sí es cierto que yo me he encontrado más el perfil de futbolista como Gabriel en Argentina, en Sudamérica, y por eso todo gira mucho también en torno a esos lugares. Quería plasmar que los hay. Futbolistas así. Con inquietudes. No sé si tiene que ver con que en Argentina, que es un país muy, muy lector, hay mucha conciencia de la terapia psicológica, conviven más con ello y viven más la calle también. Gabriel lo primero que hace al llegar a Madrid es conocer la ciudad. Muchas veces vemos a jugadores llegar a Madrid, hospedarse a las afueras y no tener ni idea de la ciudad en la que están. Que a veces tampoco pueden. También quería contar a que a veces están obligados a encerrarse en un hotel por el que dirán, por el acoso que pueden sufrir en las calles, por el miedo.

En el libro también hay una crítica al modo de actuar de los medios en la actualidad, focalizados en Pablo, un becario. ¿Ha visto mucho cambiar la profesión desde que usted llegó, en 2010?

A mí me encanta el personaje de Pablo, el becario que en la primera página de la novela cuenta que ha habido un suicidio. Quería destacar a través de él la figura del periodista que aún no está corrompido, el que no tiene esa prisa de titulares, de hacerse famoso, que antepone primero los intereses de la persona-futbolista a los suyos. Me parecía que era importante hacerlo.

“Al final yo creo que esta novela puede tocar, remover conciencias o conmover, porque al final yo creo que todos estamos representados. To-dos. Para bien y para mal”

Lorena González

¿Por?

Él se preocupa de tener con el futbolista siempre una relación de sumar, un vínculo desde lo humano. No desde la noticia, la carnaza. Por eso luego, cuando hay que dar una noticia, le ocurren a él, porque los futbolistas saben que les van a cuidar. Y aquí también quería contar un poco la desconfianza que tienen los jugadores hacia los medios, que nos la hemos ganado, a pulso pero todavía confío en que se puede recuperar siempre y cuando hagamos las cosas con ética, tacto y susceptibilidad.

¿Lo más difícil de este proceso?

La presión que yo misma me imponía. De estar a la altura. No es lo mismo cuando escribes y tienes un feed-back al instante, y además no es ficción, no es tan subjetivo. Aquí era ir escribiendo, escribiendo, escribiendo. Había días que me sentía en el buen camino y, otros, en los que quería borrarlo todo.

Me ha contado antes el feed-back precisamente de la gente del fútbol. ¿Y más allá de esta? ¿Qué recibimiento está teniendo ‘Guarda Silencio’?

Mejor de lo que me esperaba, la verdad. Yo no quería era que solo la leyese o le interesara a la gente a que le gusta el fútbol. Y personas a las que no me han escrito para decirme que han llorado con ella. Y a mí con eso, que haya quien se haya emocionado con la historia, sin que les interese la competición o la vida en sí del futbolista en lo deportivo, a mí con eso ya, ¿qué mas? (sonríe, de nuevo inmenso, pero ahora un poquito más).

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