Prueba del algodón en el Nuevo Mirador

Algeciras y Deportivo vuelven a verse las caras 40 años después. La última vez que cruzaron armas fue en Segunda, este sábado (17:00 horas) lo harán en Primera RFEF y con ambientazo en Nuevo Mirador. Nostalgias al margen, los coruñeses llegan al encuentro con la necesidad de demostrar, y demostrarse, que la mejoría desde la llegada de Óscar Cano es algo real. Los dos partidos con el nuevo técnico en Riazor se saldaron con victoria, pero su salida a Valdebebas fue una derrota de esas que suelen denominarse ‘justa’. Por todo ello, este encuentro se contempla como una prueba del algodón para este ‘nuevo’ Deportivo. Como una prueba de vida para empezar a mirar en serio a la parte más alta de la clasificación.

Algeciras

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Casi de igual modo ve el partido el Algeciras, situado justo en el ecuador de la tabla, pero a solo tres puntos de los coruñeses. Los de Iván Ania llevan una temporada irregular que busca definir su camino, y el empate en Mérida, con un loco 3-3, es el último ejemplo. Los albirrojos no han sido capaces de encadenar dos victorias, pero tampoco han perdido dos encuentros consecutivos. Fue el primer equipo que logró arrancarle algún punto al Racing de Ferrol (1-1), pero en casa solo han sido capaces de ganar dos de sus cinco encuentros. Dudas a resolver con un problema añadido ya que Varo, el máximo goleador del Grupo I con siete tantos, se pierde su primer partido del año por sanción.

RC Deportivo

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También tendrá que cambiar Óscar Cano su equipo titular por la lesión de Isi Gómez. Su puesto será ocupado por Olabe, que jugará en el medio campo junto a Villares y Rubén Díez. Un cambio seguro y dos posibles. El canterano Trilli tiene opciones de entrar en el lateral derecho en lugar de Antoñito, mientras que el preparador blanquiazul medita si apostar por cuarta jornada seguida por Max Svensson como acompañante de Quiles o bien darle la alternativa a Gorka Santamaría. Pequeños matices para un Deportivo que busca su segunda victoria consecutiva y otra meta casi más complicada: dejar su portería a cero dos partidos seguidos ocho meses después y aparcar definitivamente las dudas en defensa.