Los números que permiten soñar al Atleti B de Torres
El filial colchonero se sitúa en la cuarta posición tras el primer triunfo en casa. Lleva diez partidos sin perder y ha encajado 10 goles en 13 partidos.
El Atleti B de Torres tiene un objetivo claro: soñar con cotas altas. Ir a por todas. Motivo por el que se formó un proyecto de lo más ambicioso en el verano. La continuidad de piezas claves como Iturbe (oro olímpico), Kostis, Gismera, Niño, Diego Bri, El Jebari, Boñar... todos ellos repetidores y con ofertas de categoría superior. El ascenso masivo desde la mejor plantilla de juveniles de España, tras levantar la Liga y la Copa de Campeones. Jugadores de la máxima confianza de Torres y que se han asentado con él: Spina, Rayane, Jano Monserrate, Omar Janneh, Julio Díaz... E incorporaciones con experiencia en categoría superior, con el regreso de Víctor Mollejo y Javi Serrano, el fichaje de Martín Pascual desde la primera plantilla del Rayo, Selu Diallo desde el Alavés o un Carlos Giménez que iba a subir a la primera del Levante. También Koke Mota, invirtiendo un millón desde el Leganés pero sin poder debutar por el momento tras tener que someterse a una operación cardiaca.
Un equipo con talento y que sabe a lo que juega. Y que compite pese a medirse a equipos que le superan en años y pillería. Con Fernando Torres el esfuerzo tampoco se negocia. Y su equipo se construye desde la defensa. El técnico tenía claro que quería contar con un equipo fuerte que tenga la Segunda División en el punto de mira. El Atlético B ha encajado únicamente 10 goles en las 13 jornadas que ha disputado hasta el momento. Bien con Iturbe (ocho tantos recibidos en 10 encuentros) o con Gomis (dos en tres), es un equipo muy difícil de batir. Aunque también le ha costado ser efectivo en el área rival, especialmente en casa. El gol de Mollejo para tumbar al Mérida fue el tercero en siete partidos en Majadahonda y supuso la primera victoria de local.
Tres puntos que sitúan al filial en la cuarta plaza, en puestos de playoff. En una Primera RFEF tremendamente competitiva, los rojiblancos acumulan diez jornadas seguidas sin perder. Cuatro triunfos y seis empates. Y sus visitas una pesadilla con 12 puntos lejos del Cerro del Espino. Si llevar 12 goles a favor y 10 en contra en 13 jornadas puede implicar partidos poco movidos, en el caso del Atleti B la emoción suele quedarse hasta el final. El filial rojiblanco ha rescatado ocho puntos gracias a cinco goles a partir del minuto 80, todos ellos a domicilio. A cambio, se le han escapado dos triunfos en el alargue, uno en casa y en Ibiza con polémica (un fuera de juego para encajar en el 97 el empate).
Sin una figura goleadora, Mollejo y Niño vienen creciendo en las últimas jornadas. Ambos con tres dianas. Boñar, autor de un doblete para una remontada de locura en Alcorcón, se había establecido como el Pichichi de la plantilla durante semanas, pero es necesario que los delanteros sean contundentes. Y la roca de Torres no pierde la cara a ningún partido. Ni con las bajas en los parones internacionales (contra el Mérida no pudieron participar Iturbe, Spina, Omar y Jano) o con lesiones que han impedido tener continuidad a Diego Bri, máximo goleador del curso pasado con 10 tantos, hay excusas. Los filiales van de menos a más, reconoce Torres. Con una plantilla en gran medida nueva, hay que adaptar las piezas. Y el Atlético no ha perdido la combatividad. A siete puntos del Betis, líder destacado, y en una tabla donde entre el tercero y el decimoquinto hay seis puntos de diferencia. Solo Betis y Antequera, los dos primeros clasificados, han perdido menos. Un Atleti B que cotiza al alza... y sueña en grande.
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